Ante el atentado letal en Alemania del pasado 23/8, los conservadores piden que “se deje de acoger refugiados”

El sospechoso es un sirio musulmán que llegó a Berlín a fines de 2022 y es objeto de una orden de expulsión a Bulgaria, donde debería haber solicitado asilo según las normas de la Unión Europea.

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Joven enciende una vela en monumento para las víctimas del ataque con un cuchillo del 23 de agosto en Alemania.
Homenaje. Joven enciende una vela en un improvisado monumento para las víctimas del ataque con un cuchillo del 23 de agosto.
Foto: Roberto Pfeil/AFP.

AFP
La fiscalía de Alemania ordenó ayer domingo la detención preventiva para un ciudadano sirio por el letal ataque con puñal del viernes en Solingen, un acto reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) que conmocionó al país y avivó el debate político. El sospechoso identificado como el “ciudadano sirio Issa Al H” permanecerá detenido por “fuertes sospechas de pertenencia a un grupo terrorista en el extranjero”, así como por “asesinato” e “intento de asesinato”, declaró la fiscalía federal de Karlsruhe, en el suroeste, encargada de las cuestiones de lucha antiterrorista.

Tras un día huido, este individuo de 26 años se entregó el sábado a las autoridades y declaró, según la policía, “ser responsable del ataque” que dejó tres muertos y ocho heridos, cuatro de ellos graves, el viernes por la noche en una fiesta municipal en Solingen, una ciudad en el oeste del país.

El grupo EI reivindicó la autoría del ataque, afirmando que su objetivo era “vengar a los musulmanes de Palestina y de todas partes”, según un comunicado difundido por su organismo de propaganda Amaq.

El jefe de gobierno Olaf Shcolz visitará hoy Solingen, donde continúan los homenajes a las víctimas. Ramos de flores, velas y mensajes llenan las calles cercanas al lugar de los hechos.

Varios medios de comunicación alemanes indicaron que el sospechoso, que llegó al país a finales de diciembre de 2022, era objeto de una orden de expulsión a Bulgaria, país de la Unión Europea donde se registró su llegada y donde debería haber solicitado asilo según las normas comunitarias.

El vicejefe del gobierno alemán, Robert Habeck, indicó que no figuraba en las listas de extremistas islamistas considerados peligrosos de los servicios de seguridad.

Los fallecidos en el ataque son dos hombres de 56 y 67 años y una mujer de 56. “Fueron ataques dirigidos al cuello” de las víctimas, dijo la policía.

Repercursiones

La ministra del Interior, Nancy Faeser, pidió a los alemanes “permanecer unidos”, denunciando a “quienes quieren sembrar odio”. Sin embargo, el debate político no tardó en avivarse, a una semana de elecciones regionales clave en el este del país, donde el partido de extrema derecha AfD aventaja ampliamente a los partidos gubernamentales en las encuestas.

Robert Habeck propuso endurecer las leyes sobre el porte de armas, declarando en rueda de prensa que “nadie en Alemania necesita armas blancas en público. Esto no es la Edad Media”. Una medida demasiado tímida, según Friedrich Merz, líder de los conservadores de la Unión Demócrata Cristiana (CDU). “El problema no son los cuchillos, sino la gente que los lleva”, afirmó, pidiendo al gobierno que “deje de acoger refugiados” de “Siria y Afganistán”.

La formación AfD atribuyó el ataque a supuestas deficiencias en la política de seguridad regional y federal.

Protestas

Ayer tuvo lugar una manifestación de la Alternativa Joven para Alemania cerca del lugar del ataque, bajo el lema “la remigración (sic) salva vidas”. Varios cargos electos del partido asumen esta ambición de expulsión masiva de extranjeros.

Igualmente miles de personas se manifestaron contra la extrema derecha en Turingia y Sajonia, en el este de Alemania, donde el partido de extrema derecha AfD va en ascenso en los sondeos. Alrededor de “30.000 personas salieron a las calles” de estas ciudades para protestar “contra el extremismo de derecha”, celebró en un comunicado la alianza ciudadana Campact, uno de los organizadores de las protestas.

En Liepzig, en Sajonia, donde se reunieron unas 11.000 personas, manifestantes sostenían pancartas en las que se leían mensajes como “Defender la democracia” o “Los fascistas fuera de nuestro Parlamento”, según periodistas.

Según Campact, 12.000 personas salieron a las calles de Dresde, la capital de Sajonia, y 7.000 manifestantes protestaron en Erfurt, en Turingia.

Estas protestas se producen una semana antes de las elecciones regionales mencionadas, que será realizadas el 1 de septiembre en estos dos estados federados situados en el territorio de la antigua Alemania del este (RDA). El 22 de septiembre, también se celebrarán elecciones locales en Brandeburgo, un estado igualmente situado en la ex RDA.

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