Redacción El País
Tras la intensa búsqueda por tres días, hallaron en un campo de la localidad de Brandsen (Buenos Aires, Argentina) el cuerpo sin vida de Aimé Castillo, la joven que desapareció luego de que su novio se suicidara en Año Nuevo.
El cuerpo de la bombero voluntaria de 23 años fue encontrado por uno de los perros de búsqueda en una zona arbolada, confirmaron los bomberos de San Vicente a TN.
Micaela Castillo, hermana de Aimé, compartió un emotivo mensaje de despedida en su cuenta de Facebook. "Tu romántico corazón, tu trágico final de amor, tu historia será de las más hermosas. Serás recordada, serás más que amada. Fortuna total de quién se empapa con tu recuerdo, no había rumbo porque todo te quedaba pequeño. Siempre fuiste demasiado grande, una romántica, una fiel creyente de la alquimia, dramática y catastrófica, un caos total", comenzó su despedida.
"Tus risas raras, a mi fortuna de haber crecido con ellas. Tu extraño miedo a cruzar la calle aun siendo bombero. Auténtica en un mundo como éste. Valiente total, fríamente calculadora, cálidamente amorosa, detallista y compañera", agregó.
"El amor de tu vida se fue. Vos siempre decías que no soportarías nunca algo así. Me avisaste, no es traición", lamentó la mujer.
"Gracias por retarme siempre y defenderme de la basura del mundo. Yo siempre fui la menor a tu lado, no me abandonaste, no tengo nada por lo que enojarme, nunca me fallaste. Gracias por acompañarme este tiempo. Tenías fecha de partida, viniste a ser y enseñar amor", prosiguió el mensaje de despedida.
Y sentenció: "Bienvenido el aprendizaje. No te vas, vos estás para el que tiene el ojo del amor, te veo. Bienvenida a mis sueños, eterna en el universo. Te veré cuando también esté lista para ascender a la eternidad".
La desaparición de Aimé Castillo
Aimé Castillo, una joven bombera voluntaria de San Vicente (Buenos Aires, Argentina), desapareció el sábado 4 de enero y la ciudad se volcó en su búsqueda. Tres días antes, en Año Nuevo, su novio, bombero voluntario como ella, se suicidó.
La joven fue internada en un hospital local por la conmoción que sufrió por la drástica decisión de su pareja. Tras recibir el alta, la joven fue a despedir a su novio al cementerio y decidió quedarse a dormir en casa de su madre, en Brandsen. "Se despertó el sábado y mi mamá decía que estaba mejor. Pensó que había una mejora", contó Micaela, hermana de Aimé, en diálogo con TN.
Sobre las 7:30 de la mañana del sábado, la madre de Aimé se fue a trabajar y cuando regresó a las 13:00 horas Aimé ya no estaba allí. Se había marchado con una bicicleta.
Según contó la hermana de la joven, las cámaras de seguridad del vecino llegaron a registrar la entrada y salida de la madre, pero no de Aimé, "porque encaró para la otra calle y la cámara apuntaba para el lado contrario". "No mandó mensajes y no avisó nada", lamentó.