EFE, AFP
La actividad económica de Argentina se contrajo el año pasado un 1,6%, en contraste con el crecimiento logrado en 2022, y enfrenta pronósticos de una profundización de la caída este año, en medio de un severo ajuste.
Según informó ayer jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el estimador mensual de la actividad económica, que sirve como anticipo provisional para medir la variación trimestral del PIB, cayó en diciembre 3,1% respecto a noviembre último.
El indicador, además, registró en el último mes de 2023 un desplome interanual del 4,5% y acumuló el año pasado una bajada del 1,6%, contrastando con el crecimiento del 5% logrado en 2022.
La economía argentina se movió el año pasado en un contexto de fuerte escalada de la inflación (211,4% en 2023 versus 94,8% en 2022).
En 2023 los sectores productivos han afrontado, además, un escenario de tensiones financieras, fuerte depreciación del peso, encarecimiento del crédito, dificultades para importar insumos y bienes de capital y para cancelar deudas con el exterior, encarecimiento de costes y retracción del consumo.
Las condiciones empeoraron en el último trimestre de 2023, al calor de la fuerte incertidumbre que desató un proceso electoral que finalmente derivó en la elección de Javier Milei, quien, ni bien asumió el 10 de diciembre, comenzó a aplicar un plan de shock fiscal y profundas reformas de desregulación de la economía.
El fuerte ajuste fiscal de enero, sumado al fogonazo inflacionario de diciembre (25,5% mensual) y enero (20,6%), ya está impactando de lleno en variables como el consumo y, de hecho, los pronósticos para la actividad económica en 2024 no son buenos.
Mientras que el FMI proyecta que el PIB de Argentina se contraerá este año un 2,8%, los economistas privados que mensualmente consulta el Banco Central para su informe de expectativas pronostican una caída del 3%.
Aunque en general los consultores privados ven una recuperación del sector agropecuario, uno de los motores económicos de Argentina, esto no compensaría la caída de otras actividades afectadas por el derrumbe del consumo como consecuencia de un severo deterioro en el poder de compra de los hogares.
“El shock inflacionario que implicó una brusca caída del poder adquisitivo, el fuerte ajuste fiscal comprometido por las autoridades y la falta de un horizonte claro para la inversión, afectan la dinámica hacia delante”, comentó en un informe la Fundación Capital, que pronostica para este año una caída del PIB del 4,3%.
Según la Fundación Capital, en el comienzo del año “se profundizó el proceso de estanflación” y “el desafío del nuevo Gobierno en esta materia es lograr volver a encender los motores de la economía y generar un horizonte de largo plazo que permita ver la luz al final del túnel”.
La divulgación de estos datos de la economía argentina coincide con la visita a Buenos Aries de la subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, que se reunió con el presidente Milei y líderes sindicales. Gopinath consideró “excelente” la reunión con el mandatario argentino.
Reunión de la dos del FMI con Milei y la CGT
Javier Milei recibió ayer jueves a la subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath. “Excelente y sustanciosa reunión con el presidente Javier Milei sobre la mejor manera de sacar adelante al país”, escribió Gopinath en su cuenta de la red social X luego del encuentro en el final de una visita de dos días a Argentina. Durante su visita, Argentina vivió el miércoles una jornada con el servicio de trenes paralizado por una protesta y la CGT, principal central sindical, debate si organiza una segunda huelga el 24 de enero. Gopinath habló también con la CGT sobre el complejo escenario económico que vive el país.