Agencia EFE
La compañía aérea Boeing se declarará culpable de engañar a los reguladores de seguridad aérea de Estados Unidos antes de que ocurrieran los accidentes en 2018 y 2019 en Indonesia y Etiopía por fallos en el diseño del modelo 737 MAX, en los que murieron 346 personas.
La decisión de la empresa llega luego de alcanzar un acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense que implica declararse culpable de fraude en la certificación de los citados aviones, según detallan las autoridades estadounidenses en una presentación judicial. El pacto ha de ser aprobado aún por un juez federal.
Este acuerdo -con el que la firma se evitaría ir a juicio- conlleva una segunda multa penal de 244 millones de dólares y que la empresa gaste 455 millones en los próximos tres años para mejorar sus programas de cumplimiento y seguridad, cantidades muy inferiores a los 24.800 millones que las familias de las víctimas reclamaban al fabricante de aviones.

En un comunicado Boeing se ha limitado a confirmar que había alcanzado "un principio de acuerdo sobre los términos de una resolución con el Departamento de Justicia, sujeto a la aprobación de términos específicos".
De aprobarse finalmente, el acuerdo evitará a la empresa tener que someterse a un juicio que podría acarrearle un desgaste aún mayor.
El pasado 30 de junio el Departamento de Justicia ofreció a Boeing este acuerdo y le dio de plazo hasta el final de la semana pasada para aceptarlo o enfrentarse a un juicio por conspiración para defraudar a la Administración Federal de Aviación (FAA) en relación con una función de software clave vinculada a los citados accidentes.
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