Brasil
El aspirante a la presidencia aseguró que lanzará "a las letrinas" el Estatuto del Niño y el Adolescente, que tipifica como delito la "venta" o "entrega" de armas a menores.
El ultraderechista Jair Bolsonaro, un militar que llegó al grado de capitán en el Ejército, conocido por sus polémicas declaraciones racistas, homófobas y machistas, y líder en las encuestas electorales, fue apuñalado este jueves mientras era cargado en brazos por sus seguidores durante un mitin en Brasil.
Nacido en Campinas, en el estado de San Pablo, Bolsonaro, de 63 años, se ha erguido como el representante de los sectores más conservadores de la sociedad brasileña y nostálgicos de la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985.
Al frente de la carrera electoral con un 22% de la intención de voto según los últimos sondeos, la campaña de Bolsonaro ha estado marcada en las últimas semanas por algunas declaraciones incendiarias y una defensa acérrima de la liberación de las armas en Brasil.
"No podemos criar una generación de cobardes", aseguró recientemente el candidato por el Partido Social Liberal (PSL), quien subrayó que sus tres hijos "aprendieron a disparar con cinco años".
"El armamento es inherente al ser humano y a su defensa. Esto está en la Biblia", declaró tras repetir un polémico gesto con un niño, al que tomó en brazos e invitó a hacer la señal de un arma disparando con los dedos índice y pulgar de la mano.
Su defensa de las armas ha sido objeto de críticas por parte de sus principales rivales: la ecologista Marina Silva le acusó en un debate de resolverlo todo "con el grito y la violencia", mientras que el socialdemócrata Geraldo Alckmin publicó una propaganda en televisión en la que criticó implícitamente a Bolsonaro con el mensaje "no es con la bala que se resuelve".
Guiado por el lema "Brasil por encima de todo y Dios encima de todos", Bolsonaro aseguró también que expulsará del país a los médicos cubanos que trabajan en las zonas más pobres conforme a los acuerdos de cooperación y que acabará con la financiación pública a agrupaciones de derechos humanos.
También aseguró que lanzará "a las letrinas" el Estatuto del Niño y el Adolescente, que tipifica como delito la "venta" o "entrega" de armas a menores.
Diputado por Río de Janeiro durante siete mandatos y el más votado en ese estado en las elecciones de 2014, Bolsonaro ha enarbolado la bandera de los "valores tradicionales" de la familia, entre declaraciones que han sido tachadas de racistas, misóginas y homófobas.
El capitán en la reserva responde actualmente a un juicio por apología a la violación en la Corte Suprema, que también deberá decidir si acepta otras denuncias de la Fiscalía General, que le acusa de usar "expresiones discriminatorias y que incitan al odio".
La acusación se basa en unas afirmaciones de Bolsonaro de finales del año pasado, cuando comentó que había visitado una comunidad de afrodescendientes y, entre otras cosas, sostuvo que "no hacen nada" y "ya ni para procrear sirven".
Bolsonaro tiene cinco hijos, tres de los cuales ya son legisladores: Eduardo, diputado federal; Flávio, diputado estatal en Río; y Carlos, concejal en Río.
Según una encuesta divulgada esta semana, el candidato por el Partido Social Liberal (PSL) ganaría la primera vuelta de las elecciones del 7 de octubre próximo, pero perdería en una segunda frente a cualquiera de sus principales adversarios.
De acuerdo con el Instituto Ibope, Bolsonaro tiene una intención de voto del 22% y lidera las preferencias, seguido de la ecologista Marina Silva y el laborista Ciro Gomes, ambos con 12%, y el socialdemócrata Geraldo Alckmin, con 9%.