Ana Swanson / The New York Times
Los aranceles a las importaciones de Canadá y México entrarían en vigor el 4 de marzo “como estaba programado”, dijo el presidente Donald Trump ayer jueves, afirmando que esos países todavía no estaban haciendo lo suficiente para detener el flujo de drogas a Estados Unidos.

China también enfrentará un arancel adicional del 10% la próxima semana, además del 10% que impuso a principios de este mes, escribió el presidente en una publicación en Truth Social.

“Las drogas siguen llegando a nuestro país desde México y Canadá en cantidades muy altas e inaceptables”, dijo. “Un gran porcentaje de estas drogas, muchas de ellas en forma de fentanilo, se fabrican en China y son suministradas por ese país”. Agregó que los gravámenes eran necesarios hasta que el flujo de drogas “se detenga o se limite seriamente”.

En un esfuerzo por frenar el flujo de migrantes y drogas, Trump amenazó a principios de febrero con imponer aranceles a todos los productos procedentes de Canadá, México y China. Pero después de que México y Canadá prometieran medidas como enviar más tropas a la frontera y, en el caso de Canadá, nombrar un “zar del fentanilo”, Trump suspendió sus aranceles durante un mes.

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Luego siguió adelante con la imposición de un arancel del 10% a todos los productos de China, además de los que ya estaban en vigor, lo que llevó a China a tomar represalias con sus propios aranceles a productos de EE.UU.

La imposición de aranceles adicionales a los tres principales socios comerciales del país no haría más que agravar la tensión económica que ha empezado a surgir a raíz de la serie de medidas de Trump. Y sus amenazas han planteado un dilema particular para los funcionarios canadienses, que sostienen que el fentanilo fabricado en Canadá no ha supuesto una amenaza creciente para Estados Unidos.

El año pasado, los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos interceptaron unos 19 kilogramos de fentanilo en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, en comparación con casi 9.600 kilogramos en la frontera con México, donde los cárteles producen la droga en masa. Una comisión del Congreso de 2020 que investigó la reducción del flujo de drogas hacia Estados Unidos concluyó que no se sabía que Canadá fuera una fuente importante de fentanilo o de sus precursores químicos.

México, en cambio, es una fuente importante de envíos de fentanilo. En los últimos meses, el gobierno mexicano ha ampliado sus operaciones contra el estado de Sinaloa, con una oleada de arrestos de alto nivel, redadas en laboratorios de drogas e incautaciones que han sacudido las operaciones del cártel de Sinaloa.

Después de que Trump estuvo a punto de imponer un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas a principios de este mes, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, envió 10.000 tropas de la guardia nacional a la frontera y envió cientos de soldados más al estado de Sinaloa.

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No está claro si esos esfuerzos serán suficientes para apaciguar a Trump. Su publicación de ayer pareció ser un intento de aclarar el momento en que se aplicarán sus diversos aranceles después de que sus comentarios en la Casa Blanca el miércoles sembraran confusión sobre si los gravámenes del 4 de marzo se habían retrasado.

Cuando se le preguntó sobre los aranceles a Canadá y México el miércoles, Trump dijo que seguirían adelante, pero mencionó el 2 de abril, que es cuando dijo que entraría en vigor otro lote de aranceles a varios países, que ha llamado aranceles recíprocos.

Algunos inversionistas interpretaron esas declaraciones como una señal de que el presidente quería seguir retrasando los aranceles relacionados con las drogas y los migrantes, y el valor del peso y del dólar canadiense aumentó. Pero un funcionario de la Casa Blanca aclaró el miércoles que la fecha del 2 de abril se refería a otros aranceles, no a los de Canadá y México.

“La fecha del arancel recíproco del 2 de abril permanecerá en pleno vigor y efecto”, escribió Trump el jueves.

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