Valeria Musse con colaboración de Sol Agusti, La Nación/GDA
En las últimas horas, se derrumbó en su totalidad la reconocida “Cueva de Jimbo”, uno de los principales atractivos que tenía el Parque Nacional Tierra del Fuego en Argentina. No se registraron heridos, según informaron los medios locales. La estructura era de hielo y solía ser uno de los lugares más visitados por los turistas, aunque las autoridades habían prohibido su ingreso desde 2021 por su fragilidad. Pese a la advertencia, a fines de 2022 un brasileño murió en ese lugar luego de que impactara sobre su cuerpo una masa de hielo que se desprendió del techo de la imponente caverna.

La Cueva de Jimbo estaba ubicada cerca del espacio conocido como Cañadón de la Oveja, a unos 700 metros sobre el nivel del mar. Se trataba de una apertura que se fue “construyendo” de manera natural con el retroceso de los glaciares que se habían formado unos 10 mil años atrás y que ahora ven las consecuencias del calentamiento global, informó a La Nación Silvina Cárdenas, personal técnico del Instituto Fueguino de Turismo (Infuetur).

Si bien las temperaturas suelen permanecer frías a pesar de los meses estivales, en los últimos días se registraron entre 17 y 18 grados durante varias jornadas seguidas, algo poco frecuente para esa provincia incluso en verano, agregó la especialista consultada.

La Cueva de Jimbo estaba dentro de la jurisdicción del Parque Nacional Tierra del Fuego y sus responsables la monitoreaban permanentemente, dado que era un sector en el que estaba prohibido el acercamiento por medidas de seguridad.

De hecho, desde el Infuetur remarcan que “el acceso a la cueva se encontraba prohibido. Al no ser un atractivo que se difundiera o promocionara turísticamente y al no tener un puesto de acceso no se cuenta con información de cantidad de visitantes que iban. En rigor, quienes la visitaban estaban incumpliendo la normativa dictada por Parques Nacionales”.

A simple vista, la cueva se distinguía por tener rayas blancas y negras en sus paredes, lo que significaba que, además de hielo, estaba formada por rocas. Según la información que circula localmente, la caverna fue descubierta poco más de una década atrás y fue la primera persona en divisarla quien la habría bautizado con el nombre de su perro “Jimbo”.

Si bien el lugar era muy visitado, no era promocionado por las autoridades locales porque se lo consideraba peligroso por el derrumbe de parte de su estructura, algo que solía pasar. No obstante, los turistas solían acercarse por la promoción de imágenes que circulaban en las redes sociales.

Ante la consulta de La Nación, desde Parques Nacionales informaron que “de manera regular, los guardaparques de ese predio de Tierra del Fuego, junto con personal de Gendarmería Nacional (GN), solían realizar controles en la zona y advertían a quienes asistían al sitio sobre los riesgos de acercarse y transitar cerca de la cueva con el objetivo de evitar posibles accidentes”.

“Lamentablemente, a pesar de estar prohibido el sitio fue promocionado por algunas agencias de turismo de forma irresponsable. La contemplación y disfrute del medioambiente debe realizarse con responsabilidad tanto por los visitantes como por aquellos que desde el ámbito local actúan como anfitriones”, se agregó en el texto oficial.

“Pasé cerca de la Cueva de Jimbo hace unas semanas. Hace más de diez años fui por primera vez, cuando no se conocía popularmente, y es impresionante como se adelgazó el glaciar en tan poco tiempo. Lo mismo está pasando con la mayoría de los glaciares de la zona, como el Vinciguerra, que se retira cinco metros por año aproximadamente. Lo que pasó me parece un proceso natural propio de un glaciar en una etapa de calentamiento global”, define Sebastián Beltrame, guía de montaña y uno de los referentes de la zona en términos de trekking y montañismo.

Beltrame advierte que “en este tipo de glaciares hay que minimizar el riesgo evitando entrar a las cuevas con temperaturas positivas. Siempre que uno quiera acceder a un glaciar primero debe tener formación previa en técnicas de hielo y rescate, usar casco y material acorde al entorno que transite”.

Sobre los motivos que podrían haber llevado al derrumbe, desde la Secretaría de Protección Civil provincial Pedro Franco detalló: “En 2024 tuvimos un invierno atípico, fue el junio más frío de los últimos 22 años, y eso hizo que muchas de las estructuras cambiaran en su composición. Después llegaron muchos días seguidos sin nevadas fuertes ni temperaturas bajas, previo a la llegada de la primavera”.

Y continuó: “En las últimas semanas, tuvimos altas temperaturas e incluso tormentas eléctricas, que son muy poco frecuentes para la provincia. Es ineludible entender el efecto del cambio climático, eso es algo real y con efecto tangibles como la caída de la Cueva de Jimbo”.

Foto: captura de video.

En 2021 la intendencia del Parque Nacional Tierra del Fuego informó que el acceso a la cueva de hielo estaba prohibido de manera definitiva. La preocupación por accidentes en la zona era creciente desde 2020, año en que se popularizó el interés por conocer las mencionadas estructuras de hielo.

Desde entonces, la Comisión de Auxilio de Ushuaia expresaba su preocupación por la cantidad de gente que las solía visitar y la difusión en redes sociales. “Informamos a la población en general, pero muy particularmente a todos aquellos caminantes que transitan camino del Cañadón de la Oveja, que el acceso a las Cuevas de Hielo se encuentra prohibido por el potencial derrumbe”, advertían.

La prohibición de 2021 se basó en estudios realizados por investigadores del Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic-Conicet), que indicaban que “el sitio presenta una dinámica muy activa, con una intensa fusión de hielo que produce la caída constante de fragmentos de hielo y roca”.

Además, se determinaba que “el adelgazamiento del techo genera grietas sobre el glaciar lo que provocará su colapso”. Cuatro años después, es lo que sucedió.

Lamentablemente, esta atracción para turistas fue el escenario de un accidente fatal que terminó con la vida de un caminante. El 3 de noviembre de 2022, Dennis Marin, de 37 años, falleció luego de que un trozo de hielo se desprendiera sobre su cabeza cuando intentaba ingresar a la cueva pese a que estaba prohibido, ignorando los carteles indicadores de prohibición de acercamiento.

El impacto del trozo de hielo que cayó sobre el turista fue equiparado al que podría tener una heladera cayendo de manera repentina sobre una persona parada, un impacto fatal. Dennis encabezaba la hilera de curiosos que tenía como objetivo visitar el interior de la helada caverna y todo quedó registrado por la cámara de uno de los turistas.

Tras su fallecimiento y por la dificultad para llegar al lugar, un grupo de especialistas en alta montaña (GEAM) dependiente del Escuadrón Núcleo “Ushuaia” fueron quienes rescataron el cuerpo.

Al llegar al lugar, en conjunto con personal de Parques Nacionales, la policía provincial, Defensa y Protección Civil, Bomberos Voluntarios, Club Andino Ushuaia y del Hospital Regional, se constató la muerte del visitante, por lo que se inició su descenso mediante el uso de una camilla de rescate Sked (diseñada con un sistema de poleas para intervenciones en altura, espacios profundos o confinados).

Desde ese momento, no se registraron visitas al interior de la cueva, pero seguían siendo muchos los caminantes y turistas que se acercaban a la zona.

La secretaria de Turismo municipal, Viviana Manfredotti, expresó vinculado a los recorridos de trekking que “desde la Secretaría de Turismo siempre se les hace saber a los turistas y locales que el acceso a sitios de interés que se encuentren fuera de los circuitos habilitados por el parque está prohibido, sobre todo si se trata de caminar debajo de los glaciares, cuyas estructuras se encuentran debilitadas por las altas temperaturas”.

“Siempre recomendamos consultar los estados de cada lugar antes de aventurarse a recorridos sin la debida información, por la implicancia de los riesgos y el peligro que conlleva”, concluyó.