Sergio Massa sondeó a Horacio Rodríguez Larreta para unirse contra Javier Milei, sin éxito

Juan Manuel Olmos, apoderado de Unión por la Patria, se reunió con un embajador del jefe de gobierno en busca de reeditar los pactos entre partidos de Francia y Austria para frenar a la extremaderecha.

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El ministro de Economía y candidato a la presidencia argentina, Sergio Massa
El ministro de Economía y candidato a la presidencia argentina, Sergio Massa.
EFE

Hugo Alconada Mon/La Nación/GDA
El ministro de Economía y candidato presidencial por Unión por la Patria, Sergio Massa, sondeó al jefe de Gobierno porteño y precandidato perdidoso, Horacio Rodríguez Larreta, para ofrecerle que unan sus fuerzas con un objetivo en común: derrotar a Javier Milei en las elecciones generales de octubre o al menos extender la contienda hasta el balotaje, confirmaron fuentes cercanas a ambos a La Nación.

La propuesta de Massa, en favor de la “institucionalidad democrática”, comenzó poco después de que terminara el recuento provisorio de las elecciones PASO en la madrugada del lunes.

Rodríguez Larreta quedó fuera de la carrera presidencial, pero el 11,29% de los votos que cosechó en las PASO pueden representar la diferencia entre la Casa Rosada y la derrota, tanto para Massa como para la vencedora de la interna de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich.

Amigos desde hace años -si ese término cuadra en la política-, Massa no necesita de intermediarios para dialogar con Rodríguez Larreta. Se conocen, se fían y se defienden entre sí ante terceros. Pero aún así, el ministro de Economía envió a uno de sus operadores de máxima confianza para exponer la propuesta y sus argumentos.

Ese operador es Juan Manuel Olmos, según reconstruyó La Nación. Es decir, el actual vicejefe de Gabinete, apoderado de Unión por la Patria y dueño de una de las agendas telefónicas más sensibles de la Argentina. Con décadas de recorrido sobre sus espaldas, presidió el Consejo de la Magistratura de la Ciudad y el Partido Justicialista porteño, en reemplazo de Alberto Fernández, y tiene contactos frondosos de ambos lados de la declamada “grieta”.

Olmos se reunió, entre el martes y miércoles de la semana pasada con el “embajador” que designó Rodríguez Larreta -cuyo nombre no trascendió- para escuchar la propuesta de Massa. Pero sí trascendió su esencia: intentar la versión criolla de las vivencias austríaca y francesa de 2016 y 2017 que impidieron la llegada al poder de candidatos extremistas que amenazan con desestabilizar el sistema democrático de esos países.

Siete años atrás, en 2016, los conservadores austríacos respaldaron al candidato del Partido Verde, Alexander Van der Bellen, para evitar el triunfo de Norbert Hofer, un radical de extrema derecha. Un año después, Francois Fillon, el candidato conservador francés, pidió a los suyos que votaran por Emmanuel Macron, el postulante de la centroizquierda, para evitar que la ultra Marine Le Pen ingresara al Palacio de Eliseo.

Algunos vieron al exministro del Interior menemista devenido empresario, José Luis “Chupete” Manzano, detrás de la propuesta de Massa. Confidentes desde hace muchos años, el diálogo entre ellos es permanente, sea sobre cuestiones familiares, de negocios, de política, táctica o estrategia.

Pero junto al mendocino juraron y perjuraron ante la consulta de La Nación que dialogó por última vez con el candidato oficialista el viernes 11; es decir, 48 horas antes de las PASO y del batacazo de Milei.

una amistad

Horacio Rodríguez Larreta y Sergio Massa se conocieron a fines de 1990, durante la campaña de Ramón “Palito” Ortega.

“Nos llevábamos bien cuando no teníamos cargos y también ahora, y eso no va a cambiar. Entiendo la curiosidad de los medios pero es una relación de amistad”, dijo el ministro de Economía a la revista Noticias en 2021.

Más acá en el tiempo, en julio pasado, Larreta dijo en declaraciones a la prensa que, a pesar de haber sido cercano a Massa, hoy se encuentran en “veredas opuestas”.

La interna del Pro

El puente que tendió Massa no fue, sin embargo, el único que llegó a las orillas de Rodríguez Larreta.

De manera más previsible, también Patricia Bullrich aspira a fidelizar los votos que obtuvo el jefe de Gobierno porteño dentro de Juntos por el Cambio. Esa fue la esencia del encuentro que ambos mantuvieron el pasado miércoles en el Jardín Botánico.

El cónclave estuvo lejos de resultar un paseo por el jardín. Rodríguez Larreta pretende imponer un pliego de condiciones antes de jugar con Bullrich, visión que comparten varios de los adláteres con los que evaluó la situación durante los últimos días, como su jefe de Gabinete, Felipe Miguel, y el diputado nacional Álvaro González, entre otros.

Los términos de la negociación entre Rodríguez Larreta y Bullrich van en la misma senda que los esbozados entre el vencedor y el derrotado en la interna porteña de Juntos por el Cambio, Jorge Macri y Martín Lousteau. Algunas voces llegan a ponerlo casi en términos de “poroteo”, con la vicejefatura de Gobierno y cuatro ministerios como parte de un hipotético acuerdo.

Los plazos corren. Resultan más perentorios, por ley, en la contienda porteña. Desde el momento en que termine el escrutinio definitivo, Jorge Macri tendrá 48 horas para comunicar quién será su compañero de fórmula. Pero las urgencias nacionales -con la economía que desfallece y la figura de Milei que parece ganar más prevalencia cada día- también acortan los plazos para la campaña nacional.

Las versiones corren en todas direcciones. Al punto que Milei debió salir a desmentir por televisión un supuesto entente con Bullrich, que fijaba al libertario como candidato presidencial y a Néstor Grindetti como el aspirante a la gobernación bonaerense.

“No existe ese acuerdo”, descartó Milei. “Estamos para ganar la provincia de Buenos Aires”. Mientras tanto, Bullrich acaso desconozca -y Rodríguez Larreta calle para reforzar su peso en las negociaciones- que Olmos volvió de su exploración por las tierras porteñas con una mala nueva para Massa. A su planteo en favor de la “institucionalidad democrática”, la respuesta de su contraparte fue que no está dispuesto a romper con Juntos por el Cambio, ni mucho menos con Pro, ni abandonar a Bullrich. Al menos de aquí al 22 de octubre.

El jefe del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta
El jefe del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
EFE

Coqueteo

En este esquema, y frente al desafío de mostrar unidad para fidelizar a los votantes del Pro, el expresidente Mauricio Macri protagonizó una serie de coqueteos con el postulante libertario y sembró dudas respecto de su apoyo a la exministra de Seguridad. No obstante, en el entorno del fundador del Pro negaron cualquier acuerdo con Milei y ratificaron su acompañamiento a Bullrich.

Aún así, algunos dirigentes no están convencidos del sostén de Macri, que ayer mostró un gesto desapasionado de apoyo hacia Bullrich para despejar los ruidos en el armado opositor. Sin emitir una opinión en primera persona, solo retuiteó un mensaje en el que se ve un video de una entrevista con LN+ en la que elogia a la exministra de Seguridad. “Sus valores, su coraje, su firmeza, su honestidad”, enumeró el expresidente.

“(Patricia Bullrich) va a apoyarse y respaldarse en un equipo de gente muy valioso que tiene experiencia, que ya estuvo”, argumentó, y reforzó: “¿Sabés lo que es lidiar con un Estado lleno de talibanes de La Cámpora? Eso lo vivimos nosotros, y gobernar frente a tantos intereses mafiosos, que se van a enfrentar a cualquier cambio”, sumó en el video.

reunión con fmi

El ministro candidato a Washington por dólares

El ministro de Economía argentino y candidato presidencial Sergio Massa viajó ayer a Washington para reunirse con el Fondo Monetario Internacional (FMI), del que espera nuevos desembolsos en medio de una crisis cambiaria que golpea a Argentina en plena campaña electoral.

El ministro partió por la noche para iniciar hoy una agenda de dos días en los que se reunirá con la titular del organismo de crédito, Kristalina Georgieva, y con altos funcionarios de la Casa Blanca, informó la agencia Télam.

Argentina aguarda un desembolso del organismo por 7.500 millones de dólares una vez que su directorio ejecutivo ratifique la aprobación de la quinta y la sexta revisiones técnicas del acuerdo vigente en su reunión de mañana.

Fuentes de la cartera económica señalaron que el ministro buscará ampliar esos desembolsos, que se han sucedido en el marco del programa crediticio que Argentina mantiene con el organismo.

Argentina tomó un préstamo del FMI en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri, por un total de 57.000 millones de dólares, pero al asumir el presidente Alberto Fernández renunció a los desembolsos pendientes y lo renegoció en 2021 como un convenio por 44.000 millones de dólares.

Los últimos vencimientos que Argentina debió pagar en agosto, por 775 millones de dólares y 2.700 millones de dólares, fueron afrontados con un préstamo de Qatar y con yuanes de un swap (intercambio de monedas) vigente con China, sumados a un préstamo puente de 1.000 millones de dólares de la Corporación Andina de Fomento (CAF), respectivamente.

Massa dijo el viernes al canal Crónica TV que la devaluación del 20% adoptada el día posterior a las primarias del 13 de agosto fue una imposición del FMI.

AFP

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