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Victoria Villarruel, la vicepresidenta argentina que jugó un papel clave para que la Ley Bases no fracasara

El gobierno de Javier Milei logró la aprobación en el Senado de la denominada Ley Bases, pero el proyecto pasa a la Cámara de Diputados para que ratifique los cambios.

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Manifestantes y policías chocan frente al Senado mientras debate proyecto clave de Milei
Sindicatos, grupos de izquierda y kirchneristas protagonizaron violentas manifestaciones frente al Congreso.
Foto: EFE

Gustavo Ybarra / La Nación (GDA)
En una ajustada votación, que obligó a la vicepresidenta Victoria Villarruel a aplicar su facultad constitucional de desempate, y luego de trabajosas y vertiginosas negociaciones, el Gobierno argentino logró aprobar en el Senado la denominada de Ley Bases. El proyecto, que la administración de Javier Milei considera como piedra fundacional legislativa de su gestión, volverá en segunda revisión a la Cámara de Diputados, que sólo podrá aceptar los cambios introducidos por el Senado o insistir en el texto que aprobó en la sesión del 30 de abril.

En un debate inédito desde la recuperación de la democracia en 1983, la vicepresidenta debió desempatar en otras dos ocasiones durante la discusión en particular. En ese tramo del debate, el oficialismo logró la mayor cantidad de votos para aprobar el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), uno de los títulos más preciados por el Poder Ejecutivo. Lo consiguió gracias al apoyo de los senadores kirchneristas Sandra Mendoza (Tucumán), Carolina Moisés (Jujuy) y Guillermo Andrada (Catamarca), que se desmarcaron del rechazo del resto de la bancada de Unión por la Patria.

El primer desempate de Villarruel fue clave, ya que terminó definiendo la votación en general y evitó, así, que la iniciativa fuera rechazada por el Senado. El momento culminante llegó tras trece horas de un extenuante debate, cuando el tablero de la Cámara alta marcó 36 votos a favor y 36 en contra. Tal como lo establece el reglamento, se volvió a practicar una nueva votación que volvió a finalizar empatada. Fue entonces que la vicepresidenta rompió la paridad dándole el visto bueno al proyecto.

“Por esos argentinos que sufren, que esperan, que no quieren ver a sus hijos irse del país, para esos argentinos que quieren recuperar el orgullo de ser argentinos, mi voto es afirmativo”, sentenció la vicepresidenta antes de romper la paridad, en medio de los reclamos a viva voz de la bancada kirchnerista, que se oponía a que Villarruel fundamentara su voto.

Afuera, en las inmediaciones de un Congreso cercado por las vallas policiales y en el que imperó por varias horas un smog artificial por la dispersión de los gases lacrimógenos, las fuerzas de seguridad habían protagonizado durante la tarde serios enfrentamientos con manifestantes de los gremios kirchneristas y de partidos de izquierda, que se movilizaron en rechazo a las iniciativas que impulsa el Poder Ejecutivo.

Incidentes en el Congreso.
Incidentes en el Congreso.
Foto: AFP

El voto de la vicepresidenta volvió a ser decisivo en la primera votación en particular para que el Gobierno pudiera sostener las facultades delegadas, contempladas en el primer artículo del proyecto. Tras empatar en 35 votos, Villarruel volvió a desempatar. Se le dibujó una amplia sonrisa cuando el tablero, por segunda vez en la noche, marcó que su intervención sería vital para inclinar la balanza a favor del Poder Ejecutivo.

Con tan sólo siete legisladores, menos del 10% del total de los 72 senadores, el Gobierno alcanzó la aprobación en general de la Ley Bases gracias al aporte de un mosaico político integrado por la UCR, Pro, peronistas disidentes y fuerzas provinciales, que destacaron la necesidad de darle al Poder Ejecutivo las herramientas que necesita para llevar adelante la administración, pero no sin criticarle a Milei sus modos políticos, en particular la virulencia en sus declaraciones, y advertirle que llegó la hora de empezar a mostrar resultados.

El principal peso del rechazo a la iniciativa lo aportó el kirchnerismo, que logró alinear a sus 33 senadores detrás de la impugnación a un Gobierno al que responsabilizaron por la caída en el poder adquisitivo de los salarios y por el aumento de precios, de la pobreza y del desempleo. A ellos se sumaron el voto en contra de santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano.

Los santacruceños protagonizaron un hecho curioso. Tras perder la votación en general, se fueron apurados del recinto. Si se hubiesen quedado, el Gobierno hubiese perdido la votación del artículo que le otorga una amplia delegación de facultades legislativas.

También votó en contra el radical Martín Lousteau (Capital), autor de un dictamen alternativo al proyecto del oficialismo.

“Hace seis meses tenemos un gobierno que generó un contexto muy complicado para pedirnos estas herramientas”, afirmó Juliana Di Tullio (Buenos Aires), quien denunció que durante el debate en el Senado “se normalizaron las extorsiones, las negociaciones”. “No está bien que se canjeen votos, está mal, ensucia esta sesión y ensucia la discusión espantosamente”, remató.

Senado argentino inicia el debate de la ley de Bases, pieza clave de las reformas de Milei
Victoria Villarruel.
Foto: EFE

Le respondió en el final del debate el jefe del bloque oficialista, Ezequiel Atauche (Jujuy). “El Gobierno de Alberto Fernández nos dejó con la peor inflación desde el regreso de la democracia, nos dejó con una deuda bruta de 90.180 millones de dólares, que se los gastaron, desaparecieron mágicamente”, replicó el libertario. “Ibamos hacia una catástrofe económica y social”, agregó.

Para alcanzar el anhelado objetivo, los negociadores del oficialismo debieron hacer numerosas concesiones, como la eliminación de Aerolíneas Argentinas, el Correo y los medios públicos de Radio y Televisión Argentina (RTA) del artículo que habilitaba al Gobierno a poner a la venta o concesionar un total de siete empresas públicas.

El debate no fue sencillo y tuvo momentos de tensión, como cuando la vicepresidenta Villarruel se enfrentó a la conducción del bloque de Unión por la Patria para evitar una maniobra que buscaba pasar a cuarto intermedio la sesión para que una comisión de legisladores intercediera ante las fuerzas de seguridad desplegadas frente al Congreso “para detener la represión”.

“Si quieren ir a ver lo que está pasando en la plaza, son libres de retirarse”, le contestó la presidenta del Senado al kirchnerista Eduardo De Pedro (Buenos Aires) que era el que había realizado la moción. “Yo sé que usted defiende un régimen que no es el democrático, que es un régimen distinto”, le respondió el referente de La Cámpora.

En el inicio del debate, Lousteau lanzó duras críticas a la administración Milei. “Este es un gobierno que se llena la boca hablando de (Juan Bautista) Alberdi y Julio Argentino Roca, cuelgan cuadros por toda la Casa Rosada, pero cuando tienen que redactar las bases de la nueva Argentina no incluyen un solo artículo que hable de la educación”, fustigó el radical. “Son liberales para decorar edificios públicos pero nunca para redactar leyes”, agregó.

Aunque votó a favor del proyecto, también fue crítica con el Gobierno Guadalupe Tagliaferri (Pro). “El país necesita reformas profundas, pero no cualquier reforma”.

VERSIÓN DEL GOBIERNO

Acto de sedición y Golpe de Estado

El Gobierno argentino calificó las movilizaciones violentas del miércoles a las afuera del Senado de “gran acto de sedición” y “golpe de Estado, entendido como se entiende en el siglo XXI”. “Un golpe de Estado en el que se va desgastando al Gobierno para que vaya perdiendo cada vez más legitimidad”, dijo el portavoz de la Presidencia, Manuel Adorni, en la Casa Rosada. Adorni elogió la labor de la policía y de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quienes “lograron reprimir con fuerza y contundencia” lo que consideró “una protesta violenta para intentar parar la sesión y resquebrajar la democracia” llevada a cabo por “terroristas”. “Ayer vimos la Argentina salvaje. Fuera del Congreso había terroristas que se arrojaron la representación del pueblo pero jamás fueron elegidos. A esa Argentina salvaje, este Gobierno vino a ponerle fin”, concluyó.

Supermercado en Buenos Aires
Supermercado en Buenos Aires
Foto: AFP
Datos del Indec

La inflación se modera en mayo: 4,2%

La inflación volvió a moderarse en mayo en Argentina y se ubicó en 4,2%, la más baja para un mes en dos años y medio, aunque economistas advierten que esta cifra positiva responde principalmente a la caída del consumo. La subida de precios en 12 meses, además, sigue rozando el 280%. El 4,2% del índice de precios al consumo de mayo, publicado ayer jueves por el Instituto Nacional de Estadística (Indec), es el dato más bajo desde enero de 2022, cuando había alcanzado 3,9%. Es una evolución que satisface al gobierno de Javier Milei: después de la explosión inflacionaria del 25,5% en diciembre impulsada por la fuerte devaluación del peso tras el cambio de gobierno ese mes, la cifra se moderó a 20,6% en enero, 13,2% en febrero, 11% en marzo y 8,8% en abril. “Con el dato de mayo, se profundizó el proceso de desinflación”, celebró el ministro de Economía, Luis Caputo.

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