BCRA
El Banco Central de Argentina estableció que las compras que excedan el cupo de US$ 200 por mes se cancelarán con el cupo de los siguientes meses.
El Banco Central de Argentina (BCRA), que conduce Miguel Pesce, decidió hoy aumentar los controles para la compra de dólares. La entidad monetaria estableció que las compras que excedan el cupo de US$ 200 por mes se cancelarán con el cupo de los siguientes meses hasta ser saldada la diferencia.
Por ejemplo, si se gastaron US$ 1000 con tarjeta de crédito en el exterior, no se podrá comprar dólares en el mercado oficial por cinco meses. Esto incluirá también el pago de servicios del exterior tales como Netflix, Spotify, iCloud y el almacenamiento de Google, entre otros.
Además, se dispuso que habrá una retención del 35% para la compra de dólar ahorro y pagos con la tarjeta por consumos en dólares en el exterior, que aplicará la AFIP. La retención se aplicará sobre el valor del dólar minorista; es decir, $75 más 30% de impuesto PAIS más 35% de retención de Ganancia.
Por otro lado, aquellos beneficiarios de planes sociales no podrán acceder al mercado cambiario.
También se ampliará el parking —el tiempo mínimo que debe mantenerse la tenencia de un activo— a 15 días, lo que desincentivará la operación para los que utilizan esta operación para enviar dólares al exterior, ya que correrá solo para la cotización del contado con liquidación (CCL). El Banco Central de ese país también anunciará que habrán mecanismos de transparencia para operarlos con fines cambiarios.
Asimismo, quien compre dólares en el mercado no podrá operar divisas por el mercado bursátil. En el Banco Central prevén que puede haber ruido con los dólares financieros al comienzo, pero que luego se calmaría, porque los no residentes no podrán operar más con CCL o el MEP, que son los que explican la mitad del mercado, según la entidad monetaria.
Las medidas llegan después que, como explicó días atrás La Nación, el Banco Central llevaba 12 semanas seguidas perdiendo reservas y a un ritmo cada vez mayor y que venía prácticamente duplicándose mes a mes desde julio, pese al cepo y las nuevas restricciones impuestas a la demanda de empresas desde fin de mayo, dejando a la vista una dinámica insostenible, pese a las recurrentes desmentidas oficiales.
Hay que considerar que por esas continuas intervenciones, que apuntaron a mantener bajo control el ritmo de deslizamiento que el Gobierno quiere darle al tipo de cambio oficial (el comercial), significaron un drenaje de US$ 2600 millones en ese corto lapso, según datos oficiales al pasado miércoles.
Se trata del 85% de las reservas líquidas con que contaba y de un 30% de sus reservas netas (sin incluir swap con China, los encajes bancarios ni los préstamos con organismo internacionales) que quedaron a un paso de perforar los apenas U$$ 7000 millones y ya estaban US$ 4500 millones por debajo del nivel que tenían cuando asumió Alberto Fernández.
También fue luego de que fracasara la apuesta del ministro de Economía, Martín Guzmán, quien estaba convencido que el cierre exitoso de los canjes de deuda, por generar un alivio muy considerable en los compromisos de pago del país por varios años, iba a ayudar a atenuar la presión sobre la débil posición que tiene el BCRA.