Francisco Jueguen, José Del Río, La Nación (GDA)/ Buenos Aires
La aprobación del Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) al programa con el gobierno del presidente Javier Milei fue unánime, como es habitual en este tipo de decisiones. Sí fue claro que el gobierno de Donald Trump jugó un rol clave, sobre todo en el tramo final de un acuerdo con el organismo por el que llegará un desembolso inicial de US$ 12.000 millones (60% del total de US$ 20.000 millones) desde el martes, un día después de que comience a funcionar la acción previa acordada con el FMI: un cambio en cómo se moverá el dólar desde hoy lunes -dentro de una banda de entre $1000 y $1400-, que, estiman, dará más sustentabilidad a la acumulación de reservas del Banco Central (BCRA).
Desde hoy se espera que haya una depreciación inicial del peso. El valor del dólar podría acomodarse en el rango que va desde el centro de la banda al precio de los dólares libres ($1370). Esto apuraría, creen en el mercado y entre quienes conocen el programa bien en detalle, los ánimos de exportadores para liquidar y aportar divisas. Luego ese valor fluctuará en un contexto de un ancla fiscal firme (equilibrio o superávit de las cuentas públicas) y una rigidez monetaria que limita al máximo la cantidad de pesos. En la Casa Rosada, por caso, ven una apreciación -yendo al piso de la banda- en el corto plazo gracias a la cobertura que el Gobierno consiguió para este año -US$ 23.100 millones, incluyendo los fondos del FMI y los que aportarán los bancos multilaterales de crédito-.
Esa solidez de los fundamentos (el ancla monetaria, la fiscal y la recapitalización del BCRA), se prevé, limitaría el traslado del nuevo régimen cambiario a la inflación, a pesar de que quienes desarrollaron el programa entienden que habrá algún impacto en los precios. Sin embargo, los autores del plan creen que la tendencia subyacente de la inflación seguirá un camino de desaceleración en el mediano plazo por tres motivos: la credibilidad que se le dará a la acumulación de reservas, el ancla fiscal y que la base monetaria es hoy la mitad en relación al PBI de lo que fue en promedio en la historia argentina.
“Nunca han visto conjunción de superávit fiscal, cantidad de dinero fija y tipo de cambio libre. Las bandas solo se usan para acotar la volatilidad hasta que el público aprenda a flotar”, escribió Felipe Núñez, asesor del equipo económico de Luis Caputo, citando las palabras del propio Milei en X.
Luego de seis meses de discusiones, el board del organismo que dirige Kristalina Georgieva dio luz verde a un nuevo programa de Facilidades Extendidas (EFF, según las siglas en inglés) a 48 meses por US$20.000 millones y con una tasa de interés de 5,63% anual. Pero el apoyo al país es incluso más amplio, con fondos que llegarán desde el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Más específicamente, el martes llegará el primer desembolso del Fondo de US$12.000 millones. En junio serán US$2000 millones más a lo que se sumarán US$1000 millones en meses posteriores. En total, para 2025 son US$15.000 millones, o sea, un 75% del Programa de Facilidades Extendidas. Ese martes llegarán además US$1500 millones de otros organismos (a lo largo de 2025 habrá US$4600 millones más) y US$2000 millones de un repo (préstamo privado).
Probablemente, la principal señal de apoyo internacional se conozca el mismo día en que comience a funcionar el esquema cambiario. Es que hoy llegará al país el secretario del Tesoro de los EE.UU., Scott Bessent, una figura clave en el elenco de Trump, con una comitiva de empresarios estadounidense y se reunirá con el equipo económico argentino y con Milei. (ver columna)
“Irrelevante”
Caputo repitió a propios y ajenos que “es irrelevante” lo que ocurra con la moneda estadounidense el lunes. “No nos importa lo que pase el primer día porque estamos convencidos de la sustentabilidad del plan. Cuando asumimos muchos empresarios apostaron a un dólar a $3000 y perdieron. Ahora sabemos que no hay ningún fundamento para preocuparse”, afirmó.
El ministro está convencido de que lo que importa son las bases de su plan: el equilibrio fiscal, la cantidad de pesos y ahora la capitalización del balance del Banco Central.
“Lo lógico sería que a futuro nos acercáramos a $1000”, vaticinaron sobre el dólar.
Lo cierto es que hoy el dólar comenzará a flotar en una banda entre $1000 y $1400 que se ajustará 1% por mes de forma divergente. O sea, sus límites se irán ampliando para agrandar el espacio de flotación en el tiempo. Allí dentro, la divisa norteamericana se moverá por oferta y demanda. Afuera de la banda, habrá libre disponibilidad para la intervención -venta o compra de dólares- del Banco Central (BCRA).
Se liberará gran parte del cepo a personas -adiós al dólar ahorro- y a las empresas -podrán girar utilidades de 2025, no las previas, aunque deberán soportar aún restricciones cruzadas-, morirá el blend para el campo y se mantendrá el dólar turista. En el BCRA entienden que los gastos de tarjetas en el exterior deben tener un sobrecargo. Como en Brasil tienen un 8%, en la Argentina mantendrán todavía el 30% de percepción de Ganancias.
Además, Economía, que tiene una meta de superávit fiscal de 1,3% del PBI en la letra chica del acuerdo para este año, subió la apuesta a 1,6%. Eso aspirará más pesos, como también la nueva serie de Bopreales para el stock de utilidades de las empresas. Esto en un contexto de una macro que definen como ordenada y que se remonetiza lentamente, a pesar de que Economía creía que la competencia de monedas -el dólar transaccional- llegaría más rápido. En la Casa Rosada incluso se menciona el temor a una “deflación” si la oferta de pesos sigue cayendo y en tono y forma se muestran convencidos que “esta vez será distinto”.
Secretario del Tesoro de EE.UU. en Buenos Aires
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, viajará hoy lunes a Argentina para respaldar “las reformas económicas” del presidente Javier Milei y estrechar lazos, informó el gobierno estadounidense.
La visita tendrá lugar después de que Argentina y el FMI alcanzaran un acuerdo a nivel técnico para un préstamo de 20.000 millones de dólares, y en medio de una guerra comercial desatada por el presidente Trump.
Bessent tiene previstas reuniones con Milei, su ministro de Economía, Luis Caputo, otros miembros del gobierno y empresarios.Por el momento los socios comerciales de Estados Unidos, con la excepción de China, a la que impuso tarifas aduaneras adicionales del 145% desde que regresó al poder en enero, pagarán un 10% adicional de los gravámenes “recíprocos”. El republicano está dispuesto a negociar este porcentaje país por país. Antes ya impuso aranceles del 25% al acero y al aluminio y otro tanto a los automóviles y sus componentes, que teóricamente quedan fuera de las negociaciones.
Argentina está en una posición privilegiada para hacer ajustes gracias a la buena sintonía entre Milei y Trump. “El presidente Milei ha rescatado a Argentina del olvido económico”, reiteró el Departamento del Tesoro en un comunicado.
Bessent “reiterará el firme respaldo de Estados Unidos a la implementación continua de la sólida agenda económica” de Milei y “alentará a la comunidad internacional a apoyar plenamente sus iniciativas de reforma económica”, añade.
Además se propone estrechar la relación entre ambos países, “más sólida que nunca”, según Washington, sobre todo a nivel económico. Milei apostó por trabajar “hombro con hombro” con Estados Unidos y anunció que modificará la legislación para cumplir los requisitos de los nuevos aranceles de Trump. AFP
Expertos difieren sobre qué cotización alcanzará este lunes el dólar en Argentina: las proyecciones más moderadas oscilan entre los 1.200 y 1.300 pesos por unidad, mientras que otros creen que la divisa ya tocará los 1.400 pesos. Esto implicaría en un solo día un incremento en el valor del dólar de entre el 9% y el 27% y una devaluación del peso argentino de entre el 9 y el 22%, dependiendo del valor final al cierre del mercado, un salto que expertos temen que se traslade rápidamente a los precios de bienes y servicios de la economía real, acelerando la tasa de inflación. EFE
Elecciones en Santa Fe como termómetro político
La fuerza política del presidente Milei, La Libertad Avanza (LLA), enfrentó ayer en una provincia el primer test de un año electoral de medio mandato, en el que puso a prueba su “marca” partidaria.
Al cierre de esta edición, la provincia de Santa Fe elegía a quienes reformarán su Constitución, además de cargos locales. Hace 16 meses, Milei obtuvo allí el 62,8% de los votos en el balotaje que lo llevó a la presidencia.
Con 2,8 millones de votantes, Santa Fe es el tercer distrito electoral de Argentina, representando el 8% del padrón nacional y alberga el tercer polo agroexportador mundial.
Aunque el interés ciudadano en las elecciones era moderado, el resultado es un indicador clave de la fuerza electoral de LLA. Para analistas, estas elecciones no representan un plebiscito para el gobierno, pero sí la primera parada de la carrera hacia los comicios parlamentarios nacionales del 26 de octubre, en los que el gobierno busca aumentar su escueto número de legisladores.
Contabilizado el 42 %del padrón, el gobernador Maximiliano Pullaro (Unión Cívica Radical) rondaba el 41% de los votos, la candidata pro-vida Amalia Granata 13 % y se posicionaba segunda, e iba quedando relegado al candidato libertario Nicolás Mayoraz, lo que de concretarse sería un fracaso para las huestes de Milei en la provincia. EFE, La Nación (GDA)