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Perpetrado en 1915 por las tropas otomanas, el genocidio de los armenios se conmemora los 24 de abril, fecha de las primeras detenciones de intelectuales armenios, inicio de esas masacres.
Los organizadores de actos en conmemoración del genocidio armenio anularon ayer en Turquía esos eventos a raíz de las restricciones impuestas por las autoridades, en un momento en que los dos países intentan normalizar sus relaciones.
Perpetrado en 1915 por las tropas otomanas, el genocidio de los armenios se conmemora los 24 de abril, fecha de las primeras detenciones de intelectuales armenios, inicio de esas masacres.
Dos manifestaciones al aire libre, una en Ankara y otra en Estambul, no pudieron llevarse a cabo, según las dos oenegés turcas que las habían convocado. De todos modos, otras dos conmemoraciones al aire libre se realizaron el fin de semana en Estambul, tras un año de interrupción debido a la pandemia, una de ellas organizada por miembros del partido de oposición HDP.
“La policía autoriza ahora las concentraciones bajo condición de que no utilicemos la palabra genocidio. Pero no queremos someternos a esta prohibición”, explicó Ayse Gunaysu, miembro de la Asociación de Derechos Humanos, que celebró una conferencia de prensa en sus oficinas de Estambul, al no poder hacerlo en la vía pública.
“Los políticos turcos quieren hacernos callar. No lo haremos. Continuaremos recordando a nuestros ancestros”, declaró en Estambul el diputado del partido HDP de origen armenio Garo Paylan, que presentó la semana pasada un proyecto de ley para el reconocimiento del genocidio armenio.
Tema tabú
Durante décadas en Turquía -que rechaza el término de genocidio y se refiere a una guerra civil a la que se sumó una hambruna-, el genocidio armenio comenzó a ser conmemorado por intelectuales turcos a partir de 2005.
Sin embargo, las autoridades turcas endurecieron el tono a partir de 2016, prohibiendo los actos en el plaza Taksim, y luego en Sultanahmet, dos barrios del centro de Estambul.
Para muchos activistas, el proceso de normalización de las relaciones entre Turquía y Armenia, iniciado en enero, no ha cambiado para nada la situación.
Admitir
El reconocimiento internacional del genocidio armenio en el Imperio Otomano contribuirá a rebajar las tensiones en el Cáucaso Sur y prevenir nuevas tragedias, declaró ayer el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, con ocasión del 107 aniversario de conmemoración de aquella matanza. “Hace 107 años el pueblo armenio fue víctima de una tragedia despiadada, el genocidio. El objetivo de la Turquía otomana era exterminar a nuestros antepasados”, con estas palabras el jefe del Ejecutivo armenio inició el mensaje a sus conciudadanos.
Según historiadores de distintos países y el Gobierno armenio, un millón y medio de miembros de este pueblo murieron durante el genocidio.
Pashinián recordó que “cientos de miles emigraron a diferentes partes del mundo” huyendo del genocidio, por lo que “hoy es difícil encontrar un lugar del planeta donde no haya armenios”.
A pesar de las atrocidades, el pueblo armenio ha podido “preservar su identidad y restaurar un estado independiente gracias a la unidad, el incansable trabajo y esfuerzos continuos”, agregó.
Señaló que “la agenda de reconocimiento internacional del genocidio debe estar al servicio del fortalecimiento de las garantías de seguridad para Armenia” en el presente.
Joe Biden
Turquía ha protestado también este año contra el uso de la expresión “genocidio armenio“ por parte del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el primer mandatario de su país que utiliza el polémico término para la masacre de armenios en 1915.
“Rechazamos las declaraciones que distorsionan hechos históricos con motivos políticos y condenamos a quienes insisten en este error”, dice un comunicado del Ministerio de Exteriores turco. “Turquía conmemora con respeto los sufrimientos de toda la población otomana, incluidos los armenios“, agrega el comunicado, que también recuerda la reciente “iniciativa de normalización con Armenia“, lanzada en enero pasado.