EFE, AFP
Profesores y alumnos de universidades públicas de Argentina protagonizaron ayer miércoles una multitudinaria protesta contra la intención del presidente Javier Milei de vetar una ley sobre financiación a la educación universitaria.

“Los estudiantes de toda la Argentina le pedimos al presidente, en un grito de auxilio para salvar al sistema, que promulgue la ley de financiamiento universitario”, dice la proclama leída durante la movilización, en coincidencia con una huelga del sector.

La ley, aprobada el pasado 13 de septiembre por el Parlamento, establece actualizar los fondos para gastos de funcionamiento de las universidades por la variación del índice de inflación, que en agosto se ubicó en el 236,7% interanual.

Asimismo, ordena una recomposición de los salarios universitarios, también teniendo en cuenta la inflación.

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Pero Milei ha advertido que vetará la ley, tal como lo hizo recientemente con una iniciativa para establecer los aumentos en las jubilaciones, alegando que no comprometerá el objetivo del equilibrio fiscal fijado por su Ejecutivo.

De acuerdo a cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, la ley, de aplicarse, tiene un impacto presupuestario equivalente al 0,14 del PIB, por lo que la comunidad universitaria considera que no afecta sustancialmente a las cuentas públicas.

El Gobierno de Milei tacha al sistema universitario de “caro, inequitativo e ineficiente”. De acuerdo a datos oficiales, en Argentina hay 1.749.136 estudiantes registrados en los 65 centros universitarios de gestión estatal en el país, de los cuales solo el 40,6% (710.466) son alumnos regulares y tienen una baja tasa de graduación.

El Ministerio de Capital Humano, del que depende la Secretaría de Educación, sostiene que el Estado destina el 74% del presupuesto educativo a las universidades, a las que acusa de no rendir cuentas de los fondos transferidos.

“Este conflicto universitario responde más a intereses políticos que a las necesidades del sistema educativo, porque los reclamos educativos están todos atendidos y resueltos”, aseguró la cartera en un comunicado.

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Milei tiene plazo hasta hoy jueves para publicar el veto a la ley y los manifestantes esperaban presionar al Congreso para que no lo ratifique. De acuerdo a la prensa local, el gobierno negociaba arduamente con legisladores para garantizar su confirmación.

“¡No al veto al financiamiento universitario!”, rezaba un cartel con la imagen de Mafalda, la irreverente niña de historieta, símbolo de rebeldía en Argentina. “La educación no se veta, la educación se respeta”, decía otro.

Milei, por su lado, retuiteó ayer miércoles una caricatura que muestra a la expresidenta Cristina Kirchner como titiritera manejando los hilos del senador Martín Lousteau y este a su vez los de un manifestante.

Lousteau dijo al canal de noticias LN+ que “la educación universitaria es lo único que habilita a pensar que el futuro va a ser distinto, que alguno en la familia logre un título universitario”.

En el discurso de cierre de la marcha de ayer, la presidenta de la Federación Universitaria Argentina, Piera Fernández, pidió al presidente que “no prospere el veto”. Los “estudiantes de toda la Argentina le pedimos, en un grito de auxilio para salvar al sistema: ¡promulgue la Ley de Financiamiento universitario!”, leyó.

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Pero el gobierno trató de “degenerados fiscales” a los legisladores por aprobar una ley cuyo impacto fiscal se estimó en 0,14% del Producto Bruto Interno, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.

“De lo que estamos en contra es de que el Congreso sancione leyes que no tengan una partida presupuestaria asignada, es decir, que no puedan financiarse”, dijo el vocero presidencial, Manuel Adorni.

De todas formas el gobierno parece no contar con los apoyos necesarios en el Congreso para dejar firme veto, como sí lo consiguió con la ley que actualizaba las jubilaciones para moderar la pérdida del poder adquisitivo por inflación.

El 23 de abril, los universitarios convocaron una masiva marcha, la más numerosa hasta ahora contra Milei, tras la cual el gobierno reforzó fondos para gastos de infraestructura y hospitales universitarios.

La concentración de ayer tuvo lugar al mismo tiempo que un eclipse solar anular transcurría sobre Argentina, aunque su “anillo de fuego” solo se vio desde la Patagonia.