Análisis: Con los ataques de Irán, los países árabes temen una expansión del conflicto

“Me alienta el hecho de que los únicos que quieren una guerra son Israel y Hamás”, dijo el analista Joost Hiltermann; “Los iraníes todavía están hablando con los estadounidenses”.

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Festejos en las ciudades iraníes por el ataque a Israel el sábado
Festejos en las ciudades iraníes por el ataque a Israel el sábado
Foto: AFP

Alissa J. Rubin y Vivian Nereim / The New York Times
Los países árabes, desde los Emiratos Árabes Unidos y Omán hasta Jordania y Egipto, han intentado durante meses sofocar el conflicto entre Israel y Hamás, especialmente después de que se amplió para incluir a grupos armados respaldados por Irán e integrados profundamente en el mundo árabe. Algunos de ellos, como los hutíes, también amenazan a los gobiernos árabes.

Pero el ataque iraní con aviones no tripulados y misiles contra Israel durante el fin de semana, que puso a toda la región en alerta, hizo que la nueva realidad fuera inevitable: a diferencia de los conflictos israelí-palestinos del pasado, e incluso de aquellos que involucran a Israel, el Líbano o Siria, éste sigue expandiéndose.

“Parte de la razón por la que se contuvieron estas guerras fue que no eran una confrontación directa entre Israel e Irán”, dijo Randa Slim, investigador principal del Instituto de Oriente Medio con sede en Washington. “Pero ahora estamos entrando en esta era en la que una confrontación directa entre Israel e Irán podría arrastrar a la región y a Estados Unidos. Ahora esa perspectiva de una guerra regional va a estar sobre la mesa todo el tiempo”.

Por el momento, la única fuerza compensatoria es el deseo tanto de Estados Unidos como de su antiguo enemigo Irán de evitar una ampliación del conflicto, dijo Joost Hiltermann, director del programa del International Crisis Group para Medio Oriente y Norte de África.

“Me alienta el hecho de que los únicos que quieren una guerra son Israel y Hamás”, dijo. “Los iraníes todavía están hablando con los estadounidenses”, agregó, refiriéndose a los mensajes enviados en los últimos días entre ambos por intermediarios como Suiza y Omán.

El mensaje iraní, dijo Hiltermann, dejó en claro que buscaban demostrar su poder, no expandir la guerra. “Dijeron: ‘Va a haber un ataque, pero lo mantendremos limitado’”.

Aún así, para los ciudadanos de los países árabes, muchos de los cuales vieron decenas de drones y misiles surcar sus cielos el sábado, las declaraciones de deseo de evitar una guerra más amplia son un hilo delgado del que colgar su futuro. La consternación por el ataque fue evidente en muchos comentarios públicos y también en privados, aunque otros lo celebraron.

Los funcionarios y analistas de la región estaban divididos sobre si el ataque de Irán incitaría a los países con vínculos de larga data con Estados Unidos a presionar por un mayor compromiso (y garantías de seguridad) de Washington o a distanciarse en un esfuerzo por mantenerse a salvo de ser atacados por el propio Irán.

Ninguno de los países árabes que tienen relaciones con Israel las han cortado
Ninguno de los países árabes que tienen relaciones con Israel las han cortado
Foto: AFP

La mayoría instó a una reducción de la tensión en los términos más enérgicos. Las únicas excepciones en el mundo árabe fueron el norte de Yemen, cuyo gobierno hutí de facto es cercano a Irán, y el Líbano, hogar de Hezbolá, el grupo armado respaldado por los iraníes.

Omán dijo que era crucial alcanzar un alto el fuego inmediato en la guerra entre Israel y Hamás que se ha estado librando durante el último medio año en la Franja de Gaza. Kuwait “enfatizó la necesidad de abordar las causas profundas” de los conflictos de la región.

Y Arabia Saudita, que ha tratado de cultivar buenos vínculos con Irán desde que los dos países restablecieron relaciones diplomáticas el año pasado, dijo que estaba “extremadamente preocupada” por las peligrosas implicaciones de la escalada militar en la región. Un comunicado de su Ministerio de Asuntos Exteriores pidió a todos los involucrados “que ejerzan la máxima moderación y protejan la región y su gente de los peligros de la guerra”.

Incluso antes del ataque liderado por Hamás contra Israel que desencadenó la guerra en Gaza el 7 de octubre, los países árabes habían estado ajustando sus relaciones geopolíticas. Su preocupación era que tal vez ya no pudieran contar con un gobierno estadounidense cada vez más centrado en Asia, mientras que los grupos armados respaldados por Irán se vuelven cada vez más activos.

Para Arabia Saudita, esto significó forjar una relación diplomática con Irán, a pesar de sus antagonismos profundamente arraigados y de los ataques llevados a cabo con misiles iraníes contra la infraestructura saudí en fecha tan reciente como 2019. El acercamiento de Arabia Saudita a Irán fue facilitado por China, que recientemente ha trabajado para expandir su influencia en la región. Muchos países árabes han recurrido a China en busca de relaciones comerciales y diplomáticas.

Entonces comenzó la guerra en Gaza, arrastrando a los Estados del Golfo, junto con Egipto y Jordania, más directamente a la dinámica de un conflicto que querían evitar desesperadamente.

Ahora, Jordania se ha encontrado derribando misiles iraníes y luego siendo acusada de defender a Israel.

El domingo, el gobierno de Jordania fue duramente criticado tanto en su país como por parte de los países árabes vecinos por derribar al menos uno de los misiles iraníes dirigidos a Israel. Un ex ministro de Información jordano, Samih al-Maaytah, defendió la decisión.

“El deber de Jordania es proteger sus tierras y sus ciudadanos”, dijo al-Maaytah. “Lo que Jordania hizo ayer fue simplemente proteger su espacio aéreo”.

También dijo que “la posición de Jordania sobre este conflicto es que es entre dos partes por influencia e intereses: Irán e Israel”.

No está claro si el conflicto entre Israel e Irán tensará aún más los vínculos relativamente nuevos entre Israel y algunos Estados árabes. Desde que comenzó la guerra en Gaza, esas relaciones se han enfriado, pero parece que ninguno de los gobiernos árabes que recientemente forjaron vínculos con Israel está dispuesto a abandonarlos por completo.

Dos de los países que firmaron los Acuerdos de Abraham que normalizaron las relaciones con Israel en 2020 (los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin) han detenido en algunos casos acuerdos comerciales o se han distanciado públicamente de ese país desde que comenzó la guerra en Gaza. Y Arabia Saudita, que había estado explorando la posibilidad de una normalización diplomática con Israel, ha insistido en que cualquier acuerdo requeriría la creación de un camino “irreversible” hacia un Estado palestino, una perspectiva poco probable en el actual clima político israelí.

Es probable que ese distanciamiento continúe, dicen los analistas, pero hasta ahora ninguno ha cortado las relaciones con Israel o, en el caso de Arabia Saudita, las ha descartado por completo.

Una de las razones por las que Arabia Saudita ha permanecido abierta a una relación futura con Israel es que ahora más que nunca, los saudíes esperan una garantía de seguridad de Estados Unidos en caso de un ataque de Irán, dijo Yasmine Farouk, académica no residente de la Carnegie Endowment for International Peace, un grupo de investigación de Washington.

“Lo que los países occidentales bajo el liderazgo de Estados Unidos hicieron el sábado para proteger a Israel es exactamente lo que Arabia Saudita quiere para sí misma”, dijo Farouk.

MEDIO ORIENTE

“Relación única” de Israel con Jordania

Un funcionario de la Fuerza Aérea israelí destacó este lunes la “relación única” entre Jordania e Israel, después de que el país árabe ayudara a interceptar algunos de los más de 300 misiles y drones lanzados por Irán contra el Estado judío el sábado.

El funcionario, en respuesta a una pregunta de la prensa, dijo que aviones israelíes maniobraron sobre el espacio aéreo jordano para interceptar los artefactos, y que esto se hizo de manera coordinada.

“Este tipo de coordinación con otros Estados que te permite volar sobre su espacio aéreo... Es una relación única”, explicó durante una rueda de prensa, en la que no quiso dar más detalles sobre su cooperación frente al ataque iraní.

Israel, con ayuda de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y la vecina Jordania, logró interceptar el 99% de los misiles y drones de Teherán, la mayoría fuera del espacio aéreo israelí, de forma que la ofensiva iraní no causó muertos, pero sí dejó herida de gravedad por metralla a una niña de siete años y se registraron daños leves en una base de la Fuerza Aérea en el sur del país.

Irán ha afirmado que la oleada, que incluyó más de 170 drones, 120 misiles balísticos y unos 30 de crucero, es una represalia al ataque del 1 de abril contra su consulado iraní en Damasco, que Teherán atribuye a Israel y que causó la muerte de seis sirios y siete miembros de la Guardia Revolucionaria iraní, entre ellos dos generales.

Irán ha dado por concluida su ofensiva, pero ha avisado que contraatacará si Israel responde.

En este sentido, el funcionario de la Fuerza Aérea dijo ayer que la decisión sobre qué respuesta dar al ataque iraní depende del Gobierno, pero que el Ejército tiene la capacidad de “alcanzar un punto lejano”.

“Ya lo hemos probado en nuestra historia y en el pasado, y es parte de las opciones que hemos puesto sobre la mesa de nuestro Gobierno”, explicó.

Gran parte de la comunidad internacional ha pedido a Israel, explícita o implícitamente, que se contenga, y que opte por el diálogo para resolver las tensiones con Teherán. (EFE)

Iraníes sostienen carteles durante una celebración tras el ataque con misiles y drones de Irán contra Israel
Iraníes sostienen carteles durante una celebración tras el ataque con misiles y drones de Irán contra Israel
Foto: AFP

Además

Israel aplaza la ofensiva militar de Rafah

Israel postergó sus planes para una ofensiva militar en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, mientras el gabinete de guerra discute su respuesta al ataque iraní durante el fin de semana, informaron fuentes israelíes a la cadena CNN. La Fuerza Aérea israelí debía iniciar ayer lunes la dispersión de panfletos en partes de Rafah advirtiendo a la población sobre la ofensiva en esa ciudad donde hay más de un millón de palestinos refugiados, muchos de ellos desplazados por la campaña militar israelí. Según CNN, un funcionario israelí dijo que su Gobierno sigue resuelto a llevar a cabo la ofensiva contra Hamás en Rafah pero “el cronograma de evacuaciones de civiles y de la ofensiva en tierra inminente sigue sin aclararse por el momento”.

Estados Unidos e Israel tienen previsto reunirse esta semana para tratar, como está previsto, alternativas a la invasión terrestre de Rafah, a la que el gobierno de Joe Biden se opone porque podría suponer una mayor crisis humanitaria. Ayer lunes Biden reafirmó su compromiso con las negociaciones para lograr un alto el fuego temporal en Gaza y la liberación de rehenes israelíes.

“Estamos comprometidos con la seguridad de Israel”, dijo antes de una reunión con el primer ministro iraquí, Mohamed Shia, al Sudani. (EFE)

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