La Nación/GDA
El expresidente de Argentina Alberto Fernández está inmerso en una causa judicial que indaga el supuesto tráfico de influencias a favor de algunos brokers de seguros. Pero, en forma paralela, esta investigación derivó en otras.
A partir del peritaje del teléfono de la secretaria del expresidente, María Cantero, aparecieron conversaciones que tocan diversos temas: violencia de género del entonces primer mandatario contra su esposa, Fabiola Yáñez; más datos sobre el escándalo del vacunatorio vip en plena pandemia; y un diálogo que podría probar que Cristina Fernández de Kirchner estaba al tanto de las maniobras de su compañero de fórmula para beneficiar a sus allegados con contratos del Estado.
El celular de Cantero fue incautado en el marco de la investigación judicial por las aseguradoras del Estado, donde se sospecha que, a partir de su vínculo con el expresidente, intercedía para que su marido, Héctor Martínez Sosa, se quedara con el negocio de los seguros de diferentes reparticiones públicas.
En los chats se menciona a diferentes funcionarios a los que Martínez Sosa querría convencer para que contrataran a su aseguradora. Las pruebas están incorporadas a la causa que lleva el juez federal Julián Ercolini, en la que el expresidente Fernández, Martínez Sosa y Cantero integran la lista de imputados.
Violencia de género
Según pudo constatar La Nación en base a fuentes con acceso al caso, en el celular de Cantero se encontraron fotos, chats y audios que demostrarían malos tratos del exmandatario hacia Yáñez. Las imágenes y mensajes darían cuenta de supuestos golpes del expresidente a su pareja mientras ambos vivían en la Quinta de Olivos.
Según las mismas fuentes, en el celular habrían aparecido cuatro fotos que mostrarían a Yáñez golpeada y hasta un video en el que aparecería el expresidente en una situación violenta.
Por estos mensajes, Ercolini abrió un expediente reservado, contactó a la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte y se comunicó con el abogado Juan Pablo Fioribello, que es defensor de Yáñez en otras causas (además de haber asesorado jurídicamente a Fernández). El abogado se contactó con la exprimera dama para ponerla en conocimiento de los chats encontrados y preguntarle si quería hacer la denuncia. Fioribello relató a La Nación que Yañez ratificó la existencia de los chats y aludió a una discusión de pareja, pero contó que le dijo al juez que no quería hacer una denuncia. Como se trataría de un delito de instancia privada, si la víctima no lo denuncia, la Justicia no puede intervenir.
Fioribello dijo que Yañez le contó que los chats fueron un “desahogo”, pero que los golpes físicos “no sucedieron”; que lo que sí hubo fue una fuerte discusión de pareja.
El abogado relató a La Nación que también habló del tema con el expresidente. “Me reuní por este asunto y el expresidente me contó lo mismo. Me dijo que hubo una discusión en Olivos, pero que no hubo violencia física, y que de ninguna manera, jamás en su vida, le pegó a una mujer”, indicó Fioribello.
“El presidente no fue citado. No se lo nombró en la audiencia. Y como no hubo denuncia, la causa está archivada”, relató.
Vacunación vip
Hay otro diálogo que se destaca entre los chats que investigó la Justicia. Tiene que ver con el escándalo del vacunatorio vip que terminó eyectando de su cargo como ministro de Salud a Ginés González García tras conocerse un listado de personas cercanas al entonces presidente que accedieron con prioridad a la inmunización contra el covid-19 sin una razón aparente.
En julio de 2021, cuando este tema ya había explotado en los medios -así como el de la cena de Olivos, cuando en plena cuarentena el expresidente y su esposa festejaron el cumpleaños de Yáñez con amigos-, el entonces primer mandatario no dudó en involucrarse personalmente en la vacunación de Martínez Sosa.
En los chats que registra el teléfono de Cantero, Fernández le pide a su secretaria que le pase el DNI de su marido y, después de unas horas, le avisa dónde y a qué hora tiene que inocularse.
A pesar de ser consultado por este medio, el expresidente guardó silencio y no quiso pronunciarse al respecto ni dar su testimonio.
La investigación de este caso la llevó la jueza federal María Eugenia Capuchetti, quien procesó por peculado y abuso de autoridad -sin prisión preventiva- al exministro de Salud por haber permitido que funcionarios y amigos del gobierno anterior recibieran vacunas contra el covid antes que otras personas que estaban en la lista de espera.
Cristina Kirchner
En el marco de la misma causa que investiga una posible maniobra fraudulenta, la Justicia detectó un contacto entre Cantero y Cristina Fernández de Kirchner. El peritaje, que registró una conversación entre Cantero y Martínez Sosa sobre la charla que había tenido la secretaria con la exvicepresidenta, fue confirmado por fuentes judiciales, mientras que voceros políticos ratificaron a La Nación que ese contacto existió y fue antes de la toma de posesión del gobierno.
“Cristina la conocía a María porque fue la secretaria de Alberto por 30 años”, dijo el viernes por la noche una fuente cercana a Kirchner.
Cantero y su pareja Martínez Sosa mantuvieron en 2019 un intercambio de chats muy corto en el que la secretaria privada de Fernández le contaba a su marido que mantuvo una conversación telefónica con “CK”, iniciales que, a priori, refieren a la exvicepresidenta Cristina Kirchner.
Martínez Sosa se muestra intrigado por la noticia y le pregunta cómo le fue en esa conversación. Cantero responde que “Cristina” preguntó por él, y que ella viajaría a ver a “Florencia”, presuntamente por su hija, Florencia Kirchner, radicada en Cuba por aquel tiempo por problemas de salud.
La nueva tira de chats entre Cantero y el broker Martínez Sosa se registra con la ortografía propia de este tipo de intercambios virtuales. “Recién Alberto me pasó con CK”, le cuenta Cantero a su marido. “Y ?????? CONTAME”, contesta Martínez Sosa. “Alberto está mejor conmigo”, le devuelve Cantero. “Bien. Y que hablaste con CK?”, insiste el broker. “Cristina bien se mató de risa. Me dijo que quería venir a ver las oficinas”, contesta Cantero, dejando a un lado las siglas “CK” en el texto.
“Que bueno”, valora Martínez Sosa. “Me preg x vos”, le cuenta Cantero a continuación. “Te extrañó???”, pregunta Martínez Sosa. “No podía creer que esté acá -contesta-. Le dije que nos encontramos el lunes en Barcelona. Me dijo que se iba el lunes a ver a Florencia. Me dijo quiero ir cuando estés vos”, agrega.
“Fue una charla informal”, dijo a La Nación una fuente cercana a la exvicepresidenta, al enterarse de la publicación del viejo contacto telefónico entre su jefa y la secretaria privada de Alberto Fernández.
Tráfico de influencias
El celular de Cantero da cuenta de las gestiones que llevó adelante para que su marido, un broker de seguros, se quedara con ese negocio en diferentes reparticiones públicas entre las que se destacan dependencias de las Fuerzas Armadas y Corredores Viales, la empresa del Estado concesionaria de las obras de vialidad.
Para ello, la secretaria de Fernández no solo conversaba con el expresidente sino que mantenía un diálogo fluido con múltiples funcionarios del gabinete nacional. Entre otros, aparecen el exministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el exministro de Defensa, Agustín Rossi; Sebastián Díaz Bancalari, uno de los directores de la empresa estatal Nación Seguros -a través de la que se ejecutaba el negocio-; el exsecretario de Comunicación presidencial, Juan Pablo Biondi; y el exministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
En un intercambio de mensajes correspondiente a diciembre de 2019, la secretaria del expresidente consulta a su pareja, a priori, por un seguro en particular. Dice: “Los seg de la armada los tenemos?”. Minutos después de que Martínez Sosa responda que no, Cantero señala que una persona -a la que alude como Capitán- se iba camino a los tribunales de Comodoro Py. “El Capitán se va”, dice. “Vos lo conociste acá -le aclara luego-. Se va al edificio de Comodoro Py”.
En abril, en otro cruce de mensajes, la secretaria de Fernández le dice a su pareja lo siguiente. “Díaz Bancalari [vicepresidente de Nación Seguros] es el hijo del Negro, seguro es un buen tipo”, y segundos después, agrega: “Pero lo importante es Pagliano [presidente de Nación Seguros]”. Martínez Sosa responde: “No, es el sobrino”. La secretaría privada del expresidente Fernández contesta: “Que responde a Alberto”.
La conversación continúa y se hace referencia a “Forlón”, que por el contenido de los mensajes parece ser Juan Forlón, presidente del Banco Nación entre 2012 y 2015, un hombre muy cercano a Máximo Kirchner. “¿Quien es Forlón?”, pregunta Cantero. “El expresidente de la época de Cristina que me sacó Fabricaciones Militares y lo mandé al carajo”, precisa Martínez Sosa. “Ahora Alberto es Presidente, no Cristina”, le advierte Cantero. “Si querés le recuerdo a Rossi -exministro de Defensa- lo de Fabricaciones Militares”, cierra.
A fines de junio, reaparece el tema de Fabricaciones Militares y con un sobrenombre -“Kato” - la pareja parece aludir al entonces funcionario encargado de las obras del Estado, Gabriel Katopodis.
“Bueno, me contacto con el presidente de Fabricaciones Militares por tu contacto y aun no nos nombraron”, se queja Martínez Sosa. “Cuando termine de almorzar con el Jefe le digo”, le informa Cantero. “Alberto se va temprano”, añade. Más adelante en la conversación, agrega: “Kulfas, está guardado”, en aparente alusión al exministro de Desarrollo de Fernández. “Por Covid”, aclara. A los pocos minutos, Cantero le informa: “Me acaba de decir Kato [presuntamente por Katopodis] que lo que le pediste de corredores viales ya está”.
En diciembre de 2021, Cantero pregunta: “Ya estás con Alberto? Como te fue?”. “Recién salgo -contesta Martínez Sosa-. Muy lindo”. El día previo a ese encuentro, mantuvieron el siguiente diálogo: “Mañana 10.30 te espera Alberto en Olivos. Llamame cuando puedas”, dice Cantero. “Ok”, confirma su pareja.
Regalos
A través de mensajes de WhatsApp, Cantero y su pareja también dialogan sobre costosos regalos que le quieren hacer al expresidente y funcionarios de su gabinete.
A fines de agosto de 2019, tras la arrolladora victoria de Alberto Fernández en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), Cantero le manda a Martínez Sosa una foto de un reloj de “edición limitada” -según dice- de la marca TagHeuer y pregunta: “Te gusta para el Gordo?”. Luego, parece hacer alusión a su precio en dólares. “1800″, le dice. “Muuuy lindo!!!”, responde Martínez Sosa. Tras ello, mantienen un breve intercambio en el que debaten si al “Gordo” le gustará o no el regalo. “Yo lo pago”, dice Martínez Sosa.
Una conversación similar se repite en septiembre de 2021, con el Gobierno de Fernández en marcha. La secretaria del expresidente le consulta a su pareja si le escribió a “Juampi” que, según se desprende de la conversación, aludiría al secretario de Comunicación y Prensa de Alberto Fernández entre 2019 y 2021, Juan Pablo Biondi. “El quiere un regalo también”, le aclara. “No aún”, contesta Martínez Sosa. “Estoy con Capatti”, completa. “Escribile”, insiste Cantero. “Pobre”, se lamenta. “Le dista las corbatas a Alberto?”, le devuelve Martínez Sosa como respuesta. “No lo vi todavía”, se justifica Cantero.
Una hora y media más tarde, Cantero le cuenta: “Le di todas las corbatas. Esta feliz. Después preg si le gustaron”. Minutos después Cantero cambia de tema: “Renuncio Juampi”, le comenta. “Biondi?”, pregunta su pareja. “Si”, responde. “Era imposible sostenerlo”, describe.