EFE, La Nación/GDA
Decenas de miles de personas marcharon ayer lunes en Buenos Aires junto a las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo bajo la consigna “Memoria, verdad y justicia”, a 49 años del golpe de Estado que dio lugar a la última dictadura militar (1976-1983), en un acto en el que también se criticó al gobierno de Javier Milei. También ayer, la Casa Rosada difundió un video en el que se cuestiona la cifra de 30.000 desaparecidos y se pide “memoria completa” sobre los hechos.
En la calle, organismos defensores de los derechos humanos, partidos políticos opositores, sindicatos y movimientos sociales y de estudiantes convocaron a la marcha que bloqueó el centro de Buenos Aires en un día feriado en Argentina.
Al grito “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza” las columnas saludaron el paso de integrantes de la organización que todavía busca a sus hijos desaparecidos.
Organismos de derechos humanos cifran en 30.000 los desaparecidos, en tanto Abuelas de Plaza de Mayo buscan a unos 400 niños que fueron robados al nacer durante el cautiverio clandestino de sus madres.
Desde el escenario, montado de espaldas a la Casa Rosada, a las 16:30, Elia Espen, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, y Taty Almeida (Madres de Plaza de Mayo) fueron los oradores. Colaboraron con ellos en la lectura del discurso las dos locutoras del acto: Nora Anchart y Liliana Daunes.

Recordaron que se cumplen 49 años del inicio del “golpe genocida” y leyeron un discurso que advertía: “No olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos”.
“En esta larga lucha llevamos 139 casos resueltos. Hace apenas dos meses restituyeron la identidad de un nieto y una nieta que nunca habían sospechado de su origen. Necesitamos de toda la sociedad para encontrarlos a todos, nunca es tarde”, dijo Carlotto.
“El Estado debe garantizar la restitución de nietas y nietos”, agregó. “La apropiación es una desaparición forzada y hasta tanto no se conozca la verdadera identidad, se sigue cometiendo”.
Además, destacó que Abuelas de Plaza de Mayo ya tiene “139 casos resueltos” y pidió apoyo de la sociedad para la búsqueda del resto de los niños apropiados durante la dictadura de 1976-1983. Luego de su mensaje, las locutoras reclamaron justicia para casos como el de Julio López, y exigieron “libertad a Milagro Sala y todos los presos políticos”.
A su turno, Pérez Esquivel inició su discurso sin leer el documento. Se permitió “una licencia” y entonó un fragmento de la canción “La memoria”, de León Gieco. Luego, ya con la lectura del texto acordado, criticó al Gobierno por “la destrucción de la salud pública” y llamó a la “defensa de la educación pública, gratuita y laica”. También pidió el cese de “la militarización de los territorios” y que se respete a los pueblo originarios.

“¡Cárcel común, perpetua y efectiva a todos los genocidas y partícipes civiles! ¡Basta de prisiones domiciliarias para los genocidas!”, fue otro de los reclamos del discurso, en ese caso, pronunciado por Elia Espen, quien pidió, además, la “urgente desclasificación de todos los archivos de todas las áreas del Estado desde 1974 a 1983″, una medida que horas antes había sido anunciada, sorpresivamente, por el gobierno.
En el discurso, Espen leyó que la desclasificación era necesaria “para poder avanzar con las investigaciones de los responsables de estos crímenes, el destino de los hijos e hijas de los detenidos desaparecidos apropiados durante el cautiverio de sus madres y el destino de los y las compañeras detenidas desaparecidas que todavía nos faltan”. Y afirmó: “Seguimos exigiendo que nos digan dónde están”.
Entre la multitud abundaron carteles “contra el negacionismo del gobierno” de Milei, cuyo férreo ajuste económico diezmó decenas de empleos en la secretaría de Derechos Humanos y en los sitios de memoria donde funcionaron cárceles y centros de tortura.
“Milei, basura, vos sos la dictadura”, corearon los manifestantes con banderas argentinas y pañuelos con la leyenda “Nunca más”.
“Hoy siento que tenemos que estar acá más que nunca para que no se pierda la memoria del horror que vivió Argentina, no se puede negar la historia”, dijo a la AFP María Eva Gómez, empleada de comercio de 57 años que marchó con su marido y sus tres hijos adolescentes.
“Hay gente que dio su sangre inocentemente por hacer reclamos y nosotros estamos en una democracia que nos costó mucha sangre inocente, la única forma de mantenerla es teniéndolo presente”, agregó.

La marcha se desarrolló en forma pacífica y sin la intervención de la policía, que se abstuvo de aplicar un polémico protocolo de seguridad antipiquetes, cuyo despliegue en una protesta de jubilados semanas atrás causó graves incidentes y dejo un fotógrafo, Pablo Grillo, con fractura de cráneo por un disparo policial de gas lacrimógeno.
“¡Fuera Bullrich! ¡Derogación del protocolo antipiquetes inconstitucional!”, dijeron desde el escenario. El padre de Pablo estaba en la plaza y se retiró luego, porque se acercaba el horario de visitas en el hospital en el que se encuentra internado.
La manifestación fue más numerosa que la misma convocatoria del año pasado, la primera durante la gestión libertaria, puesto que las columnas llenaron las diagonales Norte y Sur hasta la avenida 9 de Julio aunque sin la densidad que se constató en la Plaza de Mayo. Allí, los organizadores afirmaron que hubo 400 mil asistentes, aunque otras estimaciones calcularon menos de la mitad.
Milei, en Olivos
Milei trabajó ayer en la residencia oficial de Olivos. El presidente, según pudo saber La Nación de fuentes muy cercanas, empezó antes del mediodía con varios encuentros y tenía previstas en agenda una serie de reuniones con distintos miembros de su gobierno. Se mantuvo así lejos de los duros mensajes que salieron desde la Plaza de Mayo, a metros de una Casa Rosada prácticamente vacía.
Se difundió un video con una alocución del escritor Agustín Laje
En el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, horas antes de la marcha, el gobierno de Javier Milei difundió un video en el que reivindica la necesidad de construir una “memoria completa” sobre los hechos ocurridos entre las décadas de 1970 y 1980. La publicación se hizo a través de la cuenta oficial de la Casa Rosada en redes sociales y fue replicada por el presidente. La pieza audiovisual tiene al escritor libertario Agustín Laje como narrador y se centra en sostener que la política de derechos humanos aplicada desde el regreso de la democracia sirvió como “herramienta de adoctrinamiento” y que generó un “modelo de impunidad selectiva”.
Laje, un divulgador cercano al presidente, sostiene que a lo largo de los años se llevó a cabo “un proceso de destrucción de la verdad histórica con fines partidarios, ideológicos y económicos”. El joven, de 36 años, indica que en el siglo XXI las nuevas generaciones fueron “adoctrinadas” bajo la “teoría del demonio único” en la que se desconoce el accionar y las responsabilidades de las organizaciones guerrilleras durante los años previos a 1976 y que la historia se centra únicamente en los crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas a partir de su llegada al poder. El video también aborda los 30.000 desaparecidos y considera que la cifra fue sostenida por “intereses políticos, ideológicos y económicos”.
Anuncian desclasificación documentos sobre la dictadura
En el marco de un nuevo aniversario del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el gobierno argentino desclasificará todos los archivos vinculados con el accionar de las Fuerzas Armadas durante la última dictadura cívico-militar.
“En nuestro compromiso inclaudicable con los derechos humanos, contar la historia completa es tarea crucial”, dijo. La medida se basa en el Decreto 4/2010, que había firmado la expresidenta Cristina Kirchner en 2010 y que, según el portavoz, “nunca había sido implementado en su totalidad”. “Ordenamos la desclasificación total de toda la información vinculada al accionar de las fuerzas, así como toda otra documentación producida en otros períodos pero relacionada”, detalló el funcionario en un mensaje grabado ayer lunes por la mañana. Indicó, además, que la información que hasta el momento estaba en manos de la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) ahora estará bajo el control del Archivo General de la Nación. “El accionar de las fuerzas en la última dictadura pasará a estar al servicio de la memoria y no del accionar político.

Durante décadas los archivos permanecieron en las sombras y todos los gobiernos de turno tuvieron acceso; pesar del eslogan vacío, fueron utilizados como botín de guerra vaya saber cómo”, dijo. A su vez, destacó que esta no es la primera vez que un país implementa este tipo de medidas. “Muchos países avanzaron en otros procesos de desclasificación y la Argentina no puede quedar rezagada en este proceso”, remarcó e hizo alusión a la decisión del gobierno de Donald Trump, en EE.UU. de abrir al público una serie de archivos del FBI que incluían información que iba desde crímenes de guerra hasta el asesinato del entonces presidente John F. Kennedy.
De hecho, en diciembre, con la firma del expresidente Luis Lacalle Pou y todos sus ministros, se reglamentó la ley en Uruguay que hará disponible al público general los documentos relativos a la última dictadura militar.
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