La Nación GDA
En medio de un récord de contagios y muertes por dengue en el país, el ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, les pidió a los gobernadores que se hagan cargo de la fase operativa en la campaña y denunció que el Gobierno sufre “presiones de los laboratorios”.
“¿A usted no le llama la atención que hace cuatro días que estoy en cadena nacional, desde las 7 hasta las 23? Porque aprietan. Aprietan los laboratorios, la casta. Entiendo que es multicausal y no es mi responsabilidad determinar por qué. Pero tenemos que empezar a hablar con la verdad. Es mejor decir una verdad incómoda: hay intereses. El Presidente está convencido de lo que hacemos y las decisiones que vamos a tomar en el área de salud tienen que ver con la evidencia científica que tenemos en este momento para tomar decisiones, no con aprietes”, dijo anoche el funcionario respecto a la decisión del Ejecutivo de no avanzar con la vacuna contra el dengue hasta tanto no haya evidencia científica.
El funcionario apuntó, en particular, contra el gobernador Axel Kicillof a quien calificó de ser “la representación de la casta”, acusó a la “prensa kirchnerista” y criticó la gestión de Alberto Fernández durante la pandemia del Covid. “Hacían conferencias de prensa con 26 infectólogos y un payaso. Pueden estar en desacuerdo con cómo comunicamos, pero la información que tienen es la que damos nosotros”, dijo Russo. Además, denunció que el gobierno anterior no dejó repelentes. “Se ve que esa no era la prioridad”, indicó.
En diálogo con TN, Russo dijo que el Estado “es un gran comprador de los laboratorios”. “Antes, el Ministerio de Salud era el supermercado de los gobernadores y los municipios. Nosotros vinimos a romper ese estatus quo”, precisó.
En esa línea, volvió a insistir en que los funcionarios provinciales deben hacerse cargo de la prevención de la enfermedad. Y, expresó: “No es que nos corremos de nuestra responsabilidad: la salud no escapa a la realidad nacional, pero allí también hay intereses”.
En cuanto a la problemática, Russo sostuvo que Milei le dio la orden de vacunar siempre y cuando haya evidencia científica. “Lo que nosotros decimos, para que quede bien claro, es que la vacuna es segura y eficaz. Ahora bien, yo soy el Ministro de Salud y tengo la responsabilidad de tomar una determinación acerca del calendario nacional de inmunización en la Argentina. Lo único que nosotros dijimos es lo que dijo la OPS y lo que nos aconseja la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN), lo que nos dicen nuestros expertos y lo dice todo el mundo: la vacuna no es una herramienta validada para mitigar el brote”.
La vacuna aún se encuentra sometida a estudios en pos de determinar su efectividad. “El objetivo es recolectar la evidencia suficiente, junto a la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) y la Organización Panamericana de Salud (OPS), que permita determinar un programa de inmunización focalizada y por rango etario, que sea seguro y efectivo”, detallaron días atrás en un comunicado desde la cartera de Salud.
El funcionario mencionó entonces que el inoculante se está probando en diferentes territorios y que se evaluará en adelante en base a la experiencia. “La responsabilidad de indicar una vacuna es mayúscula”, dijo Russo. Y reflexionó: “Entonces, ahí vuelvo a lo primero, la casta tiene unos tiempos, la industria tiene unos tiempos, y la política tiene unos tiempos, que la ciencia no los tiene”.
Falta de repelentes
El Gobierno decidió levantar trabas a la importación de repelentes para insectos por la alta demanda y la falta de stock en farmacias y comercios. La administración de Javier Milei lo anunció a través de un comunicado. Se les exceptuará el cobro del Impuesto al Valor Agregado (20%) y la retención del Impuesto a las Ganancias (6%).
A partir del lunes próximo y por el plazo de un mes, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aplicará una vía de excepción en los controles para el ingreso de repelentes al país dado el faltante de esos productos en plena epidemia de dengue. Aun sin restricciones a la importación del producto final y del insumo principal (DEET), la empresa que concentra alrededor del 80% del mercado no tenía capacidad instalada para responder a la demanda, según informó, ni planificó cómo compensarlo para evitar la escasez durante el fin de semana XXL y que aún continúa.
Ante el récord de casos de dengue, la demanda de repelentes se multiplicó por tres o cuatro y la oferta disponible en los comercios no alcanza a ser cubierta por las tres principales empresas fabricantes, que concentran más del 90% de las ventas.
En los supermercados aseguran que están negociando con las principales marcas del rubro para incrementar sus compras, pero explican que no se trata de un efecto inmediato. “Hoy estamos vendiendo un 250% más de repelentes que en marzo del año pasado, con lo cual nos resulta muy difícil atender a toda la demanda”, explicaron en una cadena.
Para producir repelentes es necesario un componente activo llamado DEET, que no se produce en el país, sino que es importado, principalmente desde Japón y China. Desde una cadena ya habían indicado en enero, cuando empezó a sentirse más fuerte el brote de dengue, que las trabas a la importación del gobierno anterior habían generado un problema de abastecimiento del activo, que impactó en la producción.
Ahora, desde la Cámara Argentina de la Industria de Productos de Higiene Personal, Cosmética y Perfumería (CAPA) indicaron incluso que hay un problema de faltante global del activo. El brote de dengue también afecta a países como Uruguay y Brasil, que también lo importan.
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