Patricia Bullrich usó todas sus armas ayer contra el kirchnerismo y contra Javier Milei, que fueron blancos de duras críticas de la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio. El acto de cierre de su campaña electoral fue, no en vano, en el municipio bonaerense de Lomas de Zamora, territorio del intendente en uso de licencia y protagonista del “yate-gate”, Martín Insaurralde.

La cúpula entera de Juntos por el Cambio dijo presente en el escenario de la plaza Raúl Alfonsín, en el corazón de Lomas. Estaban el expresidente Mauricio Macri; el jefe porteño Horacio Rodríguez Larreta -quien fue además el rival de Bullrich en las PASO-; la exgobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; el diputado José Luis Espert; el senador Miguel Ángel Pichetto; el candidato a jefe de gobierno porteño, Néstor Grindetti; el diputado Diego Santilli, entre otros. También asistió el exsenador Esteban Bullrich, que renunció a su banca en 2021 tras su diagnóstico de esclerosis lateral amiotrófica. Bullrich presenció el acto acompañado de su esposa.

La candidata empezó su discurso vaticinando el triunfo. “Este es el último acto de la penúltima estación. Es la penúltima estación porque la última es el 21 de noviembre, ganando el balotaje y la Presidencia. O en primera vuelta, quizás”, dijo.

Luego, arremetió directo contra el kirchnerismo e Insaurralde. “Vine a Lomas de Zamora porque la pornografía brutal de Insaurralde ha sido lo que nos ha llenado el vaso de 20 años de robo de la Argentina”, comenzó. “En Insaurralde hemos visto la corrupción kirchnerista. El paseo en yate en Europa nos mostró una escena que todos los argentinos sabíamos, pero fue tan explícita, tan clara, tan distante la vida de todos los días de los argentinos... Con esa vida en la que plasmamos tantos años, (con la) que luchamos contra la corrupción del kirchnerismo”, aseveró. Cientos de personas la ovacionaron.

“Por primera vez en los 40 años de democracia, el cambio tiene más fuerza y más poder que el kirchnerismo, por primera vez en esta historia”, aseguró Bullrich. Sus militantes la interrumpieron al corear “la mafia tiene miedo”, una reversión del cántico de los libertarios, a la que los dirigentes también se sumaron desde el escenario.

Tras una campaña llena de rumores de enojo y distanciamiento, Macri y Bullrich procuraron mostrarse unidos. El expresidente había sido cuestionado por su sector después del coqueteo público con Milei a partir de las PASO.

Bullrich también destacó la presencia de Larreta, a quien designó como su eventual jefe de gabinete tras una prolongada ausencia del jefe porteño en la campaña de Juntos por el Cambio a partir de su derrota en las primarias.

La candidata insistió con la “propuesta” del libertario sobre la venta de órganos, que tanto él como sus laderos han tenido que salir a desmentir. “Les quiero decir que me preocupan las ideas de Milei. Son malas y peligrosas. Escúchenme bien las mamás y los papás, para que hablen con sus hijos. Los que creen que es un salvador o un mesías, hablen con él. Y los jóvenes que están acá, hablen con los jóvenes. ¿Saben lo que dice? El gran genio de cabecera que tiene Milei dice que él no solo quiere liberar las armas y la posibilidad de la venta de órganos”, dijo, y agregó: “Como ministra de Seguridad estuve en muchos países y vi cómo es la venta de órganos ilegales. Te sucuestran a los chicos, agarran los órganos, te dejan tirados y los venden”.

Los dardos contra Milei no quedaron ahí. “Si liberan las armas, viene un mantero y te pone las armas en la manta y te las vende. Como en Estados Unidos, después van a la escuela y matan a los chicos”, aseguró.

Minutos antes, Macri también se había referido a Milei al afirmar que el libertario dirige “una agrupación no madura, sin volumen, sin equipo, fácilmente infiltrable que no puede garantizar ningún cambio”. En ese sentido, dijo que su exministra de Seguridad es “la única opción”.

Si el público de Milei en su acto de cierre era predominantemente joven, en el de Bullrich era mayor. Una señora sostenía un cartel que decía “Aguanten los viejos meados”. Un matrimonio lomense, de 69 años ella y 71 él, dijo a El País que apoyan a Bullrich porque tienen fe en que va a tener “mano dura”. “Con la inseguridad, que es lo peor que nos está pasando, y con la corrupción de los que nos gobiernan ahora”, apuntó él.

Al finalizar, la candidata hizo la última arenga antes de la veda electoral, que rige a partir de hoy. “Yo quiero ser presidenta (...). Les quiero dar la tranquilidad a todos los ciudadanos que sabemos cómo salir de esta situación, que desde el lugar donde dejen el país, sabemos cómo sacarlo adelante, sabemos cómo ordenarlo y cómo devolverle felicidad a los argentinos. No venimos improvisados, venimos con un plan claro. Tengan la plena confianza que lo vamos a hacer. Tenemos la fuerza, tengo el carácter para hacerlo, tengo la convicción, tengo la templanza que hay que tener”, afirmó. “Nos falta algo que les quiero pedir: nos falta el voto de cada uno de ustedes y de todos los que van a ir a buscar. Vayan a buscarlos”, alentó, “porque el cambio es ahora y es para siempre”.