Casi 200 países aprobaron ayer debatir sobre un fondo de daños y pérdidas por el cambio climático, al inicio de la conferencia anual de la ONU (COP27).
“Hemos sufrido a lo largo de este año acontecimientos (meteorológicos) dolorosos (...) Todos estos episodios representan una lección que debe ser aprendida”, declaró en la apertura el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, al asumir la presidencia de la Conferencia.
La idea de un fondo mundial de “daños y pérdidas” es una vieja exigencia de los países pobres y en desarrollo, los más afectados por el calentamiento del planeta.
Tras años de forcejeo, los países ricos accedieron a iniciar un “diálogo” sobre el espinoso asunto en la COP del año pasado, en Glasgow. Ese “diálogo”, que ahora forma parte de la agencia oficial en Sharm el-Sheij, tiene por delante aún dos años. En 2024 deberá tomarse una decisión definitiva.
En juego están posiblemente centenares de miles de millones de dólares. Tan solo las recientes inundaciones que sufrió Pakistán este año supusieron pérdidas de unos 30.000 millones de dólares, según cálculos del Banco Mundial.
Más globalmente, las pérdidas y daños en las regiones más vulnerables de Asia, Latinoamérica, África y Oriente Medio podrían sumar entre 290.000 y 580.000 millones de dólares en 2030, y hasta 1,8 billones de dólares en 2050, según el centro de análisis Springer Open.
Shoukri hizo una aclaración importante al afirmar que “los resultados de este punto de la agenda se basarán en la cooperación y la facilitación, y no implicarán responsabilidad o compensación”.
Estados Unidos o los países europeos no quieren propiciar un nuevo paradigma jurídico en el que las naciones en desarrollo puedan denunciarlos y exigirles indemnizaciones.
Acuerdos incumplidos
La ONU quiere que la COP27 sea una conferencia de “implementación” de acuerdos ya pasados, que habitualmente son incumplidos por la gran mayoría de países miembros.
Además de los “daños y pérdidas”, hay otro gran fondo que ya fue aprobado, y cuyo cumplimiento lleva un retraso de dos años.
Los países pobres deberían recibir anualmente 100.000 millones de dólares para facilitar sus medidas de mitigación ante el cambio climático, y de adaptación (construcción de diques, inversión en fuentes de energía renovables...). Pero las distancias entre países ricos y pobres son considerables en todos estos temas.
De los 100.000 millones anuales faltan unos 17.000 millones. Y la gran mayoría del dinero llegó en forma de préstamos, lamentó el ministro egipcio. “No podemos permitirnos el lujo de seguir de esta manera”, advirtió el canciller.
Los desastres climáticos y el desabastecimiento energético han creado “tensiones políticas que han tenido un profundo impacto en todos nuestros países”, alertó el ministro egipcio.
Entre hoy y mañana martes unos 120 jefes de Estado y de gobierno acudirán a Sharm el Sheij oficialmente para dar un impulso a las negociaciones.
Además de toda la batalla financiera, que se anuncia áspera, los asistentes a la COP deben examinar cómo han cumplido con su promesa de aumentar sus cuotas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Menos de 30 países han anunciado hasta ahora compromisos más exigentes.
Las emisiones de CO2 deberían descender en un 45% de aquí a 2030 para mantener una mínima esperanza de que el calentamiento del planeta se limite a +1,5º C, que era el objetivo más ambicioso de la COP21 de París.
Pero al ritmo actual, el mundo se encamina como mínimo a un aumento de la temperatura media de 2,4ºC, incluso del 2,8º, según los modelos más alarmistas.
Los últimos ocho años han sido los más cálidos de la historia, alertó la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en nuevo informe inquietante difundido este domingo.
Y el club de los países exportadores de petróleo (OPEP) calculó esta semana que la demanda de crudo crecerá hasta 2035, particularmente en los países en vías de desarrollo.
China, mayor emisor de gases de efecto invernadero, tiene la intención de mantener un “equilibrio” de sus fuentes de energía, entre renovables y de origen fósil, anunció recientemente su presidente, Xi Jinping, que no acudirá a la cumbre de líderes de la COP27.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha prometido desplazarse a Sharm el Sheij, pero brevemente, el 11 de noviembre.
También se espera la presencia más adelante del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, invitado inesperadamente por Egipto.
Críticas
Presentar la COP27 como un evento para lavar la imagen de Egipto (”greenwashing”) sólo sirve para restar importancia a la emergencia climática, al introducir temas y preocupaciones que “no son pertinentes”, afirmó en una entrevista a EFE el presidente de la COP27 y ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri.
Se refirió así a las críticas contra la celebración del evento, debido a la represión política que se vive en Egipto.
Gran Bretaña
El primer ministro británico, Rishi Sunak, afianzará el legado británico en la conferencia con varios anuncios en materia de “transición energética, financiación climática y preservación de bosques y naturaleza” al traspasar hoy, lunes, la presidencia de la COP27 a Egipto, de acuerdo con lo que adelantó el Gobierno de Londres en un comunicado.
En esa nota, el Ejecutivo recordó que el Reino Unido continúa cumpliendo sus compromisos clave de financiación, con un gasto de 13.234 millones de euros para la financiación climática internacional.
El comunicado indicó asimismo que el Ejecutivo de Sunak se comprometerá a triplicar la financiación para la adaptación climática como parte de ese presupuesto, pasando de 500 millones de libras (570 millones de euros) en 2019 a 1.500 millones de libras (1.700 millones de euros) en 2025.
Para apoyar la agenda forestal, el Reino Unido comprometerá 90 millones de libras (102 millones de euros) para la conservación en la Cuenca del Congo, hogar de 10.000 especies de plantas tropicales y especies en peligro de extinción, como elefantes de bosque, chimpancés y gorilas.
Además, Sunak confirmará una aportación de 65 millones de libras (74 millones de euros) en concepto de financiación para el fondo de inversión para la naturaleza, la gente y el clima, que apoya a comunidades de indígenas y bosques así como nueva financiación para Treevive, que trabaja para conservar 2 millones de hectáreas de bosques tropicales.
Sunak anunciará además en la COP27 otros 65,5 millones de libras (74,7 millones de euros) en la llamada Instalación de Innovación de Energía Limpia, que proporciona becas para investigadores y científicos en países en vías de desarrollo para acelerar los desarrollos de tecnología limpia.
Donación en apoyo a indígenas
Una coalición de 25 gobiernos y fundaciones privadas desembolsaron 321 millones de dólares en 2021 para impulsar la compra de tierras por parte de grupos indígenas, principalmente en América Latina, según un comunicado de la Fundación Ford, divulgado durante la COP27 en Egipto.
Ese monto representa el 19% de un fondo de 1.700 millones de dólares que fue presentado el año pasado en la conferencia del clima de Glasgow (COP26).
De los 321 millones de dólares, el 39% fue desembolsado en proyectos de compra de tierras y capacitación legal y técnica de grupos autóctonos en la región latinoamericana, según el comunicado de la Fundación Ford.
“Los pueblos indígenas y las comunidades locales viven en el epicentro de la crisis climática mundial. Existe una clara evidencia de que sus resultados de mitigación y protección de la naturaleza son muy efectivos, pero solo reciben una pequeña fracción de la financiación”, reconoció Zac Goldsmith, viceministro británico de Desarrollo.
De hecho, solamente el 7% del dinero de esta coalición fue a parar directamente a manos de los indígenas, reconoce el comunicado, mientras que la mitad de la suma transitó por oenegés.
La compra de tierras mediante fondos extranjeros se enfrenta a obstáculos jurídicos en muchos países en vías de desarrollo, y la inmensa mayoría del dinero debe ser empleado en organizaciones no gubernamentales que asumen la defensa de esos grupos, advierte el informe.
Petro presentará un “decálogo de propuestas”
El presidente de Colombia, Gustavo Petro presentará un “decálogo de propuestas al mundo sobre cómo enfrentar la crisis climática”, según un comunicado oficial de su país.
Es la primera vez que Petro, que intenta liderar a América Latina en la lucha contra la crisis del clima, visita África, y lo hace para intervenir en la COP27, una cita que considera crucial “para el destino de la humanidad”, aseguró a periodistas a su llegada.
Petro dijo que en su intervención de hoy, lunes, presentará dicho decálogo de propuestas y también hará un llamado a los líderes mundiales para salvar la selva amazónica, que es “uno de los pilares climáticos” de la Tierra.
El mandatario participará en un desayuno de trabajo sobre “la conservación de las reservas vitales de carbono y biodiversidad: una clave para una acción global más eficiente y ambiciosa”, que fue convocado por el Gobierno francés.
Varios mandatarios de la región participarán en el “Diálogo regional de alto nivel: Amazonía como pilar del equilibrio climático y de la vida” y en el Debate General de la COP27, entre otras actividades previstas por los organizadores.
El presidente designado de la Cumbre del Clima COP27, Sameh Shukri, dijo el pasado 27 de octubre que se espera que esta cumbre de líderes mundiales “sea una de las reuniones más grandes de actores climáticos jamás organizadas en una COP, con más de 30.000 delegados registrados”.
AFP, EFE
Sharm el Sheij