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Alianza electoral con partido de Le Pen genera rebelión y quiebre en la centroderecha francesa

En la derecha conservadora de los expresidentes Charles de Gaulle, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, el pacto que Ciotti negoció con Le Pen a espaldas de su propio partido alcanzó niveles de esperpento.

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Ciotti. El presidente de Los Republicanos quiere mantener la alianza con la ultraderecha de Le Pen, enfrentado a su propio partido.
Ciotti: el presidente de Los Republicanos quiere mantener la alianza con la ultraderecha de Le Pen, enfrentado a su propio partido.
Foto: AFP

EFE, AFP
Francia fue el país donde más impacto tuvo el resultado de las elecciones europeas del pasado domingo, que marcaron un avanza importante de los partidos de ultraderecha.

Lo poco que quedaba de la centroderecha que, con diversos nombres -el último Los Republicanos (LR)- ha sido protagonista en Francia desde 1958, acabó de hacerse añicos ayer miércoles, cuando su líder, Eric Ciotti no acató la expulsión de su partido y aseguró que el pacto electoral con la líder de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, sigue adelante.

En el campo de la ultraderecha también se ha producido una nueva recomposición, pues Marion Maréchal, sobrina de Le Pen, dio un portazo al pequeño partido al que se había adherido en 2022, el antiislamista Reconquista de Éric Zemmour, para volver a apoyar a su tía.

Pocos auguraban que la inesperada decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de convocar comicios legislativos anticipados para el 30 de junio y 7 de julio, tras el resultado de las elecciones europeas, en las que RN obtuvo una amplia victoria, pudiese desatar una cascada de acontecimientos de tal envergadura y cuyas consecuencias electorales están aún por verse.

En la derecha conservadora de los expresidentes Charles de Gaulle, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, el pacto que Ciotti negoció con Le Pen a espaldas de su propio partido alcanzó niveles de esperpento.

Tras provocar un seísmo al anunciar su intención de forjar una alianza con la ultraderecha de Le Pen, Ciotti no acató la expulsión decretada por unanimidad por la comisión ejecutiva del LR, al considerarla “una violación clara de los estatutos del partido”.

“Soy el presidente del partido y lo seguiré siendo”, desafió Ciotti, en lo que se avecina como una batalla legal por saber quién está autorizado a usar los fondos y el logotipo del partido que tiene actualmente 62 diputados, controla el Senado y detenta una buena parte de las alcaldías francesas.

Las encuestas no han digerido todavía el efecto que estos dos movimientos pueden tener. Según el sondeo más reciente para el canal BFMTV y La Tribune, Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen sumaría el 31%, seguido por el 28% de la izquierda, mientras que la mayoría del presidente Macron quedaría con el 18%.

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Emmanuel Macron, presidente de Francia
Foto: EFE

Largó Macron

El presidente Macron llamó ayer miércoles a unirse contra “los extremos”, tanto de izquierda como de derecha. “Las cosas son sencillas. Hoy tenemos alianzas contra natura en los dos extremos” del espectro político, dijo el mandatario centrista.

Macron se refería a la propuesta de Ciotti de aliarse con Le Pen, y al acuerdo de socialistas, comunistas, ecologistas y La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) de crear un “nuevo frente popular”.

“Llegado el momento, antes o después, deseo que se unan los hombres y mujeres de buena voluntad que habrán sido capaces de decir no a los extremos”, declaró Macron, llamando a su alianza centrista Renacimiento a conversar con otros partidos. Macron llegó al poder en 2017 desde el centro atrayendo a los descontentos con la tradicional alternancia entre izquierda y derecha.

“Si hay una persona revolviéndose en su tumba hoy es Léon Blum”, dijo el presidente, en referencia al jefe de gobierno tras la victoria del Frente Popular en 1936, que era socialista y de origen judío.

Respecto al RN de Marine Le Pen, criticó su “ambigüedad” con la Rusia de Vladimir Putin y aseguró que quieren “abandonar la OTAN”.

Sobre su decisión de convocar elecciones, que los observadores consideran una “apuesta arriesgada”, Macron explicó que se trata de un “movimiento de aclaración” política para “evitar dar las llaves del poder a la extrema derecha” en 2027. Y confirmó su programa de gobierno, basado en la “autoridad” y el control de las finanzas públicas, abogó por prohibir los celulares a los menores de 11 años y el acceso a las redes sociales antes de los 15, y aseguró que su primer ministro, Gabriel Attal, lideraría la campaña de su alianza.

además

Alianza electoral de la izquierda

La Francia Insumisa (LFI) y el Partido Socialista (PS) adelantaron, de forma separada, que habían llegado a “un principio de acuerdo” para presentar una alianza electoral para las legislativas anticipadas del 30 de junio y 7 de julio con la que buscan frenar a la ultraderecha, clara favorita en los sondeos. El PS comunicó a sus afiliados que se habían puesto de acuerdo con el resto de fuerzas de izquierdas (LFI, verdes y comunistas) para repartir el número de candidaturas a diputados que corresponden a cada circunscripción electoral.

Mientras, de la parte del LFI, fue su negociador jefe, el diputado Paul Vannier, quien lo divulgó a la prensa.

Así, para la mayoría de las candidaturas para la Asamblea Nacional francesa, 229 serán del LFI, 175 del PS, 92 para los verdes y 50 para los comunistas.

Los cuatro partidos, que en 2022 también se coaligaron bajo el lema “Nupes” con menos éxito del esperado, quieren repetir ahora con la denominación de “Frente Popular”, en alusión a la coalición de izquierdas que gobernó Francia entre 1936 y 1938.

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