ACUSACIÓN FISCAL

El sospechoso de matar a 10 personas y herir a otras 15 en Toronto tras atropellarlas con una furgoneta alquilada compareció ayer martes por primera vez en un tribunal, a la espera de que surjan detalles sobre el motivo del ataque.

Si bien la peor matanza masiva que ocurre en Canadá en décadas tiene el sello de otros ataques con vehículos perpetrados por partidarios del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS) en Europa y Estados Unidos, funcionarios canadienses dijeron que el hecho no representa una amenaza para la seguridad nacional.

Alex Minassian, de 25 años, es el sospechoso de la matanza. Tenía la cabeza rapada y miraba hacia el suelo cuando los fiscales anunciaron que lo acusaban de 10 cargos de asesinato en primer grado.

El proceso comenzó después de que el primer ministro Justin Trudeau se refirió al ataque, pidiendo a todos los canadienses estar unidos tras lo sucedido en Toronto.

"No podemos como canadienses decidir vivir con miedo cada día mientras hacemos nuestro trabajo. Necesitamos enfocarnos en hacer lo que podamos y debemos mantener a los canadienses a salvo mientras permanecemos fieles a las libertades y los valores que todos apreciamos", dijo.

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El primer ministro destacó que el incidente no ha cambiado el nivel de amenaza o los preparativos de seguridad del país para una cumbre del G7 que se celebrará en Quebec en junio.

Minassian, quien era desconocido para las autoridades, asistió a una escuela secundaria donde un compañero de clase lo recordó como una persona "absolutamente inofensiva".