Redacción El País
La incertidumbre crece en Medio Oriente. Estados Unidos y Reino Unido bombardearon ayer posiciones de los hutíes en Yemen tras los ataques cometidos en las últimas semanas por estos rebeldes contra embarcaciones en el mar Rojo, en “solidaridad” con los palestinos de Gaza. Ante esto, Irán reaccionó: los ataques alimentan la inseguridad y la inestabilidad, advirtieron.
En tanto, mientras Israel comparece en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), acusada de genocidio por Sudáfrica, la guerra en Gaza continúa desarrollándose con bombardeos en el centro y sur del enclave palestino.
Estados Unidos, Reino Unido y ocho de sus aliados - Australia, Baréin, Canadá, Países Bajos, Dinamarca, Alemania, Nueva Zelanda y Corea- aseguraron en un comunicado que con sus ataques a los hutíes buscan “desescalar tensiones” y “restaurar la estabilidad en el mar Rojo”, por donde transita el 12% del comercio mundial. En la misma línea se expresó ayer Japón.
Los bombardeos del viernes golpearon emplazamientos militares de los hutíes en varias localidades, afirmó un portavoz militar del movimiento rebelde en la red social X, precisando que fueron 73 ataques e incluyeron la capital Saná y la ciudad portuaria de Hodeida. “Esta agresión (...) no quedará sin respuesta”, advirtió el vocero, añadiendo que al menos cinco rebeldes murieron y seis resultaron heridos.
“Todos los intereses estadounidenses y británicos se han convertido en blancos legítimos de las fuerzas armadas yemenitas tras la agresión directa y declarada contra la República de Yemen”, afirmó el Consejo Político Supremo de los hutíes. Estos rebeldes forman parte del autodenominado “eje de resistencia”, que incluye a Hamás, al Hezbolá libanés y a otros movimientos armados hostiles a Israel y apoyados por Irán.
La Casa Blanca aseguró que Estados Unidos “no busca un conflicto con Irán” ni una “escalada” bélica. “No buscamos una guerra en Yemen contra los hutíes. Queremos que cesen sus ataques”, subrayó a la prensa el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, quien añadió que la intención del presidente Joe Biden es rebajar la tensión en la región.
“Todo lo que el presidente ha estado haciendo desde que comenzaron los ataques a finales de noviembre ha sido diseñado para degradar su capacidad de hacerlo, pero también para enviar una fuerte señal de que deben pararlos”, añadió Kirby. Irán, por su parte, advirtió: “Estos ataques arbitrarios no tendrán otro resultado que alimentar la inseguridad y la inestabilidad en la región”. Así lo afirmó en un comunicado el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, quien condenó duramente los ataques contra suelo yemení.
El diplomático no mencionó los ataques de los hutíes contra buques comerciales en el mar Rojo de los últimos meses, la justificación de los bombardeos contra objetivos militares en Yemen.
Desde el estallido de la guerra en Gaza, los hutíes lanzaron numerosos ataques en el mar Rojo, forzando a muchos armadores a evitar la zona, encareciendo y retrasando el transporte entre Europa y Asia.
“Las acciones de hoy demuestran un compromiso compartido con la libertad de navegación, el comercio internacional y la defensa de la vida de los marinos frente a ataques ilegales e injustificables”, declararon Australia, Baréin, Canadá, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Reino Unido y Estados Unidos.
Biden alegó que se trata de una “acción defensiva” en respuesta “a los ataques sin precedentes de los hutíes contra buques internacionales en el mar Rojo”.
Según el ejército estadounidense, desde el 19 de noviembre este grupo rebelde que controla parte de Yemen lanzó 27 ataques cerca del estrecho de Bab al Mandeb, que separa la península arábiga de África.
En respuesta, Estados Unidos desplegó buques de guerra y forjó en diciembre una coalición internacional para proteger esta vía esencial para el comercio mundial.
A pesar de las advertencias de Washington y del Consejo de Seguridad de la ONU, los hutíes dispararon el jueves un misil balístico antibuque, intensificando los rumores de una intervención, que se produjo a primera hora del viernes.
Biden advirtió que “no dudará” en “ordenar otras medidas” militares para proteger a Estados Unidos y el comercio internacional.
Tras los bombardeos, el precio del petróleo Brent se disparó, superando los 80 dólares, en alza de casi 3,5%.
Un portavoz del grupo yemení aseguró sin embargo que seguirán atacando los buques que considere vinculados a Israel que transiten por esa zona.
Repercusiones
China expresó “preocupación” por la escalada en “un importante punto de paso para la logística internacional” y el abastecimiento energético y pidió “moderación” a todas las partes.
El ataque se produjo poco después del fin de una gira regional por Oriente Medio del jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, para evitar una propagación del conflicto en Gaza.
El movimiento islamista Hamás expresó en Telegram: “Condenamos enérgicamente la flagrante agresión estadounidense-británica en Yemen. Les hacemos responsables de las repercusiones en la seguridad regional”. Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, calificó los ataques contra Yemen como una muestra más de “total desprecio al derecho internacional”, en su cuenta de Telegram.
“Los ataques aéreos estadounidenses contra Yemen son otro ejemplo de la tergiversación por parte de los anglosajones de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y del total desprecio al derecho internacional en nombre de la escalada de la situación en la región”, escribió la diplomática. (Con información de EFE y AFP)
Rehenes recibirán medicamentos en próximos días
Los rehenes retenidos en Gaza por Hamás recibirán medicamentos “en los próximos días”, gracias a un acuerdo negociado a través de Catar, informó ayer la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “La medicación se les administrará en los próximos días”, aclara la nota.
De los 250 secuestrados en el sur de Israel por comandos islamistas el 7 de octubre, 132 siguen cautivos en Gaza y se considera que 25 de ellos murieron, sin que se haya restituido hasta el momento sus cadáveres, según las autoridades israelíes.
Un centenar de rehenes fueron liberados durante una tregua humanitaria a finales de noviembre, a cambio de la liberación de presos palestinos en Israel. Ese acuerdo también fue negociado por Catar.
Al menos un tercio de los secuestrados en el ataque del movimiento islamista palestino en suelo israelí el 7 de octubre sufren enfermedades crónicas y necesitan medicamentos, según el colectivo de familiares de rehenes “Bring them home now” (“Tráiganlos a casa ahora”). “Muchos otros resultaron heridos” cuando fueron secuestrados, de acuerdo a este grupo.
Esta semana, tanto Israel como Hamás declinaron una propuesta catarí para otro acuerdo de tregua que permitiera la liberación de todos los cautivos, a cambio de un alto el fuego permanente.
Fuerza de al menos 200.000 hombres
Con una fuerza estimada en al menos 200.000 hombres, los hutíes están bien entrenados y acostumbrados a combatir en terrenos montañosos de Yemen. Tras tomar la capital Saná en 2014, se apoderaron de amplias zonas del país, el más pobre de la península arábiga. Sus misiles de largo alcance y sus drones son desarrollados con tecnología iraní, según sus rivales. En el pasado, los hutíes atacaron a Arabia Saudita y a Emiratos Árabes Unidos, integrantes de la coalición militar que apoya al gobierno yemenita frente a los rebeldes desde 2015. Pese a la muerte de combatientes, los hutíes siguen atrayendo a jóvenes reclutas.