La Nación/GDA
El presidente argentino Javier Milei marcó un récord al echar a su ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, a 45 días de llegar al Gobierno. De esa forma se convirtió, desde el regreso de la democracia, en el presidente que más rápido despidió a un secretario de Estado luego de asumir al frente del Poder Ejecutivo.
Hubo funcionarios, no obstante, que duraron menos tiempo, aunque ninguno por ser echado al inicio del mandato presidencial. En el reciente gobierno de Alberto Fernández (2019-2023), Silvina Batakis fue ministra de Economía durante 24 días en julio de 2022, luego de la renuncia de Martín Guzmán. Fue reemplazada por Sergio Massa.
En la presidencia de Fernando De la Rúa, entre 1999 y 2001, también se dieron algunos casos de ministros con poco recorrido. Marcos Makón estuvo al frente de Desarrollo Social solamente por ocho días en marzo de 2001. Ricardo López Murphy, actual diputado nacional, fue el titular de la cartera económica durante 15 días también en marzo de 2001.
Otros casos de altos funcionarios del Gobierno con muy pocos días en el cargo se dieron en la presidencia de Carlos Menem. Miguel Ángel Roig fue ministro de Economía sólo por cinco días desde que el riojano llegó al Ejecutivo en 1989. Sin embargo, no fue destituido ni renunció, sino que murió a causa de un infarto. También falleció Julio Corzo en 1989, apenas dos meses después de asumir como ministro de Acción Social y Salud, cargo al que llegó junto con el entonces presidente Menem.
El primer caído
Guillermo Ferraro cayó en desgracia acusado por el Gobierno de ser el responsable de filtrar a los medios de comunicación el contenido de las reuniones de gabinete, según confirmaron a La Nación altas fuentes de Casa Rosada.
El exministro acarreaba una áspera relación con un peso pesado en el gobierno: el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. En las últimas semanas había perdido posiciones ante el jefe de todos los ministros y otros funcionarios.
Poco tiempo después del inicio del Gobierno, las áreas de minería y energía quedaron bajo el control de Luis Caputo. En Aerolíneas Argentinas y AySA se impuso la estrategia de Posse. En ambas empresas no logró nombrar personas de su confianza.
También tuvo inconvenientes en Trenes Argentinos, compañía que mayoritariamente sigue bajo el control de personas cercanas a Massa, exministro de Economía y excandidato presidencial de Unión por la Patria y quien tenía en su órbita el área de Transporte en la gestión de Alberto Fernández.
Contador público y licenciado en administración de empresas en la UBA, el exministro fue funcionario en las gobernaciones de Antonio Cafiero y Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires. Luego, saltó al Gobierno nacional con Duhalde: pasó por la Secretaría de Industria entre 2002 y 2003.
Tras varios puestos y años en el peronismo, luego tuvo una experiencia en Pro. En 2009 fue asesor del Ministerio de Hacienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Néstor Grindetti, en tiempos de jefatura de gobierno de Mauricio Macri. Después, fue director de Infraestructura y Gobierno en la multinacional KPMG durante casi una década hasta que adhirió al proyecto de Javier Milei.