La Nación/GDA
La alegría por el triunfo de Argentina en la Copa América 2024 fue opacada por el fallecimiento de un hombre de 29 años que había trepado la letra A del jardín vertical que hace ocho años adorna la Plaza de la República, al pie del Obelisco. La estructura está conformada por las siglas de Buenos Aires: BA.

El lugar se convirtió en un punto emblemático de la ciudad, en donde la gente se reúne tanto para marchas como para festejos. Pero es, sobre todo, en el caso de celebraciones deportivas cuando la escena se repite: las personas trepan los semáforos, carteles de tránsito, techos de kioscos, paradas de ómnibus y este dispositivo, situado sobre la Avenida 9 de Julio entre Corrientes y la diagonal Presidente Roque Sáenz Peña, que se volvió también característico del centro porteño.

Tras el grave accidente, fuentes del gobierno porteño consultadas por La Nación informaron que, por el momento, no hay intenciones de vallar o construir algún cerco alrededor de las letras para evitar que la gente se suba a ellas. Y aunque la imagen de personas sobre distintas estructuras del centro porteño sea un hecho que se repite, también enfatizaron que la verdadera solución es que las personas no se trepen.

A la vez, compararon la situación con los ingresos al interior del Obelisco, que sucedieron varias veces a pesar de que se encuentra vallado. En efecto, tras el triunfo del seleccionado de fútbol en el Mundial de Qatar, en diciembre de 2022, un grupo de personas entraron al icónico monumento porteño de 67,5 metros de alto y algunos se asomaron por las ventanas de la cúpula para agitar las banderas argentinas. Ayer, agregaron desde Ciudad, nuevamente intentaron ingresar.

“No es cuestión de medidas, es cuestión del comportamiento de la gente”, afirmaron. “Hay un montón de lugares a los que se trepan que no se condicen con el sentido común ni el cuidado de la propia vida. Potencialmente, todo lo que esté cerca del Obelisco puede representar un riesgo”, agregaron.

En caso de manifestaciones, el gobierno porteño trata de resguardar y preservar los elementos de higiene urbana, como contenedores y tachos de basura, que se retiran para evitar que los vandalicen. “La solución no es anular nuestra cultura, nuestros íconos. No es por ahí. La gente tiene que cuidarse”, concluyeron las fuentes oficiales.

La estructura a la que trepó el hincha fallecido, de 6,50 metros de altura, fue inaugurada en 2016 por el entonces Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, como parte de las actividades que desarrolló en ese momento la iniciativa mundial “La Hora del Planeta”. Esta propone concientizar sobre el cambio climático.

Foto: Canva

El jardín vertical, construido por la empresa GWall, está confeccionado con hierro galvanizado y placa de material reciclado a la que recubren 6300 plantas de 23 especies diferentes. Fue cultivado mediante el método hidropónico, lo que significa que prescinde de tierra, y se mantiene gracias a una solución de agua y nutrientes, con un sistema de riego automático.

Como se explicó, la principal función de este tipo de instalación es purificar y renovar el aire, a la vez que reducen la contaminación visual y permiten renovar fachadas o espacios degradados, reconstruir el perfil urbano y enriquecer el espacio público. La vegetación también filtra hasta el 85% de las partículas de polvo que están en el ambiente.

La muerte del hincha argentino ocurrió en la previa del partido entre la Argentina y Colombia por la Copa América. El joven comenzó a saltar sobre el mencionado dispositivo y perdió la vida tras caer al vacío.

“El masculino de mención ascendió a la letra A del jardín vertical; mediante uso del megáfono se le indicó en reiteradas oportunidades que descendiera y así evitar que pusiera en riesgo su vida, haciendo caso omiso”, dice el parte policial, al que accedió La Nación. El documento agrega que se solicitó la presencia de Bomberos y efectivos en el lugar, “momento en que el causante cae al suelo, perdiendo la vida”. Vestía una campera de color verde, un pantalón gris y zapatillas blancas.