La Nación/GDA
Gabriel Raimann y Ramón Román, dos amigos de la localidad bonaerense de Cariló, salieron a pescar en kayak el pasado domingo por la tarde y no regresaron. Este miércoles, los familiares pidieron ayuda para investigar una pista que ubicaría al kayak de estos dos amigos en el sur de Punta del Este.
Sus parientes creen que pueden haber quedado varados 850 kilómetros mar adentro. El País confirmó con fuentes de Prefectura que desde Prefectura argentina se solicitó, a través del sistema coordinado MRCC, que se emitiera un aviso a navegantes de difusión urgente, "para notificar a quienes naveguen en la zona que estas dos personas están desaparecidas".
"Es el único requerimiento que tenemos hasta ahora de la Prefectura argentina. Se entiende que todas las embarcaciones de la zona están al tanto del aviso y podrán colaborar", apuntaron desde Prefectura.
Las fuerzas de seguridad de Argentina ponen el foco de búsqueda en un área que consideran estratégica en el Partido de la Costa, donde encontraron diversos objetos. La Policía dice que hasta esa zona, en Punta Médanos, podría devolver del mar el kayak, por el oleaje y los vientos. Sobre los objetos, no descarta que sean de los dos desaparecidos. Tampoco lo confirma.
“Hablamos con Patricia Bullrich [ministra de Seguridad] y ya puso todos los fierros (sic) a disposición. Y ahora se está coordinando con Uruguay para sumar fuerzas al operativo. Todo esto porque la familia, asesorada por pescadores amigos, insiste en que el kayak podría haber llegado hasta un punto ubicado en el sur de Punta del Este, 850 kilómetros mar adentro. Para nosotros esto no es viable. Para los seres queridos de ambos desaparecidos, sí”, sostuvieron autoridades locales en diálogo con este medio.
Consultados sobre por qué dieron lugar a ese pedido si la pista no parecería viable, aclararon: “Más allá de que nosotros creamos o no que los dos desaparecidos puedan estar ahí, a kilómetros de Punta del Este, todo está por probarse. Siempre hay que despejar dudas. Nos sirve también sumar más fuerzas como las uruguayas a la búsqueda. Pensamos que hay que hacer todo lo posible, agotar todas las instancias y medios habidos y por haber”.
José, uno de los hijos de Ramón Román, el pescador de 57 años oriundo de Pinamar, confirmó a La Nación que tanto él como sus hermanos están esperanzados por esta nueva teoría: “La posibilidad siempre está. Esto es lo que nos dicen otros pescadores conocidos y con experiencia, que se basan en cálculos propios. Creemos que sería lo correcto pedir ayuda a Uruguay y que dispongan recursos para refutarlo o no”.
Todo lo que se sabe de la desaparición de los pescadores hasta ahora
Un amplio operativo comenzó el lunes por la tarde para dar con el paradero de Ramón Román y Gabriel Raimann, que fueron a pescar a primera hora del domingo en Cariló y no regresaron. Tal y como informó la municipalidad este lunes en un primer documento, los dos amigos estacionaron -alrededor de las 6 de la mañana- una camioneta cerca de la bajada Robles, del balneario bonaerense, y con un kayak naranja y chalecos salvavidas se adentraron en el mar.
Desde entonces, no se supo nada más de ambos. Un pescador y vecino de Valeria del Mar llamó el lunes a la Dirección de Seguridad en Playas y alertó sobre una camioneta que estaba desde el día anterior a 200 metros en la bajada náutica de esa localidad. Inmediatamente, la Policía Bonaerense, Prefectura y la Secretaría de Seguridad del municipio se involucró en el caso y comenzó actuar de oficio, aun cuando no había una denuncia explícita de los familiares sobre una posible desaparición.
La exploración inició entonces ese mismo lunes en la bajada náutica de Valeria del Mar y se extendió el martes al Partido de la Costa ya que, como explicaron a este medio, los fuertes vientos y las altas mareas podrían haber llevado a que Román y Raimann se desplacen a otro punto más lejano de la costa bonaerense.
Una de las principales bases de búsqueda se encuentra apostada en Punta Médanos, Partido de la Costa, a escasos metros de un histórico faro. Allí, Bomberos de Cariló junto con la Policía Ecológica y la Brigada de Explosivos coordinan la investigación. Los equipos se desplazan por el perímetro tanto con drones -en un radio de 7 kilómetros- como con motos de agua, con las que ingresan 20 kilómetros mar adentro en busca de señales de vida.
Hasta el momento, las labores no han arrojado resultados más que el hallazgo de objetos. Sin embargo, no se descarta todavía que estos descubrimientos puedan pertenecer a los desaparecidos. “Todavía no tuvimos confirmación visual de la familia. Vamos a poner todo a resguardo para su posterior análisis”, señaló Clementel. Durante los rastrillajes que se llevaron a cabo entre el domingo y este miércoles entre Pinamar Norte y Nueva Atlantis, Prefectura encontró una zapatilla, un bolso, una gorra de la selección argentina de fútbol, pedazos de un gomón y un porta carnada verde.
En paralelo al despliegue de las fuerzas municipales y provinciales, los hijos de Román -Facundo, José, Pablo y Lucas-, que creen que las autoridades no están utilizando todos los recursos a disposición para la búsqueda, consiguieron en la mañana de este martes fondos para alquilar una avioneta -por el monto de 100 dólares- con la que sobrevolar parte de la Costa Atlántica. Asimismo, abrieron un cuenta para recibir donaciones y así costear otro alquiler: el de un helicóptero privado.
Por el momento, los resultados son nulos. En este marco Clementel dijo a La Nación que el operativo seguirá acorde a lo estipulado desde un principio, con un barrido del Partido de la Costa, Pinamar y Villa Gesell con helicópteros y motos de agua, y que se extenderá cuanto sea necesario.
En esta línea, detalló: “En cada punto del partido está el personal a pie, en camionetas, cuatriciclos y caballos”. Y agregó: “Las zonas dispuestas por orden de servicio son las playas de Villa Gesell, Pinamar y el Partido de la Costa”.
Tras ser consultado por las esperanzas de encontrar a los dos hombres con vida, el comisario sentenció: “No soy especialista en cuanto a supervivencia en el mar, pero siempre está la esperanza de que puedan llegar a aparecer con vida”.