Argentina y Cuba se trenzan en un cruce de descalificativos: polémico cierre de la cumbre iberoamericana

El evento cerró este viernes sin una declaración oficial debido a la falta de consenso entre los diecinueve países participantes, de los veintidós que conforman el grupo.

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Fotografía de la sesión plenaria de la XXIX Cumbre Iberoamericana
Fotografía de la sesión plenaria de la XXIX Cumbre Iberoamericana este viernes, en el museo Pumapungo en Cuenca (Ecuador).
Foto: Mariscal/EFE.

Agencia EFE
La XXIX Cumbre Iberoamericana, celebrada en la ciudad ecuatoriana de Cuenca, cerró este viernes sin una declaración oficial debido a la falta de consenso entre los diecinueve países participantes, de los veintidós que conforman el grupo, en la que además no ha habido representación de México, Venezuela y Nicaragua.

Todos los países, excepto Argentina, estaban de acuerdo en apoyar un documento que incluía acuerdos en materia de equidad de género, acciones para luchar contra el cambio climático, impulsar la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y condenar el “embargo” comercial de Estados Unidos contra Cuba, entre otros asuntos. Pero el embajador argentino, Eduardo Acevedo, expresó la negativa del Gobierno a suscribir esos y, propuso que firmaran un documento que recogiera sólo las materias de común acuerdo, a lo que se opuso Cuba y el resto de los países.

Las delegaciones de Cuba y Argentina protagonizaron entonces un agrio intercambio de descalificaciones durante la sesión plenaria, al acusar el representante cubano Rodolfo Benítez al Ejecutivo de Milei de “venir a reventar la cumbre”, mientras que el embajador argentino le echó en cara que el régimen de Cuba “viola los derechos humanos”.

El representante cubano acusó a Argentina de pretender hacer fracasar la cumbre al negar el cambio climático y los derechos de las mujeres y pueblos indígenas, pero advirtió que fracasó en ese propósito al quedar aislada de una declaración que han firmado el resto de participantes menos el Gobierno de Milei.

Mientras, el delegado argentino aseguró que su país “no puede permanecer ni permanecerá indiferente ante las violaciones al Estado de Derecho y a los derechos humanos” y “a consideración del Gobierno argentino es Cuba quien tiene que recuperar la democracia y respetar los derechos humanos y libertades de sus habitantes”.

“Ladran, Sancho, señal que cabalgamos”, le espetó Acevedo a la delegación cubana en su réplica durante el rifirrafe en la sesión plenaria de la cumbre.

El embajador repuso además que Argentina estaba dispuesta a aprobar 71 de los 72 párrafos de la (fallida) Declaración de Cuenca y 17 de los 24 comunicados especiales.

“El verdadero motivo por el que Cuba realiza este nuevo ataque tiene que ver con la situación de fondo que mi delegación mencionó”, en alusión a la primera intervención del representante argentino ante el plenario, en la que se mostró muy crítico con las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Acevedo se preguntó cuáles son las acciones que la comunidad iberoamericana está tomando “contra las graves violaciones a los derechos humanos en Cuba, que continúan luego de más de medio siglo de gobiernos autoritarios y represivos”.

“¿Cómo es posible que hagamos silencio ante esta grave situación? ¿Cómo es posible que nos sentemos en la misma mesa debatiendo calendarios y declaraciones sin hacer mención al cerco que se continúa cerrando en Nicaragua sobre la prensa independiente, a la privación de nacionalidad a opositores políticos y la persecución a organizaciones de la sociedad civil?, se cuestionó.

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