Redacción El País
El Gobierno de Javier Milei sufrió otro revés en el Congreso tras la decisión del Senado de rechazar por mayoría el decreto de necesidad y urgencia (DNU). El presidente argentino lo interpretó como un intento de “socavar” su gestión, en particular, el Pacto de Mayo -que contiene una decena de compromisos económicos y políticos- que propuso él mismo como una señal de consenso con la oposición. Milei expresó, además, que la política eligió el camino del “conflicto”, lo que podría interpretares como una advertencia. En su discurso en el Congreso del 1° de marzo, avisó: “Si quieren conflicto, van a tener conflicto”.

“Resulta imposible interpretar esta decisión de otra manera que como un intento de socavar el Pacto de Mayo, el Gobierno Nacional y el cambio elegido por los argentinos”, señala el comunicado de la Oficina del Presidente emitido el mismo jueves.

El Senado rechazó el mega decreto por 42 votos en contra del instrumento firmado por Milei, 25 a favor y cuatro abstenciones, y ahora será girado para su tratamiento a la Cámara de Diputados, por lo que de momento el decreto sigue vigente. Si la Cámara Baja también lo rechaza, quedará anulado. En la votación en el Senado, el rechazo vino del bloque peronista, legisladores de fuerzas provinciales y algunos miembros de la Unión Cívica Radical.

“El presidente de la Nación desea destacar la labor de los senadores nacionales de La Libertad Avanza, del Pro, y especialmente de la mayoría absoluta de los senadores de la Unión Cívica Radical, quienes han dado la lucha en defensa de la libertad de los argentinos, a pesar de conocer de antemano el resultado negativo”, indicó la Oficina del Presidente.

Pero además, el episodio hizo resurgir los cortocircuitos entre el mandatario y la titular del senado y vicepresidenta Victoria Villarruel, que ponen de manifiesto, una vez más, las diferencias entre ambos.

La sesión del jueves fue convocada por Villarruel, después de que senadores opositores pidieran tratar el DNU en el pleno. Hubo críticas puertas adentro del oficialismo por la decisión de Villarruel de convocar a la sesión en vez de esquivar la maniobra opositora.

“Fue una decisión unilateral del Senado”, dijeron fuentes de la Casa Rosada a La Nación. “Puso el gancho”, dijeron. “Por acción u omisión, lo hizo. O se vio en un compromiso”, agregaron, según consignó ayer el mismo medio. Además, según pudo reconstruir La Nación, Villarruel no solo no consultó, sino que tampoco explicó al presidente las razones de su decisión.

Después de la votación, en un mensaje grabado que difundió en redes sociales, Villarruel aseveró que su “compromiso” con Milei es “inclaudicable” y que ha trabajado con él “espalda con espalda, a pesar de los incansables intentos por dividirnos”, dijo.

Pero el comunicado que publicó la Oficina del Presidente expresaba un velado malestar hacia la vice.

Foto: La Nación (GDA)

“El potencial rechazo del DNU, que actualmente se encuentra próximo a una definición de la Corte Suprema de Justicia, conllevaría un grave retroceso a los derechos y necesidades del pueblo argentino, implicando por ejemplo la ley de alquileres, el retorno de un sistema rígido de obras sociales sindicales, el sostenimiento del modelo corrupto de los Registros Automotor y la anulación de la política de cielos abiertos entre otras”, dice el comunicado.

En este documento, se manifestaba “preocupación por la decisión unilateral de algunos sectores de la clase política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta”.

En esa línea, desde el Poder Ejecutivo pidieron a los legisladores no dejarse “cautivar por el canto de sirena de quienes pretenden anotarse victorias a corto plazo en detrimento del futuro de los 45 millones de argentinos”. Estos párrafos se interpretaron como una indirecta hacia la vicepresidenta.

No obstante, ayer, en la previa a la sesión del Congreso, después de un desayuno con el presidente, el vocero presidencial Manuel Adorni buscó despejar los rumores de interna al decir que en el Gobierno se sentían “sorprendidos por la mala lectura que hubo del comunicado”, el cual, según dijo, fue “dedicado a toda la clase política”, y no a Villarruel en particular.

“El cañonazo fue a la casta, no a Victoria”, afirmó el mismo Milei en Radio La Red luego del rechazo parcial del decreto.

Pero para entonces ya se había producido en los medios de comunicación declaraciones de políticos muy cercanos a Milei que apuntaban directamente a la vicepresidenta.

El diputado José Luis Espert, quien se incorporó oficialmente a La Libertad Avanza y fue un actor clave en el Gobierno para el tratamiento de la finalmente frustrada Ley Ómnibus, no supo responder a la pregunta de si Villarruel buscaba desestabilizar al Ejecutivo tratando el DNU 70/2023 en el Senado. “No lo sé. A la luz de esto, me genera dudas”, admitió.

Las tensiones entre Milei y su vice se remontan a antes de asumir alrededor de las áreas de Seguridad y Defensa, en las que Villarruel buscaba incidir con las elecciones de los nombres, que luego terminaron en manos de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el ministro de Defensa Luis Petri.

En cuanto al episodio de la suba de salarios de legisladores, a fines de la semana pasada, Villarruel se mantuvo en silencio público y se dejó trascender su malestar con la situación. Según consignó La Nación, en las filas libertarias no podían creer que la funcionaria no hiciera una sola mención en público explicando la situación. (Con información de La Nación/GDA)