“Si tu hijo muere, será tu culpa”: dramático testimonio de la madre de uno de los bebés fallecidos en Córdoba

Damaris Bustamante es la primera testigo en hablar ante los jueces y el jurado popular; su hijo murió ocho horas después de nacer.

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Damaris Bustamante
Damaris Bustamante es la primera mamá en declarar en el juicio contra la enfermera acusada de haber matado a cinco bebés en Córdoba.
Foto: Sebastián Salguero/La Nación,GDA.

Por Gabriela Origlia, La Nación/GDA
Damaris Bustamante, la madre de Benjamín Luna, el segundo bebé fallecido en el Hospital Neonatal de Córdoba (Argentina) el 23 de abril del 2022 es la primera testigo en sentarse a hablar ante el tribunal que juzga cinco supuestos crímenes y ocho intentos de homicidio. Con su remera con la leyenda “Justicia por Benjamín”. Visiblemente conmovida y nerviosa, habló sentada de frente a los camaristas y los jurados populares y a metros a la izquierda de donde habitualmente está Brenda Agüero, la imputada como supuesta autora material de los hechos. “Tuve que asimilar y comprender que a mi hijo alguien lo mató. Dejé de sentir que era yo la culpable. Tuve que posponer mi duelo por mucho tiempo para poder estar, para poder hablar”, dijo. “Todo lo que voy a pedir es que hagan justicia por mi hijo”, cerró la primera parte.

“No voy a decir si ella es culpable o no porque para eso estamos acá. Pero si estuviera acusada de cinco muertes y ocho intentos de homicidios, no le sonreiría a la cámara”, afirmó en un segmento de su declaración cuando puntualizó que el día que las madres fueron recibidas por el entonces gobernador Juan Schiaretti fue cuando reconoció a Agüero que había sido detenida horas antes. Por entonces, su madre, contó, le había enviada una foto de la ahora imputada. Detalló que recordó el lunar en su cara y la sonrisa. “Ella fue la que me hizo violencia obstétrica”, reiteró.

Benjamín nació a las 8.13 del sábado 23 de abril del 2022, con 39 semanas de gestación; pesó 3,310 kilos. Su madre siempre dijo que fue un “parto horrible” y, de hecho la médica imputada que declaró antes de ella recordó que hubo una reunión por su caso de presunta “violencia obstétrica”. “Benja” murió ocho horas después. “Mi bebé estuvo bien hasta que lo amamanté. Después no sé qué pasó”, sintetizó.

La joven precisó cuándo conoció a la principal acusada. “¡Levantate, Damaris!, ¡Levantate, no seas egoísta, levantate! Si tu hijo se muere va a ser tu culpa –detalló que le insistía la enfermera–. Ahí empezó su maltrato”. La joven comenzó a llorar en ese tramo del relato y casi no paró de hacerlo durante todo su testimonio.

Bustamante pidió que Agüero no estuviera en la sala durante su declaración. Ya en la audiencia sostuvo que “hasta que los hechos salieron en las noticias yo me sentí culpable. No es fácil estar cerca de alguien que me maltrató tanto. Me volví a mi casa con los brazos marcados por ella y sin mi hijo”.

Bustamante enumeró a lo largo de su testimonio que a Agüero la vio en distintos lugares: en la sala de preparto; en la de parto, en la de recuperación cuando lo acomodó en la cunita a su hijo y en la sala común cuando le dijo que sabía la situación en que estaba “Benja”. Admitió que le llamó la atención que “primero fue muy violenta y después me decía que le pidiera a Dios por mi hijo”.

En la antesala de esos detalles, describió que la llevaron de la guardia a una sala de preparto, donde había unas cinco o seis madres más. Le indicaron que sino podía estar acostada, se quedara parada. “‘Por favor háganme una cesárea’, les decía llorando y me decían: ‘aguantátela’”. Recordó que empezó a perder flujo con sangre, en cuclillas, y entonces “entró Brenda Agüero contándole a sus compañeras que había llegado tarde porque se le habían escapado sus perros. Se estaba recogiendo el pelo. Me miró, sonrió y se subió el barbijo”.

Damaris Bustamante
Damaris Bustamante aseguró que su hijo "estaba bien hasta cuando lo amamanté. Después no sé qué pasó".
Foto: Sebastián Salguero/La Nación,GDA.

“’¿Qué le pasa a esta?’, preguntó ella [en referencia a Agüero] y los otros le decían: ‘no sabemos, todas pueden, ella no’”, siguió. Dijo que el parto “estuvo bien; me pusieron a ‘Benja’ en el pecho. Lo tuve unos minutos en el pecho, lo acaricié. Me dijeron que estaba a la vista mía, si podían llevar a pesarlo. Cuando lo llevaron a la mesita Brenda entró a la sala de partos y, como si no me hubiera hecho nada, me dijo: ‘viste mamá que ibas a poder. Yo te tenía fe’. Fue hasta donde estaba ‘Benja’ y se fue”.

A ella la llevaron a una sala de recuperación y más de media hora después le alcanzaron a su hijo: “Se prende a la teta. Lo tuve unos 40 minutos, lo acaricié, le canté y solo quería irme a casa con mi hijo. Me traen una cunita y me piden que lo ponga ahí y que termine de desayunar (...). Entra Brenda, pasa por delante mío, me dice: ‘¿estás bien?’. Pasa a una salita con unos armarios, cajas. Vuelve y se para al lado de mi hijo. ‘Está incómodo así', me dice y le respondo que no, que estaba tranquilo. Ella lo acomodó. Cuando Brenda lo acomoda, él larga el llanto, empieza a llorar. Le pido que me lo dé y me dice que no”.

Bustamante después no recuerda si Agüero se fue o no, pero sí que llegaron dos médicas y le indicaron que cambiara de pecho. Como seguía llorando, pidieron revisarlo, ella les pidió que fuera ahí mismo. Pero le plantearon que lo veían “raro” que tenían que llevarlo. “Después de un rato vinieron y me dijeron que le había dado un paro cardíaco, que me quedara tranquila, que lo podían manejar”, expresó.

La joven se descompensó, se le bajó la presión y estuvo –según le contó otra madre– una media hora descompuesta. Cuando empezó a recuperarse, entró su mamá. Una médica de terapia intensiva le explicó que estaba “muy abrumada, que no sabía que le pasaba a mi bebé, que estaba muy mal”. Al rato le avisan que había tenido un segundo paro cardíaco

Bustamante tuvo varios accesos de llanto a lo largo de todo el relato, pero salvo en dos momentos no se tomaba tiempo y siempre siguió. En un tramo avanzó sobre la primera vez que vio a su hijo en terapia –a donde llegó en silla ruedas llevada por una enfermera y con Leandro, su pareja– aseguró que pidió “mucho a Dios por mi hijo”

Sobre cómo se enteró de la muerte de su hijo, repasó que los médicos le dijeron que lo “lamentaban mucho”. “Les pregunté: ‘¿por qué?’ Y ahí me di cuenta y me caí y lloré. Nos dijeron que nos iban a dejar estar con ‘Benja’ un momento más”. En ese punto Bustamante tuvo un acceso de llanto. Pasó la noche en el hospital aunque quería darse el alta voluntaria; se fue al día siguiente.

“Maltrato”

Dos veces afirmó que la persona que la tomaba de los brazos antes del parto era Agüero. Su abogado, Carlos Nayi, dio cuenta de que las fotos de los brazos marcados están en el expediente. Apuntó que su familia advirtió la violencia que sufrió fue durante el entierro de Benjamín y por eso decidieron presentar un relamo en el Neonatal.

En la segunda ecografía, a las 18 semanas, supo el sexo de su hijo. Era su primer embarazo. Dijo que al enterarse de que tendría su bebé estaba “sana” y contó que cuando se enteró fue “una alegría muy grande. Me sentí bendecida, fui muy feliz; también el papá de mi hijo”. Indicó que fue por primera vez al Neonatal en febrero de 2022 cuando tuvo un “sangrado muy pequeño. En el dispensario me dijeron que era normal, pero que fuera a la Maternidad para que me sacara el miedo. Estuve seis horas en la Maternidad y decidimos ir al Neonatal”.

Relató que en esa consulta le hicieron escuchar los latidos, le señalaron que “estaba todo bien, que [la pérdida] había sido porque había tenido relaciones”. A los días le realizaron una ecografía. “No recuerdo bien, pero fueron dos o tres controles más. Cerca de la fecha empecé a despedir un flujo, fui, me explicaron que no había roto bolsa. Me volví a mi casa”. El 22 de abril a la noche empezaron las contracciones, a las 3 se despertó porque ya eran “muy fuertes”. Fue al Neonatal con su pareja y sus padres.

En la guardia le tomaron los signos vitales y la hicieron esperar. “Me hacen entrar a la guardia y desde entonces empiezo a sufrir violencia obstétrica. Quiero entrar con mi mamá y me dicen que no, que ya estaba grande para esas cosas, que esperara afuera”, detalló. Describió que le hicieron bajar los pantalones para tomarle la dilatación, que le negaron ayuda para subir y bajar de la camilla.

“Lo hice como pude con muchísimas dilataciones todo el tiempo (…). El dolor físico era terrible, tenía siete de dilatación. Tuve mucho miedo y me dije que lo tenía que pasar porque era el mejor momento de mi vida”, apuntó y afirmó que había dos profesionales, “una era estudiante”. Expresó que no la dejaban ni tomar aire, “me obligaban a contestar”, y graficó que hacían gestos de impaciencia.

La enfermera Brenda Agüero, junto a su abogado defensor, Gustavo Nievas
La enfermera Brenda Agüero, junto a su abogado defensor, Gustavo Nievas
Foto: Sebastián Salguero/La Nación/GDA

Después de la muerte

Bustamante contó en la audiencia cuando fue a realizar la denuncia por violencia obstétrica al Neonatal. Se reunió con Alejandro Escudero Salama, exvicedirector de Gestión Hospitalaria, quien le pidió que hiciera la presentación por escrita y comentó que estaban “trabajando” porque “había otros casos”. También mencionó que la entonces directora Liliana Asís cuando la escuchó “preguntó ‘¿cómo que murió un bebé?’” y le planteó “por favor que no hiciéramos la denuncia en la policía”. Le ofrecieron tratamiento psicológico que inició en el Neonatal.

En la sesión con la psicóloga le preguntó si era creyente. Se definió como “cristiana evangélica, creo en Dios” y la profesional le expresó “vos hiciste o vas a hacer algo por lo cual ahora estás pagando. Quiero que vos separés el hospital de la muerte de tu hijo (NR: repitió los ademanes que le realizó). Vos tenés que entender que la muerte de tu hijo era algo que tenía que pasarte”.

Bustamante comentó que al salir de la consulta le adelantó a su hermana que no quería regresar nunca más. “Cualquiera que no esté en sus cabales, sale y se mata”, lanzó.

Sobre la nota que presentó en el hospital, refirió que nunca le respondieron. Sí la llamaron para insistirle en que retomara las sesiones con la psicóloga.

El juicio por jurados tiene 11 imputados. La principal es Agüero, acusada de cinco asesinatos más otros ocho en grado de tentativa, y diez exfuncionarios y profesionales enfrentarán a un jurado popular. Para ella, si se comprueban los delitos, solo cabe la pena de prisión perpetua. Todos ellos ya pasaron por el estrado.

En las próximas audiencias –cuatro por semana durante todo este mes– seguirán testimoniando los querellantes, 14 damnificados por los hechos se constituyeron como querellantes particulares. Otros 29 iniciaron acciones civiles contra los imputados y el Estado provincial.

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