OTRO TONO
El objetivo del gobierno de Alberto Fernández es ganar tiempo, mientras intenta explicar a los países miembros del bloque los daños que la apertura comercial desatarían en la frágil economía nacional.
Después de provocar una fuerte tensión dentro del Mercosur, el gobierno argentino bajó el tono de la disputa con el objetivo de acercar posiciones. El país presentará el jueves próximo una propuesta para que Brasil, Uruguay y Paraguay puedan avanzar con los acuerdos comerciales previstas a “ritmos diferenciados”. Continuará, así, en la mesa de negociaciones del bloque regional.
El objetivo del gobierno de Alberto Fernández es ganar tiempo, mientras intenta explicar a los países miembros del bloque los daños que la apertura comercial desatarían en la frágil economía nacional. Fue también un gesto después de las charlas que el mandatario argentino mantuvo esta semana con sus pares de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y el chileno, Sebastián Piñera.
En la reunión de coordinadores nacionales del Mercosur, que se desarrolló el jueves 30 por videoconferencia, Argentina ratificó “lo expresado en la videoconferencia del 24 de abril respecto de la necesidad de avanzar en la búsqueda de soluciones conjuntas que permitan a los países del bloque avanzar a ritmos diferenciados en la agenda de relacionamiento externo, teniendo en cuenta la situación económica interna de la Argentina y el marco internacional”, según expresó la Cancillería en un comunicado oficial.
Ahí se acordó que el martes comenzará un “intercambio de documentos para encontrar el mejor mecanismo que tenga en cuenta los intereses de cada país en las negociaciones externas”, pero remarcó que “la mejor solución siempre será el resultado del acuerdo de todos los miembros”. Y se resolverá dos días después.
Argentina había puesto al Mercosur en una situación de extrema tensión por oponerse al rápido avance en las negociaciones de los acuerdos comerciales en curso y de las futuras negociaciones del bloque.