En lancha: así llegaban desde Uruguay los delincuentes que intentaron un nuevo "robo del siglo" en Argentina

A partir de imágenes de cámaras de seguridad, los investigadores pudieron identificar a Alejandro Israel Rosendo López, el “lanchero” que trasladaba desde Uruguay a los integrantes de la banda.

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Banda de ladrones hizo un túnel para robar la sucursal San Isidro del Banco Macro
Banda de ladrones hizo un túnel para robar la sucursal San Isidro del Banco Macro
Foto: Fabián Marelli/La Nación/GDA

Gabriel Di Nicola, La Nación/GDA
En lancha, cargados con bolsos. Así fueron filmados los integrantes de la banda que hizo un túnel de 155 metros de largo y 4,35 de profundidad en pleno casco histórico de San Isidro en Buenos Aires para entrar en la bóveda de un banco y apoderarse de un botín millonario el 5 de agosto pasado cuando llegaban desde Uruguay a un muelle de Tigre. Un día después, por un hecho fortuito, la banda iba a tener que abandonar el plan criminal y volver, imprevistamente, a recorrer las aguas del Delta para llegar a la costa uruguaya.

La filmación fue la primera pista que le permitió a los detectives policiales y judiciales avanzar en la investigación e identificar a Alejandro Israel Rosendo López, el vecino de las islas de Ibicuy, en Villa Paranacito, en Entre Ríos, que ofició de “lanchero” y se encargaba a trasladar a los delincuentes desde Uruguay hacia Tigre durante el tiempo que hicieron el túnel para robar el Banco Macro.

Así lo informaron a La Nación fuentes judiciales. En la filmación se observa como la lancha timoneada por López, con antecedentes por narcotráfico, llega a un muelle de Tigre, en cercanías del Puerto de Frutos. Eran las 12.28 del 5 de agosto pasado.

“López, por su conocimiento de las islas del Delta y la cercanía con territorio uruguayo, hizo las veces de ‘lanchero’ para que los delincuentes fueran y vinieran a Argentina desde Uruguay. Fue detenido en Villa Paranacito”, explicaron, en su momento fuentes, de la DDI de San Isidro.

Una vez que la embarcación atraca, son ocho las personas que se bajan de la lancha con sus bolsos y comienzan a caminar por el muelle de madera, según se puede observar en la filmación a la que tuvo acceso La Nación.

Entre los sospechosos que bajaron de la lancha, según los investigadores, estaban Alan Daniel Lorenzo RodríguezNicolás Carpani Romero César Leonardo Cazenave Peña. Los tres son uruguayos y están detenidos a la espera de ser extraditados a Argentina.

Pocos minutos después, según otra grabación incorporada en el expediente, los boqueteros se sumen a una camioneta Renault Kangoo blanca, donde los esperaba un chofer para llevarlos a San Isidro y continuar con los “trabajos” en el túnel.

“Esa camioneta fue vista en la zona del depósito situado en Chacabuco 535/547, donde los ladrones comenzaron a hacer el túnel que los iba a conectar con la sucursal bancaria. El vehículo desapareció el día que el plan criminal se frustró. Se esfumó. No sabemos si para eliminar las pruebas, los delincuentes la prendieron fuego o si está escondida en algún lugar que todavía no se pudo determinar”, había dicho a La Nación una fuente del caso.

Un día después de la filmación, un hecho fortuito iba a empezar a derrumbar el plan criminal. El martes 6 de agosto pasado, cerca de las 8:45, Damián Otero, un empleado de Berni, un local gastronómico situado en Chacabuco al 400, a pocos metros del banco que los ladrones pretendían robar, y que ahora trabaja para Banco Macro, sintió un ruido extraño debajo de su camioneta.

Algo que no sabía qué era le daba golpes al chasis. El extraño sonido no se detenía. Entonces corrió el vehículo unos pocos metros y, después de descender, descubrió algo que le llamó la atención: una varilla de hierro sobresalía de entre los adoquines. Pronto se acercaron el personal de la confitería y otros comerciantes. Nadie entendía qué era lo que veían.

Tras el hallazgo y como no pudieron sacar la varilla de entre los adoquines, los comerciantes de la zona decidieron doblarla para que ningún conductor se la llevara por delante. Después le pidieron al personal de seguridad del banco que colocara un cono naranja fluorescente para que quedara señalizado el lugar.

Un analista técnico revisó todas las alarmas y los sensores del banco y no encontró ninguna anomalía. Sin embargo, se comunicaron con personal de la comisaría 1a. de San Isidro para “dar aviso de lo sucedido”. A las 20:00, un patrullero de la policía bonaerense se estacionó en Chacabuco al 400 para vigilar en forma preventiva las proximidades del banco.

El miércoles 7 de agosto a las 8:00, hubo una comunicación con la Subsecretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de San Isidro y poco después se decidió romper la calle y ver hasta dónde llegaba la varilla que había quedado clavada en los adoquines. Al comenzar a sacar la varilla se estableció que estaba conectada por tramos por un largo de aproximadamente tres metros. Entonces, se decidió excavar para ver hasta dónde llegaba el túnel”, sostuvo una fuente de la investigación.

La primera sospecha fue que el túnel podía conectar con una propiedad situada en la vereda de enfrente del banco, pero pronto esa hipótesis se descartó. Después de más de 12 horas de trabajo, se descubrió que el túnel comenzaba en un galpón situado en Chacabuco.

En el viejo taller, detectives de la policía bonaerense y personal de la Municipalidad de San Isidro hallaron colchones, que indicarían que la banda dormía en el lugar, y bolsas plásticas y de arpillera similares a las que utilizadas por los corralones para vender arena para obras en construcción, donde cargaban la tierra que sacaban a medida que hacían el pozo.

Los delincuentes, según sospechan los investigadores, a esa altura ya estaban en Uruguay, después de haber tenido que abandonar el plan criminal después de un año y medio de preparación.

Descubrieron un túnel subterráneo en San Isidro.
Descubrieron un túnel subterráneo en San Isidro.
Foto: Policía Bonaerense.

La investigación está a cargo de la fiscal Carolina Asprella y del fiscal general adjunto Patricio Ferrari, equipo coordinado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad, con la colaboración de detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local, conducida por el comisario mayor Javier Specia, y personal de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones del Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA).

La semana próxima podrían ser extraditados Rodríguez y Carpani Romero. Serían indagados por los fiscales Asprella y Ferrari el mismo día en que lleguen.

El viernes pasado, el juez de Garantías de San Isidro Ricardo Costa dictó la prisión preventiva del “lanchero” López, conocido como Jhony, por el delito de robo en concurso real con daño en grado de tentativa.

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