Redacción El País con información de La Nación/GDA
La Justicia de la provincia de Santa Fe, en Argentina, imputó al dueño de un local de juegos y a un operador luego de que el pasado domingo una niña de 7 años muriera tras caer del toro mecánico.
El propietario del salón de eventos Big Party, de 40 años, y el operador del toro mecánico, de 18 años, fueron imputados por el delito de homicidio culposo.
El hecho ocurrió en Venado Tuerto, departamento General López, a 358 kilómetros al sur de la capital provincial. La menor sufrió el accidente durante una fiesta de cumpleaños, que se desarrollaba durante la tarde del domingo, en un salón de eventos ubicado en la calle Moreno al 1100, en esa ciudad.
Por causas que ahora los investigadores tratan de determinar, la menor fue lanzada por el juego y cayó en una zona sin protección; por el golpe, sufrió una grave lesión en la cabeza.
Con la premura del caso, fue trasladada de inmediato al Hospital Alejandro Gutiérrez de Venado Tuerto, aunque según fuentes judiciales habría ingresado sin signos vitales ya que los médicos y paramédicos que la recibieron, a pesar de los esfuerzos realizados, no lograron revertir la situación.
Desde la Municipalidad de Venado Tuerto se aseguró este lunes que la sala se encontraba habilitada y que el juego del toro mecánico estaba ajustado a los requerimientos establecidos por las autoridades pertinentes y chequeado en su funcionamiento por expertos matriculados. Ante una consulta, se indicó que “quien opera el juego es quien puede realizar un cambio de velocidades del aparato”, algo que quedará sujeto a los informes técnicos de la evaluación en marcha.
Quienes le brindaron los primeros auxilios a la niña habrían explicado a los investigadores que la niña cayó violentamente, golpeando su cabeza contra el piso. Desde ese mismo momento quedó inmovilizada, por lo que se estima que dicho golpe resultó letal.