ALEMANIA
Instalarán u201ccentros de tránsitou201d para los solicitantes de asilo.
La canciller alemana, Angela Merkel, y su ministro del Interior, Horst Seehofer, desactivaron este lunes la crisis que puso en jaque al gobierno de coalición con un acuerdo in extremis en materia de control de inmigración.
El compromiso alcanzado prevé la instalación de "centros de tránsito" en la frontera entre Alemania y Austria, en los que instalar a los solicitantes de asilo que ya estuvieran registrados en otro Estado europeo, a la espera de su expulsión.
Hasta ahora, los migrantes que solicitan asilo al llegar a Alemania eran repartidos por todo el país hasta que se examinaran sus casos. El nuevo acuerdo pone fin a la tradicionalmente generosa política de acogida de migrantes en Alemania.
Seehofer, ministro y líder de la Unión Socialcristiana (CSU), partido hermano de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, pudo asumir el protagonismo del anuncio del compromiso. Y anunciar a renglón seguido que se mantiene en el cargo, a pesar de que el domingo se mostró dispuesto a irse.
Merkel estimó que lo convenido "va en la dirección de ordenar y gestionar la migración secundaria", y zanjó: "Eso es lo que era y es importante para mí".
Tras la reunión que ambos mantuvieron en Berlín se trasladaron a la sede de la Cancillería para participar en una reunión con el tercer socio de la coalición gubernamental, el Partido Socialdemócrata (SPD), solicitante de esa cumbre. La presidenta del SPD, Andrea Nahles, había advertido que la paciencia de su agrupación tiene un límite y les pidió poner fin al enfrentamiento entre ellos.
Y es que la pugna abierta entre Merkel y Seehofer, amenazó con hacer estallar la coalición que gobierna Alemania desde solo poco más de cien días.
La CSU de Seehofer tiene en el plazo de menos de cuatro meses el reto de afrontar unas elecciones regionales en Baviera en las que los sondeos advierten que podría perder su liderazgo. La amenaza para el partido de Seehofer, más que la afluencia de refugiados a las fronteras de esa próspera y rica región del sur de Alemania, es que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) le arrebate su mayoría absoluta.
Merkel celebró haber alcanzado, "después de unas jornadas difíciles y unas duras negociaciones", un "buen acuerdo" que respeta "el espíritu de cooperación europeo" y al mismo tiempo supone "un paso decisivo" hacia un mejor control de las solicitudes de asilo en el seno de la Unión Europea (UE).
"Tenemos un acuerdo claro sobre la forma de impedir en el futuro la inmigración ilegal en las fronteras entre Alemania y Austria", celebró por su parte Seehofer, poniendo fin a la pulseada que libra desde hace semanas con la canciller Merkel por la política migratoria.
"Este acuerdo muy sólido, que corresponde a mis ideas, me permite seguir dirigiendo el Ministerio federal del Interior", añadió. El domingo, Seehofer había ofrecido su dimisión al considerar que no sería posible alcanzar un compromiso con la canciller.
Finalmente se echó para atrás y propuso un último intento de negociación.
El compromiso también prevé que los migrantes instalados en los "centros de tránsito" en la frontera estarán obligados a permanecer en ellos.
Sus retornos a los países de la UE por los que entraron deberán organizarse en el marco de acuerdos administrativos concluidos con los estados implicados.
Si no se alcanzan un acuerdo, se prevé rechazar a los migrantes "en la frontera germano-austríaca en el marco de un acuerdo con Austria", explica el texto hecho público.