ESTE VIERNES
El presidente argentino dio un discurso este viernes, criticó la especulación, apuntó contra el campo y aseguró: “No me van a torcer el brazo”.
La estampida del dólar en Argentina ya se siente con fuerza en las góndolas y sus efectos van más allá de los inevitables aumentos de precios. En las últimas horas, se multiplicaron las quejas y preocupaciones de toda la cadena comercial -desde los mayoristas hasta las grandes cadenas de supermercados, pasando por los autoservicios chinos y los comercios de barrio- que se encuentran con nuevos problemas como los quiebres de stock, las entregas suspendidas o -en el mejor de los casos- los cambios en las condiciones de venta.
En la última semana, los problemas más graves se sintieron con las harinas (y los productos farináceos en general) y con el azúcar. Pero en los comercios sostienen que los faltantes se están generalizando a cada vez más productos, desde el aceite -a esta altura, un clásico en materia de desabastecimiento- hasta gelatinas, mermeladas, café o saquitos de té.
“Muchas marcas de aceite directamente no están entregando y lo que se consigue son las nuevas presentaciones, como los productos con ‘alto contenido oleico’ o ‘girasol plus’ que llegan con aumentos muy grandes. Y en el caso del azúcar, entre ayer y hoy las dos principales marcas anunciaron aumentos del 20%. Y en menos de dos meses el precio al que compran los supermercados chinos y los almacenes casi se multiplicó por tres”, explicaron en un distribuidor mayorista que abastece a los pequeños comercios.
En el caso de la harina, los mayoristas se quejan de que algunos proveedores directamente suspendieron las entregas. “Hoy, las dos principales empresas del rubro nos comunicaron que las ventas estaban suspendidas hasta nuevo aviso. Y las que siguen entregando lo hacen con cambios en las condiciones. Te toman los pedidos, pero no te respetan los precios y te avisan que el valor va a estar cuando se concrete la entrega”, explicaron en una pequeña distribuidora de alimentos.
A la hora de explicar los problemas en las entregas la mayoría de las empresas reconoce que tienen suspendidas las ventas hasta nuevo aviso porque no tienen precio. “No sabemos a qué precio vamos a poder reponer los insumos”, es el principal argumento. Sin embargo, también hay algunas firmas que apelan a otras estrategias. “Ahora tengo a la mitad de mis proveedores cerrados por vacaciones. Las vacaciones de invierno son la excusa perfecta para todos los que tienen las ventas suspendidas por el dólar”, señalaron en otro mayorista.
Del otro lado del mostrador, en las empresas fabricantes reconocen las dificultades que tienen para asegurar el normal abastecimiento, principalmente en algunos rubros sensibles. “Tenemos los stocks al límite y tuvimos que cuotificar las entregas, dándole prioridad a los clientes gastronómicos tradicionales. Estamos preocupados, esperando alguna novedad del Banco Central, pero a la vez seguimos confiados en que aparecerá una solución”, explicó a La Nación Martín Cabrales, socio de la empresa de café que lleva su apellido.
Los problemas en las entregas son aún más graves en el caso de los productos que integran el plan Precios Cuidados. Si bien en la última semana se alcanzó un acuerdo entre la industria y el Gobierno para sumar 120 productos lácteos al programa oficial, en los hechos los comercios alertan por los faltantes. “En algunos casos, los proveedores te están cuotificando las entregas de los productos Precios Cuidados y en otros solo te bajan el producto si le completás la compra con otros artículos, que están a precios mucho más caros”, explicaron en una cadena de supermercados de tamaño mediano.
El dólar blue cerró la semana de $338
El dólar blue tuvo otro viernes de sobresaltos: tras haber tocado los $350, cerró en $338, mientras todos aguardaban por un discurso de Alberto Fernández.
Al mediodía, el presidente argentino habló, criticó la especulación, apuntó contra el campo por “no liquidar US$20 mil millones” y aseguró: “No me van a torcer el brazo”. En paralelo, el Riesgo País fue un sube y baja: pasó los 2900 puntos y finalmente quedó en esos niveles.
En un acto, Fernández admitió que Argentina vive un "contexto muy difícil" que él no descuida, tiene "presente" y por el que trabaja "todos los días".
"Somos muy conscientes de los problemas macroeconómicos que tenemos y también somos conscientes de que la crisis global hace más difícil cualquier solución y suma incertidumbres en un momento donde muchos pregonan y siembran temores", dijo el presidente.
Argentina soporta fuertes temblores en el mercado cambiario, con un precio del dólar que ha subido en forma sostenida desde finales de junio último, cuando se sumaron restricciones para el acceso a divisas y luego renunció el ministro de Economía, Martín Guzmán, en medio de tensiones financieras y políticas.
De fondo, subyace una fuerte desconfianza inversora sobre la marcha de la economía local, signada por fuertes desequilibrios, la escasez de divisas y los problemas de financiación, entre otros factores.