La Nación (GDA), EFE
La ley ómnibus, proyecto estrella del Ejecutivo de Javier Milei, fue aprobada en general ayer viernes en la Cámara de Diputados del Congreso por 144 a favor y 109 en contra, hito que el mandatario argentino celebró enseguida. “La historia recordará con honor a todos aquellos que comprendieron el contexto histórico y eligieron terminar con los privilegios de la casta”, escribió la oficina del presidente en su cuenta oficial de la red social X.

Una vez más, miles de manifestantes protestaron en las inmediaciones del Congreso. Al igual que en días anteriores, se registraron incidentes en los que hubo al menos seis detenidos.

Al término de la tercera sesión de debate de la Ley de Bases, la Cámara Baja aprobó en general el dictamen de mayoría que salió del trabajo en las comisiones, aunque el próximo martes deberán votarse los artículos en particular, que quedaron reducidos a 382, algo más de la mitad de los que tenía el texto original (664). La sesión quedó convocada para el martes a las 14:00.

Tras la eventual aprobación del articulado, la ley ómnibus pasaría al Senado para su revisión en la Cámara Alta.

Uno de los capítulos que más discusión generará durante el debate en particular es el de privatizaciones. En el texto original del proyecto enviado al Congreso, como señaló La Nación, el gobierno se proponía privatizar de manera total un listado de 41 empresas públicas; ante las resistencias de la oposición, accedió a excluir a YPF y reducir el listado a 36 empresas. Además, concedió que otras tres compañías -Banco Nación, Nucleoeléctrica y Arsat- puedan ser privatizadas solo parcialmente.

En la nueva contrapropuesta del gobierno, se accedió a excluir de las empresas sujetas a privatización total a siete compañías: Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Casa de Moneda, Dioxitek S.A; Fabrica Argentina de Aviones, entre otras.

El partido de Milei, La Libertad Avanza, que solo tiene 38 diputados, recibió el respaldo clave del Pro, la Unión Cívica Radical y la mayoría de integrantes de Hacemos Coalición Federal. Votaron en contra del proyecto el bloque peronista Unión por la Patria, la izquierda y algunos diputados de formaciones provinciales.

Durante la votación hubo sorpresas y un giro de último momento en el espacio radical que conduce Rodrigo De Loredo, ya que el médico Facundo Manes y Pablo Juliano optaron por oponerse a la ley. “Es un proyecto que reedita el “vamos por todo” de Cristina Kirchner. “El ‘todo o nada’ ha sido nefasto en la historia argentina”, argumentó Manes ante la consulta de La Nación.

Detrás de la decisión de pasar a un cuarto intermedio, está la falta de avales a puntos claves del proyecto, y que el oficialismo tratará de recopilar durante el fin de semana.

No obstante, un legislador Pro indicó a La Nación que esta medida tuvo que ver con el objetivo de sortear la movilización que se gestó para el final de la tarde de ayer. En el oficialismo estaba todavía fresco el recuerdo de la tensión que se vivió en la noche del jueves entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad en las inmediaciones del Congreso.

La sesión comenzó con una serie de cuestiones de privilegio, a través de las que los legisladores manifiestan sus reclamos de manera pública.

La mayoría de estas expresiones versaron sobre los incidentes del jueves. La legisladora libertaria Lilia Lemoine apuntó contra la diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, a quien acusó de llamar a la gente “a tomar las calles”.

“La violencia engendra más violencia y el mejor ejemplo somos nosotros, que fuimos agredidos ayer afuera del Congreso. Tenemos ideologías diferentes, pero la de ellos (por la izquierda) representa al 3% y nosotros al 56%. A mí me amenazaron de muerte anoche”, chicaneó Lemoine, quien en el medio de su exposición ironizó: “Reíte, Tolosa, reíte” (por Victoria Tolosa Paz, de Unión por la Patria).

Estos nuevos desvíos en el debate parlamentario del proyecto de “Ley de Bases” generaron la reacción del jefe del bloque de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, quien pidió ordenar la deliberación y subrayó: “Llevamos tres días y la gente no sabe qué estamos discutiendo. El oficialismo tiene el deber de tratar de achicar el número de oradores para avanzar con la votación”.

Si bien destacó la legitimidad de los discursos de la oposición, reflexionó sobre el deterioro de la política como valor y consideró: “La representación institucional de este Congreso se cae a pedazos. No me excluyo del conjunto, pero veamos si llegamos esta tarde a votar”.

Antes de la votación, Milei utilizó su cuenta de X para enviarle un mensaje a los legisladores, lo que despertó el rechazo del oficialismo. “Durante meses nos acusaron de antidemocraticos porque expusimos a una casta política que solo vela por sus propios intereses. Tienen hoy la oportunidad de demostrar de qué lado de la historia quieren estar”, expresó el presidente.

El líder de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, reclamó una cuestión de privilegio y cargó contra el mensaje. “Es inadmisible que intervenga ante la furia tuitera que tiene el organismo del Estado contra otro poder del Estado como el Poder Legislativo”, sentenció.

Minutos después de aprobarse el proyecto de ley ómnibus en general, comenzaron a registrarse una serie de incidentes en las afueras del Congreso. En esta oportunidad se repitieron los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad de las últimas dos jornadas.

Hubo quema de contenedores por parte de los manifestantes y al menos seis detenidos. Los agentes de las fuerzas de seguridad utilizaron granadas, gas lacrimógeno, gas pimienta y bastonazos para dispersar a las personas que se manifestaban, quienes respondieron lanzando piedras y botellas.

Ante los incidentes, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tuiteó: “Presentaremos una denuncia penal y pediremos la identificación de todos los que quemaron bienes públicos tirando piedras, destruyendo todo al pasar y atacando a funcionarios policiales”.

Leonardo Maine/Archivo El Pais