AFP, EFE
Ha aumentado la presión internacional para evitar que los gazatíes tengan que evacuar la ciudad de Rafah en el extremo sur de la Franja de Gaza ante posibles nuevos ataques. Entre los actores que maximizan esfuerzos para que se preserve esta zona amenazada en la que viven 1,4 millones de personas, están Estados Unidos y Gran Bretaña. Por su parte, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, pidió ayer un alto el fuego “inmediato” en la Franja de Gaza, tras siete meses de guerra.

Las tropas israelíes preparan una gran ofensiva terrestre en Rafah, según el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha anunciado, en el entendido de que ese es el último bastión del grupo terrorista palestino Hamás.

“Reitero mi llamamiento, el llamamiento de todo el mundo a un alto el fuego humanitario inmediato, a la liberación incondicional de todos los rehenes y a un aumento inmediato de la ayuda humanitaria”, declaró Antonio Guterres en un discurso en video ayer, ante una conferencia internacional en Kuwait.

“Pero un alto el fuego solo será el comienzo. Será un largo camino para recuperarse de la devastación y el trauma de esta guerra”, añadió durante el evento, en el que donantes se comprometieron a destinar más de 2.000 millones de dólares en dos años para las operaciones humanitarias en Gaza.

El ejército israelí afirmó que sus tropas siguen realizando operaciones “selectivas” en el este de Rafah y que “diez terroristas de Hamás fueron eliminados allí”.

Israel insiste en la necesidad de lanzar una operación en esta ciudad, para acabar con los últimos batallones de Hamás. El ejército israelí también indicó que unos 300.000 palestinos ya salieron desde el lunes de los barrios del este, tras ordenar su evacuación, y añadió que esos lugares fueron “escenario de actividades terroristas de Hamás”.

En ese contexto, el jefe de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, dijo que una ofensiva israelí a gran escala en Rafah contravendría el “derecho internacional humanitario”.

“La situación es cada vez más peligrosa y los bombardeos están cada vez más cerca. No sabemos adónde ir. No hay ningún lugar seguro”, dijo Farid Abu Eida, un desplazado en Rafah ante el llamado israelí.

Las fuerzas israelíes también emitieron órdenes de evacuación para Jabaliya y Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza, donde afirma que Hamás “intenta reconstruirse”, e informaron de una “operación importante en el distrito Zeitun de la ciudad de Gaza.

El grupo terrorista palestino Hamás acusó ayer en un comunicado a Netanyahu, de atacar Rafah para “echar por tierra” las negociaciones sobre una tregua y la liberación de rehenes israelíes retenidos en Gaza desde el 7 de octubre. Asimismo condenó las declaraciones del presidente estadounidense Joe Biden, quien aseguró la víspera que un alto el fuego sería posible “mañana” mismo si Hamás liberara a los rehenes.

Una gran ofensiva de Israel en Rafah provocaría “caos” y “anarquía” pero no eliminaría a Hamás, dado que, tras cierto tiempo, podría darse “el regreso de esta organización islamista”, advirtió ayer el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken, quien señaló que la guerra mató más civiles que miembros terroristas.

El plan de Israel en Rafah “corre el riesgo de provocar enormes daños en la población civil sin resolver sin embargo el problema”, estimó en el canal NBC. “Seguirá habiendo miles de miembros armados de Hamás”, incluso con una intervención en Rafah, declaró Blinken.

“Hemos visto a Hamás regresar a las zonas que Israel liberó en el norte, incluso en Jan Yunís”, ciudad en ruinas cerca de Rafah, aseguró.

Estados Unidos amenazó de manera pública con suspender la entrega de algunas categorías de armas a Israel, por ejemplo obuses de artillería, si este país lanza una gran ofensiva en Rafah, a la que se opone el presidente Joe Biden, aunque aún no le ha cortado ni minimizado este tipo de apoyo.

El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Cameron, opinó ayer que imponer un embargo inmediato en el suministro de armamento a Israel tan solo “reforzaría” al grupo Hamás y no sería una medida “sensata”.

Cuestionado sobre las recientes amenazas hechas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que dijo que su país dejará de enviar bombas y munición de artillería a Israel si lanzan una invasión a gran escala en Rafah, el jefe de la diplomacia británica afirmó a varios medios locales, como el canal Sky News, que “América y el Reino Unido están en situaciones totalmente diferentes”.

“Estados Unidos es un suministrador estatal de armamento masivo para Israel (...) mientras que el Reino Unido proporciona menos del 1 % del armamento de Israel y no es un suministrador estatal”, señaló.

El exjefe del Ejecutivo de Londres recordó además que hace unos meses se vio obligado a declarar un embargo de armamento inmediato y “lo siguiente que ocurrió fue que unos días más tarde se produjo un ataque masivo iraní contra Israel”. “Así que no creo que ese sería un camino sensato”, dijo.

Cameron agregó que sería “una equivocación” que Israel llevara a cabo una ofensiva completa en Rafah sin tener un “plan para proteger a la gente”,

En otro orden de temas, el ministerio británico de Asuntos Exteriores está buscando “urgentemente” más información a raíz de un vídeo divulgado por Hamás en el que ese grupo terrorista palestino afirmaba que un rehén británico-israelí, Nadav Popplewell, ha fallecido en Gaza hace más de un mes. Hamás no aportó ninguna evidencia que corrobore esa afirmación y el ejército de Israel no ha hecho tampoco ningún comentario al respecto.