La Nación/GDA
El primer debate presidencial de Argentina en 2023 tuvo varios cruces en su desarrollo, pero uno protagonizado por Sergio Massa y Javier Milei no se escuchó por completo, porque el candidato oficialista habló cuando su micrófono estaba apagado, porque no era su turno.

El candidato de La Libertad Avanza respondía una pregunta del postulante de Unión por la Patria. Ante la imposibilidad de escuchar las palabras de Massa, muchos se preguntaron qué dijo el ministro de Economía en ese momento, que rompió las reglas acordadas por todos los participantes para el encuentro preelectoral.

El momento se dio en la sección de preguntas cruzadas, cuando el economista libertario contestaba al actual ministro de Economía. Massa lo había cuestionado por sus comentarios sobre el papa Francisco, a quien Milei acusó de ser “representante del maligno en la Tierra” en declaraciones radiales previas a la campaña electoral 2023. “Te quiero hacer un pedido”, le dijo el candidato oficialista: “Ofendiste al líder de la Iglesia. Aprovechá estos 45 segundos para pedirle perdón al papa, que es el argentino más importante de la historia”.

El diputado nacional empezó su respuesta señalando que estos comentarios se dieron antes de su paso a la política y que el candidato de Unión por la Patria estaba desinformado, algo que Massa negó con la cabeza.

El cruce se dio mientras Milei argumentaba que ya había pedido disculpas por eso, pero que estaría dispuesto a hacerlo de nuevo, a lo que Massa dijo, sin que pudiera escucharse en la transmisión, “Hacelo”, tres veces. Esto motivó la reacción del representante libertario, que señaló la interrupción ante los moderadores.

“Dejame hablar y sé respetuoso”, dijo el economista antes de seguir la respuesta: “Yo dije que si el papa quería venir a la Argentina, se lo iba a respetar. Dejate de chicanear y dedicate a bajar la inflación y terminar tu gobierno de manera decorosa”.

Fue entonces que los periodistas Esteban Mirol y Lucila Trujillo, encargados de administrar esta sección del debate, recalcaron a los candidatos que sus declaraciones no se escuchaban, al estar silenciados sus micrófonos, y que tampoco podían interrumpir a sus contrincantes.