En una Argentina con la inflación más alta desde 1990, combustibles suben entre 35% y 40% por la devaluación

El gobierno argentino hereda la mayor inflación desde 1990. En noviembre fue 12,8%; llegó a 160,9% a noviembre y 148,2% en el año. Los datos confirman el complicado panorama que pintaron Milei y Caputo.

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Precios: salud y alimentos fueron los rubros que más subieron en noviembre
Precios: salud y alimentos fueron los rubros que más subieron en noviembre
Foto: AFP

Redacción El País
El nuevo presidente Javier Milei agregó ayer miércoles uno de los datos oficiales que le faltaba a la herencia maldita que le dejó el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

La inflación a 12 meses en Argentina llegó a 160,9% en noviembre. De esta forma, la inflación acumulada en 2023 alcanzó 148,2%, por lo que el año terminará por encima de la variación de 84% de 1991, año en el que se aplicó la convertibilidad.

Diciembre promete un fogonazo que cerrará el año con un IPC de casi 200%, la variación más alta desde la hiperinflación de 1990, informó ayer el diario La Nación.

Solo en noviembre, los precios al consumo subieron 12,8%, según el estatal Instituto de Estadísticas. Los rubros con mayores alzas fueron Salud (15,9%), Alimentos y bebidas no alcohólicas (15,7%) y Comunicación (15,2%).

La alta inflación ha sido un mal crónico en Argentina, que ya en 2022 había cerrado en 94,8%. Para combatir la inflación y sobre todo el déficit de las finanzas públicas, Milei anunció un programa de austeridad que incluye la reducción de subsidios a las tarifas de energía y de transporte, así como la paralización de obras de infraestructura financiadas por el Estado que aún no comenzaron.

Además, decretó una devaluación de la moneda de más de 50%, a 800 pesos por dólar al tipo de cambio oficial, dentro de un régimen de control de divisas que contempla una decena de tipos de cambio diferentes.

Milei advirtió que los próximos meses serán “duros”, y que las cosas se pondrán peor antes de mejorar. Pero asegura que intenta evitar una “catástrofe” como sería la hiperinflación, que ya vivió Argentina en 1989 y en 1990.

“Se espera un diciembre con una inflación en alza donde este 12,8% nos va a parecer chico”, dijo a la AFP la economista Candelaria Botto.

Milei ha planteado un recorte del tamaño del Estado y un ajuste fiscal equivalente a 5% del Producto Interno Bruto.

Sus primeras decisiones fueron elogiadas por el Fondo Monetario Internacional, con el cual Argentina mantiene un programa crediticio por 44.000 millones de dólares. El organismo aseguró en un comunicado que respalda sus medidas.

Pero los aumentos en los precios de los combustibles y en las tarifas, así como la depreciación acelerada, “son el cocktail perfecto para ver alta inflación. La política, que busca ser de shock, va a generar un golpe inflacionario de alta tensión”, estimó el economista independiente Joel Lupieri.

Dólar

La brecha cambiaria entre el precio del dólar en el mercado oficial y el del mercado informal (blue) se redujo ayer miércoles hasta situarse en el 30,4% en la primera jornada tras la brusca devaluación del tipo de cambio oficial anunciada el martes por el Ejecutivo.

Esta cifra es la más reducida desde abril de 2020, cuando los efectos de la pandemia del covid-19 empezaron a dejarse sentir en la economía global y notablemente en la ya inestable economía argentina.

El blue comenzó la jornada con leves escaladas de menos del 10% y llegó a situarse en torno a 1.150 pesos argentinos por dólar en los mercados informales, pero acabó acomodándose en 1.070 pesos por dólar, una posición similar a la registrada el martes.

El cambio en la cotización del dólar oficial se hizo efectivo por primera vez ayer miércoles, cuando el precio de la divisa estadounidense para la venta se colocó en los 820 pesos argentinos, un 2,5% más que los 800 previstos por el Gobierno.

Combustibles

Luego de la devaluación que aplicó el Gobierno ayer, las petroleras subieron los precios de los combustibles en promedio entre 35% y 40%, dependiendo la zona del país, con alzas de hasta 45% inclusive. Así, los valores aumentaron 65% en menos de siete días, ya que las empresas habían aplicado otra suba el viernes pasado, de entre 15 y 30%, dos días antes de que asuma el presidente Javier Milei.

Con esta nueva alza de precios, el litro de nafta súper cuesta cerca de $ 600, lo que equivale a US$ 0,75 al nuevo tipo de cambio oficial, de $ 800. En el año, los precios de los combustibles aumentaron 235%.

En el sector explican que el traslado a precios de la devaluación tendría que haber sido entre 70% y 80%. De esa forma, el precio hubiera estado más cerca a un dólar. La suba alcanza a los precios de las estaciones de servicio de YPF, Shell, Axion y Puma Energy.

En la Ciudad de Buenos Aires, hubo estaciones de servicios que aumentaron hasta 45%. Raízen, licenciataria de la marca Shell, que tiene los valores más altos del mercado, tenía ayer los siguientes precios en Recoleta: nafta súper, $ 617 (US$ 0,75); premium, $ 750 (US$ 0,94); gasoil súper, $ 695 (US$ 0,87), y premium, $ 791 (US$ 0,99). El aumento lo confirmaron las empresas refinadoras, en el tradicional almuerzo del Club del Petróleo y del Gas, que se desarrolla cada año el 13 de diciembre, en conmemoración al día que se descubrieron hidrocarburos en el país. (AFP, La Nación/GDA)

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