Cecilia Devanna/ La Nación (GDA)
El presidente Javier Milei recibió este lunes, en su despacho de la Casa Rosada, al exprimer ministro británico Boris Johnson. El encuentro, a pedido de Johnson, se dio en el marco de la gira promocional de su libro autobiográfico, Unleashed (”Desatado”, en español) que esta semana lo llevará a Chile, pero en la que decidió pasar antes por Buenos Aires para conocer personalmente al líder libertario.

Durante el encuentro entre ambos, que duró algo más de una hora, el británico se comprometió a organizar una visita de Milei a Inglaterra con el fin de dar una charla en una conferencia sobre liberalismo, como las que ya dio en otras partes del mundo. También se comprometió a llevar adelante gestiones para que Milei conozca al músico Mick Jagger, líder de los Rolling Stones, banda de la es fanático.

La conversación surgió tras una referencia a la reciente visita del exbeatle Paul McCartney a la Argentina y allí, Johnson le dijo al mandatario que sabía que su preferencia era por los Rolling Stones. El invitado le dijo que lo pondría en contacto con Jagger para que se conozcan, según relataron fuentes al tanto de lo conversado. Sin fecha definida aún, el viaje podría concretarse a comienzos del año próximo.

Apenas comenzado el encuentro, Johnson le entregó a Milei un ejemplar dedicado de su libro: “Para el presidente Milei, con los mejores deseos”, escribió el británico, que llegó acompañado de su esposa, Carrie Symonds, y una asistente. Milei estuvo solo acompañado por el traductor oficial, Walter Kerr, aunque en buena parte de la conversación también participó en inglés.

A poco de llegar, el británico le manifestó al mandatario argentino que “estaba encantado con las cosas que estaba diciendo y que después va y las hace”. “Se mostró fascinado con eso”, aseguraron altas fuentes gubernamentales. Las mismas agregaron que Johnson manifestó que “adhiere a la gran mayoría de cosas” que Milei propone.

En la charla, en la que no se trataron temas institucionales, se habló de política internacional en la que hubo menciones a las próximas elecciones en Estados Unidos; a la situación en Gran Bretaña y al conflicto bélico en Israel.

Foto: La Nación/GDA

En ningún momento de la conversación se abordó el conflicto entre Argentina y el Reino Unido por Malvinas.

La religión también fue parte de la conversación, cuando aludieron a las diferencias en la mirada económica y, en particular, en la idea de los intereses en los préstamos entre el catolicismo, el judaismo y el protestantismo.

El apretón de manos entre Milei y el británico se concretó después del acercamiento que hubo entre Buenos Aires y Londres en lo relativo a las islas Malvinas. El 24 de septiembre pasado la canciller Diana Mondino firmó un acuerdo con su par de Gran Bretaña, David Lammy, para acercar posiciones respecto del diferendo de Malvinas, un acuerdo que recibió el repudio de la vicepresidenta Victoria Villarruel, que lo consideró “un límite” y enfatizó: “¿Nos toman por tontos?”.

Johnson está fuera del poder desde el 7 de julio de 2022 cuando debió renunciar a su cargo arrasado por serias denuncias de corrupción, que no solo lo alcanzaron a él sino también a una serie de colaboradores suyos y a otros políticos del Partido Conservador.

En su reciente libro aborda diversas cuestiones que van desde la presunta causa de muerte de la Reina Isabel II hasta acusaciones al premier israelí, Benjamin Netanyahu, de quien sugiere que podría haber colocado un dispositivo de escucha en su baño del Ministerio de Asuntos Exteriores durante la visita que hizo a Londres en 2017. “Puede que sea o no sea una coincidencia, pero me dijeron que luego, cuando hacían una revisión regular en busca de micrófonos ocultos, encontraron un dispositivo de escucha en el retrete”, escribió en su libro.

Johnson llegó a Balcarce 50 acompañado por su pequeña comitiva, fue recibido por el área de Protocolo y acompañado, por medio de la escalera Francia, una de las dos ubicadas en el Salón de Bustos, rumbo al primer piso, en el que se encuentra el despacho de Milei. El exprimer ministro tenía al llegar un ejemplar de su autobiografía bajo el brazo, para entregársela a su anfitrión.

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