AFP, EFE
Escuchas ilegales a la niñera de la ahora exjefa de Gabinete de Colombia por el supuesto robo de un maletín con 7.000 dólares, desató un escándalo que tiene caminando en la cuerda floja al gobierno de Gustavo Petro. El principal protagonista en esta crisis es un polémico personaje que hasta hace un par de semanas era uno de los aliados más fuertes de Petro. Su nombre es Armando Benedetti.

Experimentado político, Benedetti fue clave en la victoria de Petro, considerado del primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, pero terminó en el centro de un escándalo de corrupción, conspiración y chantaje que lo apartó de su cargo como embajador de Colombia en Venezuela.

Ahora se lo investiga por la presunta financiación ilegal de la campaña presidencial Petro.

En unas grabaciones filtradas a la prensa se escucha a Benedetti amenazar a la entonces jefa de Gabinete, Laura Sarabia, con revelar información sobre financiaciones ilegales a la campaña de Petro por unos 3,5 millones de dólares.

“Laura (...) Nos hundimos todos. Nos acabamos todos. Nos vamos presos (...) Con tanta mierda que yo sé, pues nos jodemos todos, si ustedes me joden a mí, yo los jodo a ustedes”, se escucha en los audios, que según Benedetti fueron “manipulados” y grabados cuándo estaba bajo efectos del alcohol.

Benedetti y Sarabia, que hasta hace unos días pertenecían al círculo cercano del presidente colombiano, fueron fulminados del gobierno el mismo tiempo. La autoridad electoral los citó a ambos a declarar el próximo martes 13 de junio para que cuenten todo lo que saben sobre los dineros que entraron a la campaña de Petro.

El escándalo empezó a finales de mayo tras el robo de un maletín con 7.000 dólares de la casa de Sarabia. La niñera de la exjefa de Gabinete terminó interrogada con polígrafo en la sede presidencial y luego la policía interceptó sus conversaciones telefónicas usando un informe falso de policía que la vinculaba con narcotraficantes.

Sarabia y Benedetti compartían la misma niñera y se acusan el uno al otro de conspiración en una intrincada historia que aún deja más preguntas que respuestas. La Fiscalía investiga el caso.

Su nombre está vinculado a tres de los cuatro gobiernos que ha tenido Colombia en los últimos 21 años.

Benedetti, de 56 años, fue de los primeros políticos ajenos a la izquierda en apoyar la aspiración presidencial de Petro en 2022 y su influencia electoral en la costa atlántica resultó fundamental para el triunfo del hoy mandatario. Como premio, Petro lo nombró embajador en Venezuela en agosto del año pasado.

Benedetti se ha caracterizado por su capacidad de “acomodarse” al poder de turno y por polémicas que incluyen investigaciones por corrupción, por lo cual su entrada en el equipo de Petro causó en su momento suspicacias y molestias en muchos sectores.

Oriundo de Barranquilla e hijo de un exministro de Comunicaciones y periodista del mismo nombre, Benedetti estudió Comunicación Social y comenzó a ser conocido por los colombianos en 1992 cuando trabajó como reportero político en televisión.

Dos años después entró a la política vinculado a la campaña al Senado de Juan Martín Caicedo Ferrer, del Partido Liberal, lo que le sirvió para llegar al Concejo de Bogotá en 1998.

Benedetti se ha movido siempre como pez en el agua y fue elegido representante a la Cámara para el periodo 2002-2006, convertido en uno de los alfiles del entonces presidente Álvaro Uribe.

“Claro que le tengo cariño a Uribe. (...) Yo me distancié de Uribe hace años, en 2010. A pesar de las diferencias políticas, él siempre fue muy cariñoso conmigo, era un tema más fraternal”, dijo en una entrevista con Semana.

Justamente en 2010, pasó a ser aliado incondicional del presidente Juan Manuel Santos, entonces distanciado de Uribe, su mentor.

Después de haber militado en los partidos Liberal y de la U, que llevó a la Presidencia a Santos, Benedetti decidió no apoyar en 2018 a Iván Duque, del partido uribista Centro Democrático.

Dio un paso a la izquierda y se acercó a Petro, que lo convirtió en su mano derecha durante la campaña electoral.

El nombre de Benedetti sonó para los ministerios del Interior o de Defensa, pero al final terminó como embajador en Venezuela.

Sin embargo, como lo reveló en los polémicos audios publicados por Semana, aspiraba a un cargo de mayor notoriedad.

“Prepárense, porque yo en cualquier momento reclamo mi espacio político (...), y si creen que es una amenaza, es una amenaza y si quieres grabarlo, grábalo, exploto porque ayer ustedes me maltrataron como una mierda y eso no se le hace a Benedetti”, aseguró en un audio a Sarabia porque supuestamente no lo ayudaba con Petro para otro nombramiento.

El exembajador nunca se ha caracterizado por la prudencia, pero en los audios revelados por Semana sobrepasó los límites y se refirió de forma violenta, grosera y ofensiva a Sarabia e incluso al presidente. Ahora, con todos los ojos encima -hasta Estados Unidos le canceló su visado- Benedetti deberá responder ante la Justicia por la mayor polémica de su carrera en una soledad que ni siquiera sus movimientos camaleónicos lograron evitar.