Nicolás Cassese - La Nación/GDA
El caso que tiene en vilo a Argentina tuvo un nuevo revés: el líder piquetero oficialista, Emerenciano Sena, pidió declarar ayer por primera vez en la causa por la desaparición y presunto asesinato de su nuera, Cecilia Strzyzowski, que fue vista por última vez el viernes 2 de junio. “Yo no fui, no estuve en el lugar”, declaró, según fuentes judiciales. Se despegó del crimen por el que también están imputados su hijo César, de 19 años, y su esposa, Marcela Acuña, además de cuatro de sus colaboradores.
Sena, aliado del gobernador peronista Jorge Capitanich, permanece detenido en Resistencia. Ayer por la tarde fue trasladado a los tribunales y mantuvo un encuentro con su abogado, Juan Carlos Saife. Después declaró por primera vez como imputado ante los fiscales Jorge Gómez y Nelia Velásquez. “Declaró espontáneamente durante 10 o 15 minutos y no aceptó contestar preguntas”, dijo Saife al salir. El fiscal Jorge Gómez añadió: “Se lo vio entero”.
En paralelo, se conocieron las primeras imágenes de César Sena en su lugar de detención. Las publicó en exclusiva el Canal 9 de Chaco y se lo ve tras las rejas, con una bolsa con sus pertenencias y un aparato en las manos que parece un teléfono celular. El joven, que recién el lunes fue separado de su padre (estaban detenidos en el mismo lugar), también se declara inocente. Ahora, a través de su abogado, Ricardo Ozuna, pidió que le enviaran un sacerdote.
Las novedades en la investigación se suceden a ritmo frenético. Buzos tácticos de la policía de Chaco hallaron ayer al mediodía huesos triturados y otros elementos de relevancia en los rastrillajes que ejecutaron en busca de pistas para determinar qué pasó con Cecilia.
El operativo se llevó a cabo en el río Tragadero, en las afueras del denominado barrio Emerenciano, construido y administrado por el matrimonio de piqueteros oficialistas que ahora está acusado de homicidio. Se encontró también un dije en forma de cruz, similar a uno que usaba Cecilia.