Enviada a Buenos Aires
Argentina volvió a vivir una jornada electoral sorpresiva. Sergio Massa (Unión por la Patria) cosechó la mayoría de los votos y Javier Milei (La Libertad Avanza) quedó en segundo lugar. Los candidatos se enfrentarán el 19 de noviembre en el balotaje que definirá quién será el próximo presidente de la Nación.
Sergio Massa | Unión por la Patria | 9.645.983 | 36.68 |
Javier Milei | La Libertad Avanza | 7.884.336 | 29.98 |
Patricia Bullrich | Juntos por el Cambio | 6.267.152 | 23.83 |
Juan Schiaretti | Hacemos por Nuestro País | 1.784.315 | 6.78 |
Myriam Bregman | Frente de Izquierda | 709.932 | 2.70 |
Votos en blanco | ———— | 554.161 | |
Anulados | ———— | 224.864 | |
Total de votos | ———— | 26.845.879 | |
Hora de actualización | 9:40 | ||
Mesas escrutadas | 98,51% | ||
Ocultar en home | s |
Con más del 97% de las mesas escrutadas, el ministro de Economía cosechaba el 36,5% de los votos, mientras que el libertario, el 30%. Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) quedó en tercer lugar con el 23%, un número que representa la brutal caída de Juntos por el Cambio. Más atrás quedaron Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País), con 6,8%, y Myriam Bregman (Frente de Izquierda), con 2,6%.
En su discurso, donde se lo vio notoriamente emocionado, Massa envió señales a los indecisos, a los disconformes, a la izquierda de Bregman e incluso a los radicales. “La grieta se murió y empieza una nueva etapa”, sentenció. Milei, por su parte, intentó tender puentes con Juntos por el Cambio.
“Sé que muchos de esos que nos votaron son los que más están sufriendo. No les voy a fallar”, afirmó Massa desde un escenario en su búnker, ubicado en un edificio en la intersección de las avenidas Corrientes y Dorrego, en Chacarita. Cientos de militantes lo escuchaban dentro del recinto y miles lo hacían desde afuera, frente a la pantalla dispuesta sobre Dorrego. La sensación de alegría se mezclaba con la de alivio entre los votantes de Unión por la Patria. “La Argentina acaba de decir que los derechos no se negocian. Que la salud seguirá siendo pública y la educación también. No hay cabida para el odio”, dijo a El País Paula, una militante de 29 años. “Es un alivio en el alma”, agregó, a su lado, su compañero.
“Quiero esta noche también hablarle a los argentinos y argentinas que fueron al cuarto oscuro, pero que votaron en blanco. Quiero hablarle a los argentinos que, a lo mejor, con desesperanza o bronca, se quedaron en sus casas”, siguió el ministro-candidato. “A los que eligieron a Myriam (Bregman), a Juan (Scharetti). Quiero hablarle a esos miles y miles de radicales que lo largo y ancho de Argentina comparten con nosotros valores democráticos como la educación pública, la independencia de poderes, la construcción de valores institucionales que la Argentina merece y se merece”, agregó, ante el clamor de su militancia.
“Pero también a aquellos que eligieron otra opción pensando en la necesidad de tener una Argentina en paz, con orden”, siguió Massa, en una referencia velada a Bullrich. “Una Argentina sobre la base de construcción de valores democráticos, de respeto a las instituciones, sin incertidumbre y con certezas. A todos esos quiero decirles que voy a hacer el mayor de los esfuerzos en los próximos 30 días para ganarme su confianza”, sostuvo. Tras esa última frase, más de un militante dejó caer una lágrima.
Ningún dirigente kirchnerista subió al escenario. Massa invitó a Agustín Rossi, candidato a vicepresidente, y a las familias de ambos. No estaban ni Axel Kicillof -reelecto gobernador de Buenos Aires- ni el diputado Máximo Kirchner ni el ministro de Interior Eduardo “Wado” de Pedro.
Massa se refirió también a la educación y a la salud pública, trazando una línea con su competidor, a quien no nombró ni una vez.
Milei había hablado minutos antes en el escenario montado en la puerta del Hotel Libertador, en microcentro. Su discurso y el de Massa fueron antagónicos. “Tenemos que trabajar juntos para terminar con el kirchnerismo”, afirmó Milei, tendiendo así un puente con Juntos por el Cambio.
Sus seguidores estaban allí desde temprano. Eran cientos, pero mermaron desde que se corrió la voz de habría balotaje. Algunos habían ido a saludar a Milei a su circuito de votación -donde el libertario no pudo dar la conferencia de prensa debido a la multitud que lo acechaba- y luego al hotel. “Ganamos en primera. 45% mínimo”, vaticinó un joven militante que vendía remeras con la cara de su líder. A su lado, un vendedor promocionaba sus sánguches de milanesa a “1 dólar con 50 o 1500 pesos”.
Milei habló después de Bullrich y antes que Massa. “Hace dos años si nos hubieran dicho que íbamos a estar disputando una segunda vuelta con el kirchnerismo por la presidencia, no lo hubiéramos creído. Estamos verdaderamente ante un hecho histórico. No dejemos de tener real magnitud ante el evento histórico”, enfatizó al comenzar.
“Quiero que tomen conciencia que hoy quedamos ante la elección más importante de los últimos cien años. Una elección que nos va a plantear si queremos continuar con este modelo que el kirchnerismo defiende o si queremos volver a abrazar las ideas de la libertad, que son las que hicieron grande a la Argentina en el siglo XIX”, siguió el candidato libertario.
Se murió la grieta. Voy a convocar a un Gobierno de unidad nacional como presidente, convocando a los mejores, sin importar su fuerza política
En otro intento de acercamiento, envió un saludo al candidato a jefe porteño, Jorge Macri. “Quiero aprovechar para saludar a Jorge Macri, que hizo una gran elección en la Ciudad de Buenos Aires y tiene por delante un balotaje con el kirchnerismo, igual que el que tenemos nosotros”, indicó, en referencia a la batalla que librará el primo del expresidente contra Leandro Santoro, de Unión por la Patria.
Estoy dispuesto a barajar y dar de nuevo para terminar con el kirchnerismo. Todos los que queremos un cambio tenemos que trabajar juntos
“La campaña hizo que muchos que lo que queremos un cambio nos viéramos enfrentados, por eso vengo a dar por terminado ese proceso de agresiones y ataques”, siguió. “Estoy dispuesto a hacer tabula rasa, barajar y dar de nuevo, para terminar con el kirchnerismo”, agregó en otro llamado al Pro, con quien deberá reconciliarse después de las numerosas chicanas a Bullrich.
Pasadas las 12 de la noche, solo quedaban los empleados de la ciudad limpiando la calle frente al hotel Libertador. En Chacarita, la gente se rehusaba a abandonar la fiesta.