La Nación/GDA
La inflación volvió a desacelerarse en junio, pero sigue todavía en niveles muy elevados. Son tan altos, de hecho, que se asemejan mucho a los que, a mediados del año pasado, se registraban con la corrida cambiaria que desató el portazo de Martín Guzmán y determinó la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía.

El índice de precios del mes pasado fue de 6%. En lo que va del año, ya acumula un 50,7%. Vale recordar que en junio de 2022, el Instituto Nacional de Estadística (Indec) había reflejado una inflación de 5,3%.

Por otra parte, la inflación interanual de este mes fue de 115,6%, la más alta desde agosto de 1991. El IPC núcleo, que elimina precios estacionales y regulados, marcó un 6,5% en el mes (había sido 7,8% el mes pasado). Los precios de los alimentos mostraron una fuerte desaceleración (4,1%) ayudados por los estacionales.

De hecho, esos precios tuvieron un alza de 1,8% , mientras los regulados subieron 7,2%.

La mayor suba del mes se dio en el rubro Comunicaciones (10,5%) por la suba de servicios de telefonía e Internet. Le siguió Salud (8,6%) por aumentos en medicamentos y en las cuotas de empresas de medicina prepaga y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (8,1%) debido a los incrementos en la electricidad.

Los analistas privados preveían en sus propios relevamientos un índice en torno al 7%. Sin embargo, la mayoría coincide en que es probable que en julio se vuelva a acelerar por el impacto de precios estacionales vinculados, por ejemplo, con las vacaciones de invierno o al cambio de temporada de la ropa. Todo pese a los acuerdos de precios vigentes.

“La inflación es muy alta y es un tema que está en nuestra permanente preocupación bajarla. En mayo hubo una inflexión positiva, junio también esperamos que sea positivo”, había dicho semanas el viceministro de Economía, Gabriel Rubintein, previendo una desaceleración. Fue apenas Massa fue confirmado como candidato de Unión por la Patria.

El ministro de Economía participó de un acto ayer en el partido bonaerense San Martín, pero no dijo nada sobre el dato de inflación.

Rubinstein, Leonardo Madcur (jefe de asesores de gabinete) y Lisandro Cleri (vice del BCRA) son el equipo económico que espera terminar las negociaciones por Zoom con el FMI para viajar a Washington y cerrar el acuerdo. Aún no tienen fecha. Para despejar las dudas en el mercado, Massa aseguró ayer que va a arreglar con el Fondo.

En esas reuniones vía Zoom, Massa aseguró que un funcionario del Fondo le dijo que hubo economistas de la oposición que pretendían boicotear el desembolso.

“Hoy un funcionario del Fondo, en un Zoom que compartimos a la mañana, me contaba que hubo economistas de la oposición de la Argentina que en los últimos días se comunicaron y les decían: ‘No les den nada, pídanle todo, la Argentina tiene que pasarla mal ahora, exíjanle al máximo’. ‘Esto tiene que estallar’, le llegó a decir uno. Y me decía, sorprendido, ‘qué poco patriotas tus colegas de la oposición’”, relató el dirigente.

En el acto, en el que se inauguraron cinco obras del Gobierno nacional, Massa afirmó además que en el mandato de Mauricio Macri en 2019, tras acordar con el FMI, se pararon el 70% de las obras públicas como parte del ajuste fiscal comprometido.

Con Macri como principal eje de sus críticas en materia del acuerdo con el FMI, el ministro de Economía reiteró que la renegociación se hará en los términos del kirchnerismo.

Cabe destacar que las acusaciones que Massa hizo acerca de los opositores se condicen con lo que denunció en abril el director argentino ante el organismo, Sergio Chodos.

En aquel momento, Chodos había asegurado que tres economistas del gobierno anterior, a los que calificó de “antipatria”, le pidieron a funcionarios del organismo multilateral que no brinden asistencia a la Argentina hasta que asuma una nueva gestión.