AFP
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro fue sometido ayer a una larga cirugía intestinal en Brasilia, tras una hospitalización en Natal (noreste) por fuertes dolores vinculados al ataque con arma blanca que sufrió en 2018.
El ultraderechista de 70 años ha pasado por el quirófano en varias ocasiones los últimos años debido a las secuelas de ese atentado, ocurrido frente a una multitud en plena campaña semanas antes de ganar la elección presidencial.
Bolsonaro “está siendo sometido a una laparotomía (una operación que implica abrir el abdomen del paciente) para tratar adherencias intestinales y reconstruir la pared abdominal”, indicó el hospital DF Star de la capital brasileña en un comunicado.
La cirugía comenzó en la mañana y se esperaba concluir antes de las 18H00 locales (21H00 GMT), dijo una fuente de esa clínica privada de lujo.
Una decena de partidarios del expresidente (2019-2022) esperaba noticias frente a la entrada del hospital. Entre ellos estaba Maurilio Borges Bernardes, de 84 años, quien acudió a ofrecerle su “apoyo moral y espiritual”. “Saldrá adelante, estoy seguro”, afirmó el empresario, vestido con una camiseta amarilla y verde, los colores de Brasil, y una gorra en la que había pegado una imagen de Bolsonaro.
La esposa del exmandatario, Michelle Bolsonaro, pidió en Instagram a los seguidores de su marido que “sigan rezando” por él. “El equipo médico nos dijo que sería una operación larga, ya que hay muchas adherencias” en el intestino, describió.
Estas formaciones son bandas de tejido cicatrizado que pegan el intestino a la pared abdominal, lo que provoca una obstrucción que bloquea el tránsito intestinal. “Estas operaciones son delicadas porque hay que tener paciencia para deshacer cada adherencia”, explicó Camila Beltrao, cirujana especializada en operaciones del aparato digestivo. “Cada vez que un paciente se opera de nuevo, aumenta la probabilidad de que se formen nuevas adherencias”, añadió, en referencia al caso de Bolsonaro.
Declarado inelegible hasta 2030 por sus presuntos ataques a la confiabilidad del sistema de votación electrónica de Brasil, Bolsonaro se aferra aún a la posibilidad de que esta condena sea revocada o reducida, para poder postularse a la presidencia en 2026.