Con información de La Nación/GDA
El 18 de enero de 2020 el joven Fernando Báez Sosa fue asesinado a golpes en la ciudad balnearia de Villa Gesell, un caso que conmocionó a Argentina y que tuvo trascendencia en los países de la región. "Para organizar ese viaje, el grupo de amigos usó su chat habitual de WhatsApp, llamado “Los Desboca3″. Como parte de los preparativos, se dieron extensas discusiones sobre plata, mujeres y la compra del alcohol", informó este jueves el canal argentino Todo Noticias, que dio a conocer algunos mensajes hasta ahora no revelados.

Ocho jóvenes fueron condenados por este crimen. Máximo Thomsen, de 24 años; Luciano Pertossi, de 22; Ciro Pertossi, de 23; Enzo Comelli, de 23, y Matías Benicelli, de 24, fueron sentenciados a prisión perpetua; y Ayrton Viollaz, de 24 años; Lucas Pertossi, de 24, y Blas Cinalli, de 22, a 15 años de prisión.

A cuatro años del crimen, se conoció contenido del grupo de Whatsapp en el que se organizó la salida de amigos que terminó en el ataque a Báez Sosa.

En este grupo, reconstruido por el canal argentino Todo Noticias (TN) los jóvenes discuten sobre el encuentro que tendrán al interior del baile, comparten un video cuando ya están adentro y otro de cuando son sacados por la seguridad. Además, se ve un fragmento de video de lo que fue la golpiza a Báez Sosa.

"Amigo estoy acá cerca, donde está el pibe y están todos ahí a los gritos. Está la policía, llamaron a la ambulancia. Caducó", dice Lucas Pertossi en uno audio a las 4.54 de la madrugada. Menos de una hora después, los jóvenes envían fotos comiendo en un McDonald's y coordinan su reencuentro en la casa que alquilaron. "Eu amigo, dejen de lorear que están preguntando los otros pibes qué onda si nos peleamos", escribió Matías Benicelli. "Amigo, no se cuenta nada de esto, a nadie", le respondió Lucas Pertossi en un audio, a lo que Benicelli escribió: "Ya contaron, porque Santino está preguntando qué onda que nos peleamos. Son re loros, amigo".

Los últimos chats son de Pertossi y Blas Cinalli sobre las 10.00 de la mañana, advirtiendo que hay policías afuera.

Fuente: Tomas Cuesta, La Nación/GDA.

“Los ocho jóvenes condenados por el homicidio de Báez Sosa se encuentran distribuidos en cuatro celdas contiguas con capacidad para dos personas cada una. Al igual que el resto de los detenidos, pueden usar el patio de recreación. Tienen permitido cuatro horas de patio por día, puede ser de mañana o de tarde. Juegan al ajedrez y a otros juegos de mesa. Dos veces por semana tiene habilitada la visita a la biblioteca de la alcaldía”, explicaron a La Nación fuentes oficiales.

Los voceros consultados agregaron: “Desde el momento del ingreso en la alcaldía, se les efectúa un seguimiento médico y psicológico por los profesionales correspondientes. Todos mantiene un perfil muy bajo, y se comportan con respeto hacia el personal”.

Hoy los ocho amigos, están a la expectativa del fallo del Tribunal Casación Penal bonaerense que debe resolver la apelación a la condena presentada por su abogado, Hugo Tomei.

“Tenemos preocupación por el tiempo que lleva el Tribunal de Casación Penal bonaerense sin resolver y por los comentarios que recibimos de que los magistrados estarían evaluando la edad de los condenados, pensando que es muy fuerte tener por delante una pena de esta magnitud”, sostuvo en diálogo con La Nación el abogado Fernando Burlando, quien junto con sus colegas Fabián y Facundo Améndola y Germán Facio, representan a Silvino Báez y Graciela Sosa, los padres de la víctima.

Foto: La Nación/GDA.

También los condenados aguardan atentos la resolución del tribunal de alzada. Allegados a Thomsen afirmaron a la agencia de noticias Télam que el joven está “muy preocupado” por supuestas “presiones” sobre la Justicia. Esa alarma se encendió sobre todo después de la reunión que los padres de la víctima mantuvieron con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Tras el encuentro, la funcionaria afirmó: “Silvino y Graciela están en un momento procesal importante. Han recibido mensajes y rumores de que los condenados podrían quedar todos libres. Tienen una sensación de que podría haber impunidad. Es un caso que tuvo una condena concreta, fuerte y ejemplar. Estoy convencida de que la Justicia va a seguir ese camino”.

Para hoy, en el cuarto aniversario del homicidio, los padres de la víctima convocaron a una oración interreligiosa “por la paz, la Justicia y la no violencia” en las escalinatas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para recordar a su hijo.

Los cinco condenados a prisión perpetua fueron encontrados culpables por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari, integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Dolores, del delito de homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves [por los golpes que recibieron los amigos de Fernando].

Los otros tres, para los magistrados, fueron “partícipes secundarios” de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves”.

En un escrito de 140 páginas, el abogado de los jóvenes solicitó que Cinalli, Viollaz y Lucas Pertossi sean absueltos, y que Thomsen, Comelli, Benicelli y los hermanos Luciano y Ciro Pertossi, los cinco condenados a prisión perpetua, reciban una pena de entre dos a seis años de cárcel, al sostener que se debe encuadrar el crimen en un “homicidio en riña o agresión tumultuosa”