Redacción El País
El presidente de Argentina, Javier Milei, decretó ayer miércoles “sujeta a privatización” a la estatal Aerolíneas Argentinas, la mayor línea aérea del país y envuelta desde hace varias semanas en conflictos sindicales.
El decreto señala que desde que la aerolínea volvió a manos del Estado, en 2008, “presentó marcadas pérdidas, las cuales fueron mitigadas” a través de aportes del Tesoro nacional que ascienden hasta ahora a 8.000 millones de dólares y que, “a pesar del grave resultado económico que arroja la gestión de Aerolíneas Argentinas, sus empleados mantienen importantes beneficios que contribuyen a empeorar la situación”.
También sostiene que hay un “sobredimensionamiento de la estructura” de la empresa en comparación con otras compañías aéreas de la región. “Los estados contables de la empresa mantienen un grave déficit que imposibilitan su funcionamiento en condiciones de libre mercado”, afirma el decreto.

El Parlamento analiza dos proyectos de ley para privatizar a la empresa, que tiene 11.386 trabajadores.
El servicio aerocomercial en Argentina está convulsionado por los conflictos sindicales que desde mediados de agosto pasado se suceden en reclamo de mejoras salariales. Las asambleas y huelgas que llevan adelante sindicatos de Aerolíneas Argentinas han provocado centenares de cancelaciones, demoras y reprogramaciones de vuelos domésticos e internacionales, afectando a miles de pasajeros y generando millonarias pérdidas económicas.
Aerolíneas tiene 84 aviones operativos en su flota y acapara el 62% de los pasajeros en vuelos domésticos. (EFE)