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Fernández acusó a Bullrich, dijo que no pidió cambios en la custodia y aseguró que no se radicará en España

El expresidente arremetió contra la actual ministra de Seguridad argentina por anunciar que iba a derogar el decreto que él promovió y luego borrar el mensaje de sus redes sociales.

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Alberto Fernández y Fabiola Yañez
Foto: Rodrigo Néspolo

La Nación/GDA
El modo en que se administrará lacustodia del ex presidente argentino Alberto Fernández quedó en duda después de que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunciara ayer que iba a derogar el decreto que el exmandatario había sancionado y después borrara el tuit, en el que había publicado el bosquejo del documento y que el mismo nunca se publicara en el Boletín Oficial.

Este jueves pasado el mediodía, Fernández publicó un extenso descargo en el que arremetió no solo contra la referente de Pro que integra el gobierno de Javier Milei, sino donde también tildó lo sucedido como una “operación de prensa” y contó que no se irá del país finalmente a España para dar la conferencia que tenía pautada.

El descargo completo de Fernández

“En el día de ayer, la Ministra de Seguridad difundió un tuit en el que informaba la derogación de un decreto firmado por mí y aclarando que iba a poner el fin al gasto que representa que un expresidente cuente con custodia cuando se desplaza al exterior. Para mi sorpresa, el tuit ha sido borrado de la cuenta de la ministra de Seguridad y la copia del decreto estaba firmado por Bullrich, quien solo puede firmar resoluciones ministeriales. Los decretos deben ser rubricados por el presidente de la Nación.

Ello me lleva a pensar que fue el inicio de una ‘operación de prensa’ acordada inicialmente con un medio (que cuenta con los servicios periodísticos del señor Diego Cabot) al que se sumaron otros que solo repitieron la supuesta información.

El decreto 735/23 que yo suscribí solo puso la dependencia funcional del servicio de custodias de los expresidentes y vicepresidentes en la órbita de la Casa Militar y la Secretaría General, organismos que siempre tuvieron la función de custodia del Presidente en ejercicio. Ello obedeció a que es público y notorio que la ministra de Seguridad y algunos de sus dirigentes más cercanos están sospechados de haber ejercido una persecución política en el pasado.

Su mano derecha, el diputado [Gerardo] Milman está denunciado en el atentado contra la expresidenta de la Nación Cristina Kirchner y yo personalmente tengo una demanda civil pendiente contra la ministra Bullrich. Es claro que no hay garantía alguna de imparcialidad en el manejo de la custodia de los exmandatarios opositores. Si faltaba alguna duda, basta con la publicación borrada de un decreto firmado por ella, sin facultades para hacerlo.

Dicho esto, el decreto que yo firmé no alteró en absoluto el régimen de custodias otorgados para presidentes y expresidentes y sus familiares directos que cuenta con décadas de vigencia.

A mi juicio, la custodia de los expresidentes y sus familias tiene sentido. Una sociedad que es convocada permanentemente al odio hacia el contrario, pone en riesgo la integridad de todas esas personas.

Debo recordar que mi hijo mayor ha recibido amenazas de muerte y en algún caso los autores de los mismos han sido juzgados. También debo recordar que hace muy poco tiempo el expresidente Mauricio Macri hizo público que una de sus hijas había sido amenazada. Todo eso muestra la crispación social que nace por el clima que se promueve y los efectos negativos que todo eso genera.

Aclaro que no está en mi ánimo radicarme fuera de la Argentina ni tener residencia en otro país. Con motivo de ese viaje busco lograr tranquilidad junto a mi familia después de cuatro años muy difíciles, recuperar afectos y llevar adelante algunas actividades académicas en España. En esta ocasión, mi viaje también estaba motivado por la invitación a participar en un seminario en Turín organizado por los Presidentes de Francia e Italia.

No he reclamado ningún trato especial con la custodia. La misma me fue dada directamente por lo que emana de las normas vigentes que, repito, llevan muchos años. Tan solo la duda que puede haber sembrado la operación periodística fundada en un tuit que fue borrado de las redes, me determina a suspender las actividades que tenía previstas. Un viaje y una conferencia no cambian mi vida.

Alberto Fernández, presidente saliente
Alberto Fernández, presidente saliente.
Foto: AFP fotos

Hago un culto de mi decencia y no dejaré que difamen mi honestidad mostrándome como un privilegiado. No quiero ser acusado de abusar de privilegios que nunca pedí y nunca tuve. Solo me atengo a recibir el trato que las normas determinan. Precisamente por esas normas es que el expresidente Mauricio Macri contó en muchas ocasiones con el servicio de custodia (a mi juicio con razón) viajando a los más variados lugares del mundo algo que podría entenderse si se tienen en cuenta las funciones que asumió en la FIFA.

El periodismo serio de investigación puede solicitar la información que corroboran los gastos. No cuestiono que lo haya hecho. Solo lo señalo para que una misma vara mida el proceder de todos.

La Argentina está sometida a una práctica política muy nociva que permanentemente promueve el odio hacia el opositor propiciando tácitamente la reacción social en su contra. Esa práctica genera enfrentamientos en un momento en que la sociedad se conmueve ante anuncios económicos basados en falacias que aseguran efectos negativos para la clase media y los sectores más vulnerables y daños irreparables para el desarrollo de la producción y el trabajo. Hechas estas aclaraciones, espero que las malas prácticas de la política se destierren de una vez y para siempre.

Seguir fomentando el odio, tal vez para tapar las decisiones dogmáticas de un gobierno, no tiene justificación alguna”.

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