La Nación/GDA
En el municipio de General Rodríguez, Provincia de Buenos Aires, efectivos policiales e inspectores de tránsito acudieron en la noche del pasado domingo al choque entre un automóvil y una camioneta sobre la ruta 7. El siniestro vial cobró especial notoriedad no solo porque una de las conductoras involucradas fuera una funcionaria de la gestión local visiblemente alcoholizada, algo que corroboró el test que le dio un resultado positivo de 3,21 mg/l de alcohol en sangre, sino porque la mujer intentó, en varias oportunidades, sobornar a los uniformados. “Dale, podemos arreglar”, le insistía a los oficiales.

La subsecretaria de Desarrollo Comunitario de General Rodríguez, Paola Szchur, que ahora quedó desafectada de la comuna, según pudo saber el medio La Nación, conducía un Chevrolet Corsa blanco cuando se cruzó de carril e impactó contra una camioneta. Sin heridos de gravedad, los inspectores y policías que se acercaron al lugar del hecho y se dispusieron a hacerle el test de alcoholemia a la funcionaria. Todo quedó filmado por uno de los testigos que capturó la escena que luego difundió el medio local La Posta Noticias.

“Lo podemos evitar”, balbuceó la mujer. “No puedo; hubo un incidente”, le respondió uno de los inspectores. “¿Cuál?”, contrarrestó la conductora, a lo que el hombre le mostró cómo había quedado su auto (que sufrió importantes daños en la parte delantera). “Pero si es mi auto, nomás”, agregó Szchur.

“Dale, dale, dale. Escuchame. Podemos evitarlo, ¿no?”, insistió la automovilista y abrazó al oficial. El inspector solo quería que la mujer, que se reía, soplara en el aparato que mide el nivel de alcohol en sangre, algo que se le dificultaba. “Dale, podemos arreglar”, volvió a decir mientras llevaba a cabo el test de manera indebida. Como la entonces funcionaria hacía mal el procedimiento en el alcoholímetro, el oficial le advirtió, con mucha paciencia: “Una más y lo tengo que dar como positivo, ¿sabe?”. El resultado fue positivo: 3,21 mg/l de alcohol en sangre.

Los oficiales lograron que la mujer retirara algunas pertenencias del rodado para llevarla hasta la comisaría, donde esperaría un médico pericial que corroborara su estado de salud.