La Nación/GDA
El último número de inflación antes de que Argentina conozca quién será su nuevo presidente no fue una sorpresa. Con precios de la economía “pisados” -dólar fijo, tarifas de servicios públicos congeladas y “senderos” oficiales acordados para miles de productos en la previa electoral-, la inflación de octubre mostró una desaceleración frente a meses previos, pero en valores aún muy elevados. El IPC del mes pasado fue de 8,3% y el mercado espera un cierre de año cerca del 200%.
Luego de dos meses con datos por encima del 12% de inflación mensual, la suba de precios comenzó a reflejar una ralentización desde los picos observados tras la devaluación postPASO. Sin embargo, el dato mensual se mantuvo como el más elevado de la región, incluso por encima de los que muestra la Venezuela de Nicolás Maduro.
El mercado prevé que, luego del balotaje, comience un descongelamiento de precios que siga metiendo presión a la inflación. Por caso, el miércoles próximo el dólar oficial, a $350, comenzará a deslizarse, según aseguró el mismo Gobierno.
La semana pasada, el dato oficial de inflación en la Ciudad de Buenos Aires había mostrado un alza de 9,4%, una leva baja frente a los meses previos. En 12 meses, sumaba 146,4%, mientras que acumulaba 120,2% en lo que va de 2023.
“Al momento de evaluar tu voto y te preguntes si preferís la inflación sobre la estabilidad, si preferís esta decadencia en producción y empleo, o preferís el crecimiento económico, si querés seguir sosteniendo a esta casta política, chorra, corrupta, parasitaria e inútil que lo único que hace es destruir, tenemos nuestra generación de riqueza y hundirnos cada vez más”, dijo el candidato opositor de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, este domingo en el debate. La inflación es el principal problema de los argentinos, según la mayoría de las encuestas de opinión que se publican en el país.
El ministro de Economía y candidato por Unión por la Patria, Sergio Massa, dio pocas definiciones sobre los precios en el debate. Pero en una entrevista previa con el diario El País culpó a la sequía y al Fondo Monetario Internacional (FMI). “Es el factor [sobre la sequía]. No tomar los vencimientos con el FMI y la sequía como un factor determinante de 2023 es como querer salir a la calle un día que llueve y omitir la lluvia. La Argentina perdió el 50% de sus exportaciones agrícolas. Y el FMI en ese momento jugó a la política y estiró cuatro meses el acuerdo con Argentina”, dijo Massa.
“La clave es blindar el esquema de reservas y para eso voy a integrar la mitad del directorio del Banco Central con integrantes de la oposición, designados por el bloque mayoritario de la oposición del Parlamento”, prometió y aseguró que habrá más dólares de reservas y menos vencimientos del Fondo. “Si no hubiésemos tenido sequía, probablemente el plan de estabilización, que incluyó 40% de caída del gasto real entre agosto y diciembre, hubiese podido seguir adelante”, cerró y afirmó que si gana las elecciones comenzará el 20 de noviembre su plan de estabilización. “No voy a tomarme 20 días de vacaciones”, aseguró el ministro de Economía ganador de las elecciones del 22 de octubre pasado.