Agencia EFE
La XXIX Cumbre Iberoamericana comenzará hoy jueves en la ciudad de Cuenca (Ecuador) con muy pocos líderes presentes, y en un momento en el que la región está pendiente de la crisis en Venezuela derivada de cuestionada reelección de Nicolás Maduro y del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca.
A Cuenca está previsto que lleguen cuatro jefes de Estado y un jefe de Gobierno, entre ellos el rey de España, Felipe VI, y los presidentes de Ecuador, Daniel Noboa; de Paraguay, Santiago Peña; y de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, además del jefe de Ejecutivo de Andorra, Xavier Espot.
Esta será la cumbre que tenga la representación más baja de jefes de Estado y de Gobierno desde que estos foros comenzaron a celebrarse en 1991. El presidente español, Pedro Sánchez, que ha seguido atendiendo en España la gestión de los efectos de las inundaciones por la dana en la Comunidad Valenciana, será uno de los ausentes en un encuentro donde España -representada por el rey Felipe VI y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares- organizará la siguiente Cumbre Iberoamericana.
Así, la mayoría de los líderes han optado por delegar su representación en funcionarios de menor rango en un contexto tenso e incierto para la región, donde las miradas se enfocan en la crisis de Venezuela, cuyo presidente no ha vuelto a participar en estas cumbres desde que en 2007 el entonces rey Juan Carlos I increpó a Hugo Chávez con el recordado “¿Por qué no te callas?”.
También la onda expansiva causada por el triunfo de Trump ha alcanzado a los países iberoamericanos, al punto de que a presidentes como el argentino Javier Milei se le ha visto más interesado en los últimos días en poder tener un encuentro con el republicano, antes que participar en esta Cumbre, donde el Gobierno ecuatoriano esperaba su asistencia.