BRASIL
“Fue un divorcio consensuado”, dijo Bolsonaro al confirmar al oncólogo Nelson Teich como nuevo ministro y la destitución de Luiz Henrique Mandetta.
Todo indica que Jair Bolsonaro ganó la pulseada. El presidente de Brasil cesó finalmente ayer jueves a Luiz Henrique Mandetta como ministro de Salud, el funcionario que se había opuesto con firmeza a la estrategia de Bolsonaro de no imponer el aislamiento social para combatir al nuevo coronavirus.
“Fue un divorcio consensuado”, dijo Bolsonaro al confirmar al oncólogo Nelson Teich como nuevo ministro y la destitución de Mandetta. “Gradualmente tenemos que abrir el país”, declaró Bolsonaro, acompañado por Teich.
Bolsonaro volvió a criticar “el clima de terror que se instaló en la sociedad”, y dijo que “una persona que vive bajo tensión y en un clima de histeria está más propensa a adquirir nuevas enfermedades”.
También dijo entender “la gravedad de la situación”, subrayó que “nadie quiere que se pierdan vidas” y enfatizó que “cuando se habla de salud, no se puede dejar de hablar también de empleo”, cuyo mantenimiento es una de sus principales obsesiones en medio de la pandemia. Según Bolsonaro, “una persona desempleada estará más propensa a sufrir problemas de salud” y “un paciente que tiene dos enfermedades no puede abandonar una y tratar solamente la otra, porque al final puede perder la vida”.
Bolsonaro sostuvo que “junto con el virus vino una máquina de moler empleos” que perjudica especialmente a “los más necesitados”.
En su pronunciamiento, dijo que los gobernadores y alcaldes que han restringido la circulación de personas serán “responsables” por sus “excesos” y garantizó que, en su condición de jefe de Estado, “jamás” cercenará “el derecho de los ciudadanos a ir y venir”.
El diario OGlobo informó que la salida de Mandetta se definió en una reunión que mantuvo con Bolsonaro por la mañana, luego de la cual el ministro anunció su cese en las redes sociales. Luego Bolsonaro recibió a Teich para confirmarlo en el cargo. En su reunión con el presidente, el nuevo ministro hizo sugerencias para que el gobierno comience a divulgar datos sobre pacientes curados de COVID-19 a diario, en un intento de “poner fin al pánico” y “dar un aire de esperanza” a las personas infectadas, según OGlobo. “La salud no puede vivir sin la economía y la economía no puede vivir sin salud” y agregó que es un “error” que las dos áreas no funcionen juntas, dijo el nuevo ministro.
La Asociación Médica Brasileña (AMB) apoyó la designación de Teich, un especialista “respetado, eminentemente técnico, gerente y altamente preparado para dirigir el Ministerio de Salud”, dice una nota de la institución.
Pero también hubo protestas por la salida de Mandetta y las cacerolas resonaron en diversas partes de Brasil, en particular en Río de Janeiro, Recife o San Pablo, donde ciudadanos salieron a golpear sartenes y cacerolas al grito de “fuera Bolsonaro” y “fascista”.
Mandetta, ya como exministro, defendió mantener las medidas de aislamiento social para contener la pandemia. “Sigan las orientaciones de las personas más próximas, alcaldes, gobernadores y del Ministerio de Salud”, que desde el comienzo de la crisis han optado por el distanciamiento social como método para evitar la propagación del virus, indicó Mandetta en una rueda de prensa. También advirtió que Brasil “no está libre” de “un pico” en el número de casos y fallecimientos porque la salud pública “aún no está preparada para una marcha acelerada” de la pandemia. “Estamos solo en el comienzo de la batalla”, alertó.
Casi 2.000 muertos y más de 30.400 casos
El número de muertos por coronavirus en Brasil llegó ayer jueves a 1.924, mientras que los casos confirmados alcanzaron los 30.425, informó el Ministerio de Salud.
Fueron registrados 188 nuevos decesos a causa del COVID-19 en las últimas 24 horas, lo que supone una escalada de un 10,8% frente al día anterior. En cuanto a los contagiados, fueron notificados 2.105 nuevos casos, un aumento del 7,4% en ese mismo período. El estado de San Pablo, el más poblado de Brasil con unos 46 millones de habitantes, sigue con la situación más delicada, ya que tiene 853 muertes y 11.568 casos confirmados.
Le sigue Río de Janeiro, con 300 fallecidos y 3.944 contagiados por el nuevo coronavirus, entre ellos el gobernador del estado, Wilson Witzel.
En su boletín, el Ministerio indicó además que todos los 27 estados brasileños ya registran muertes a causa de la COVID-19 y que la tasa de mortandad de la enfermedad se sitúa en el 6,3%.
Agregó que las regiones del Amazonas, Amapá, Distrito Federal, Ceará y Roraima, además de San Pablo y Río de Janeiro, se encuentran en estado de emergencia debido a la rápida propagación del coronavirus, por lo que instó a “redoblar” los cuidados para frenar el avance del virus.
El oncólogo Nelson Teich, sin ninguna experiencia política y con una reconocida carrera en la medicina privada, es el nuevo ministro de Salud de Brasil.
Teich dijo que existe una “alineación completa” entre él y el presidente Jair Bolsonaro. “Deje en claro que hay una alineación completa aquí entre el presidente y yo y todo el grupo ministerial. Y que lo que realmente estamos haciendo hoy aquí es trabajar para que la sociedad pueda reanudar, cada vez más rápidamente, una vida normal”, dijo el nuevo ministro.
Aun cuando no tiene ningún tipo de experiencia política, Teich prestó asesoría al equipo de Bolsonaro a fines de 2018 durante la transición. También actuó como asesor del departamento de Ciencia, Tecnología y Estrategia del Ministerio de Salud entre septiembre de 2019 y el pasado mes de enero.
En la órbita privada, Teich es reconocido como uno de los mejores especialistas en oncología del país -es socio y fundador de la empresa Teich Health Care-. Estudió en la Universidad del Estado de Río de Janeiro, se especializó en oncología en el Instituto Nacional del Cáncer y cursó un doctorado en Economía de la Salud en la universidad británica de York.
Es consultor del Hospital Israelita Albert Einstein, de San Pablo, uno de los centros médicos de referencia en el país en lo relativo a tratamientos contra el cáncer.